El curry: distintos usos en la cocina

El curry es un estupendo recurso gastronómico, que se emplea en la cocina como salsa, estofado, plato único o especia
Por Peio Gartzia 9 de julio de 2012
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El curry es un condimento de origen indio que combina el polvo de varias especias. Llegó a Europa en el siglo XVIII de la mano de los ingleses y su sabor fue bien aceptado por el paladar y la gastronomía continental. Hoy en día, se adquiere con facilidad en el mercado, ya sea en polvo o en pasta, y numerosas recetas sugieren su utilización. Y es que el curry tiene múltiples usos. Como salsa, como estofado, como plato único o como especia, es un buen recurso en la cocina. En este artículo, se explican esas variantes y, también, cómo hacer curry casero.

Salsa de curry

Las salsas de curry son apropiadas para acompañar arroces, verduras y carnes, desde unas pechugas de pollo hasta el pescado asado. Una salsa muy sabrosa y fácil de elaborar es la preparada con una cebolla, un diente de ajo, unas rodajas de jengibre, mantequilla, vino blanco, caldo, nata y curry.

Las salsas de curry son apropiadas para arroces, verduras y carnes

Para elaborarla, se pelan la cebolla, el ajo y el jengibre, y se cortan en trozos muy pequeños. Tras cocinarlos a fuego suave en una cazuela con un poco de mantequilla, se retiran del fuego y se añade el curry en polvo o en pasta. Es importante hacer esta mezcla fuera del fuego para que el sofrito no se queme.

Cuando la mantequilla se impregna con el curry, se añade una copa de vino blanco y se sube el fuego para que se evapore el alcohol. A continuación, se moja con nata líquida y caldo (de ave o pescado, según el uso que se quiera dar a la salsa), se deja hervir a fuego suave durante 12 minutos y se pone a punto de sal.

El curry como estofado

Algunos estofados también reciben el nombre de «curry», como el guisado de carne (de ternera o de ave) que se prepara con esta especia. Primero se rehogan las verduras troceadas y un poco de jengibre con mantequilla o aceite, para luego aliñar todo con zumo de limón y curry. Este salteado se reserva hasta el final.

Se saltea la carne -a ser posible, tierna- cortada en tiras o en cubos. La idea es que se dore la superficie, mientras el interior queda casi crudo. Una vez que se consigue esta textura, se saca la carne de la sartén y se retira el aceite con el que se ha cocinado. Con un poco de vino, se desglasan los jugos que se quedan adheridos a la base.

Por último, se junta en esa sartén la carne con el sofrito con curry preparado con anterioridad. Se cubre con leche de coco, justo hasta el borde del preparado, para que no quede demasiado líquido, y se deja hervir unos 15 minutos hasta que quede un guiso cremoso. Ponemos a punto de sal y ¡listo! Ya está preparado un «curry de…».

Un plato único de curry. Cuando los estofados de curry se sirven con arroz blanco hervido y luego salteado o con un clásico arroz «Pilaw», se convierten en un plato contundente. Por ello, no será necesario pensar en entrantes o primeros platos. Con una ración de esta propuesta gastronómica, bastará.

El curry como especia

Otra posibilidad que ofrece el curry es utilizarlo como especia. Una buena opción es aromatizar platos de arroz o de legumbres, como las lentejas, que maridan de un modo muy natural con su sabor. En estos casos, se emplea el curry como una especia más. Sin embargo, hay un par de trucos para acertar.

  • El curry siempre debe agregarse cuando el arroz o el potaje ya esté hirviendo, para que se diluya y aromatice a todo el preparado por igual.
  • Es imprescindible tener mucho cuidado con la cantidad que se añade, ya que su sabor tiene mucha presencia y es conveniente evitar excesos.

Curry casero

Al comprar curry preparado, conviene tener en cuenta que hay mezclas más o menos picantes

Si se quiere preparar un curry casero, se necesitará un molinillo. Se introduce en él una mezcla de cúrcuma, pimienta cayena, mostaza, clavo, cardamomo, cilantro seco, nuez moscada y pimienta. Todo ello en proporciones al gusto de quien cocina.

Aunque la elaboración es muy sencilla, conviene comprar curry ya preparado, por su perfecta combinación de ingredientes. Eso sí, es importante tener en cuenta que, entre sus múltiples variedades, hay mezclas más o menos picantes. Por ello, al comprar, se deberá prestar atención al nivel de picante de la preparación elegida.

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