Las gambas son un crustáceo marino de cuerpo alargado similar al langostino pero de menor tamaño. Su carne es blanca, compacta y muy sabrosa, lo que la convierte en uno de los mariscos más populares y apreciados en la mesa.
El tamaño medio es de unos 10 cm de longitud, aunque algunos ejemplares alcanzan los 16 cm. Habita tanto en el mar Mediterráneo como en ambas costas del océano Atlántico.
Disfrutar de su sabor
Las gambas poseen un alto valor nutritivo, ya que aportan una cantidad considerable de proteínas de calidad (21 g/100 g) y su contenido graso es bajo (1,30 g/100 g), aunque el de colesterol y de purinas son relativamente altos. Así mismo, destaca su aporte de minerales como el fósforo, el yodo y el sodio. Respecto a su contenido de vitaminas, éste no es significativo.
Por su composición nutritiva, no se recomienda su consumo a personas que tienen el ácido úrico elevado en sangre y tampoco a quienes deben llevar a cabo una dieta con restricción de sodio.
Admiten múltiples preparaciones culinarias: a la plancha, en ensaladas, arroz, platos de pasta, cremas de pescado… El inconveniente, además de su elevado precio, es que su periodo de conservación es muy corto por lo que siempre deben mantenerse en la nevera (y no más de un día tras su compra si son frescas) o en el congelador.