El gofio canario

Un producto elaborado a base de cereales y legumbres, nutritivo, de gran tradición y muy sabroso
Por EROSKI Consumer 25 de septiembre de 2003

El gofio canario es un producto típico, que desde hace miles de años es propio de la gastronomía de las Islas Canarias.

Su método de elaboración tradicional se ha transmitido de generaciones en generaciones, lo que ha hecho posible que hoy día sea el segundo producto alimenticio, tras el plátano, más reconocido en las Islas.

Durante la conquista de América, parece ser que los emigrantes canarios difundieron la elaboración y consumo de gofio, de tal modo que, hoy día, se fabrica también en Venezuela, Uruguay y otros países.

Para la obtención del gofio, inicialmente los granos se molían a mano en molinos de piedra, posteriormente se comenzaron a utilizar molinos movidos por el agua o el viento y en la actualidad, se han incorporado los molinos eléctricos, que permiten moler los granos a gran velocidad, dejando intactas sus propiedades y consistencia.

Producción artesanal del gofio

1) Recolección del cereal.

2) Selección y limpieza del grano: inicialmente se empleaba cebada, trigo, otros cereales silvestres y habas. Con el tiempo se incorporaron el centeno y los garbanzos. Por tanto, el gofio puede elaborase con diversos cereales y, si se añaden legumbres tales como habas o garbanzos, se obtienen gofios de distintos sabores, con una consistencia más cremosa.

3) Tueste: el procedimiento artesanal consistía en tostar los ingredientes básicos en un tiesto o tostador de cerámica. Se introducía dentro del recipiente arena negra y sobre ella el cereal y se daba vueltas con un palo. Una vez en su punto, se separaba la arena y se eliminaban las impurezas que pudieran quedar.

4) Molienda o molturación: se empleaban molinos de piedra, fabricados en dos piezas o muelas. El grano tostado se introducía por la parte superior, de forma convexa, a través de un agujero central. También, había unas muescas de tamaño suficiente como para introducir los dedos y un palo para remover. El gofio molido a mano es el más apreciado, ya que a menor velocidad de molienda, mejor aroma, sabor y textura adquiere el producto.

5) El gofio se puede amasar con agua, caldo, miel, aceite, en función de gustos individuales.

Valor nutritivo

Su valor calórico, aunque varía en función de los ingredientes base, ronda las 340 calorías por 100 gramos. De sus propiedades nutritivas destaca su aporte de hidratos de carbono complejos (en torno al 65%), proteínas (cantidad mayor si se emplean legumbres), vitaminas (grupo B; B1, B2 y B3), minerales (magnesio, hierro, calcio y sodio, entre otros) y fibra.

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