Temporada de higos, una fruta delicada con mucho que ofrecer

Tras las brevas de la primavera llegan los higos del otoño. Un sabor suave y dulce que nos aporta mucha energía y posibilidades culinarias para iniciar el nuevo curso
Por Claudia Polo 9 de septiembre de 2025
higos y brevas
Imagen: Couleur
Septiembre huele a higuera. Un paseo al atardecer, un árbol lleno de higos maduros, una merienda frente al mar… Esta fruta lleva cientos de años formando parte del paisaje mediterráneo. Es más, se han encontrado dibujos de su recolección en el Antiguo Egipto y fue un árbol muy apreciado en la Antigua Grecia. Las higueras se consagraban a Dionisio y, cuando se fundaba una ciudad, se plantaba una entre el ágora y el foro, lugar donde se reunían los ancianos. Ya entonces era un alimento muy popular entre atletas y guerreros, a los que les aportaba mucha energía. ¿Y ahora?

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En la actualidad, el higo sigue formando parte de nuestra gastronomía, aunque resulta difícil encontrarlo fuera de su temporada. Es perfecto para estas fechas de inicio de curso, en el que necesitamos mucha energía. Esta fruta nos la aporta gracias a que es rica en hidratos de carbono, como glucosa, fructosa y sacarosa.

Además, los higos están compuestos en un 80 % por agua y tienen una cantidad importante de fibra —2,5 g/100 g—, lo que mejora el tránsito intestinal. Parte de esa fibra se encuentra en la piel, que es completamente comestible, sobre todo cuando el higo está maduro y su piel es suave y agradable al paladar. Los higos contienen, además, ácidos orgánicos y minerales como el potasio, esencial para la función muscular y el metabolismo de los carbohidratos.

De brevas a higos

Brevas e higos son ambos las infrutescencias de la higuera. Una infrutescencia no es lo mismo que un fruto, sino que es un conjunto de ellos. Cada uno de los filamentos que vemos cuando abrimos un higo por la mitad es un fruto y el conjunto conforma la infrutescencia.

Algunas variedades de este árbol, llamadas breveras o bíferas, tienen dos floraciones:

  • La breva es el fruto de la primera, más grande y alargada, y se recolecta en el mes de junio. Su pulpa es de un tono rojizo, más fibrosa que la del higo, y con un sabor menos dulce y un ligero toque ácido.
  • Los higos, por su parte, se recogen hacia finales de agosto y principios de septiembre, y son más pequeños y dulces, debido a una mayor concentración de azúcares.

La variedad de higuera también definirá el color de los higos, así como su sabor y dulzor. Su pulpa resulta más suave y jugosa que la de las brevas. Los hay blancos, morados y también rallados, más alargados, más pequeños y más ácidos, según su variedad.

¿Y los higos secos?

higos secos bol
Imagen: Pezibear

Los secos son higos a los que se les ha retirado prácticamente el 100 % de su contenido en agua, lo que permite que puedan conservarse durante meses. La mejor manera de mantenerlos es guardándolos en un recipiente hermético en un lugar fresco, seco y oscuro.

Los higo secos constituyen un producto muy interesante para deportistas, como alimento para llevar a excursiones o viajes, ya que su aporte calórico es cuatro veces mayor que el de un higo fresco. A la hora de cocinar, son idóneos para utilizar en guisos.

Una fruta para todo el día

El higo es un alimento muy versátil que sirve como ingrediente en multitud de platos. Aquí tienes cinco opciones para añadirlo a tu menú diario:

🔸 Desayuno: un bol variado

Mézclalo con yogur, kéfir o gachas de avena, frutos secos o semillas. Puedes combinarlos con otras frutas para contrastar su dulzor.

🔸 De primero: sobre burrata y aliño agridulce

Abre una burrata en una fuente y coloca algunos higos cortados por encima. Vierte un aliño con vinagre de Módena, media cucharadita de azúcar moreno, pimienta negra, sal, aceite de oliva virgen extra, unas gotas de salsa picante, hierbabuena y albahaca.

🔸 Plato principal: en guisos de carne

Añade higos en gajos la última media hora de cocción de un guiso de ternera, cerdo, pollo o cordero para aportar dulzor y consistencia a la salsa.

🔸 De merienda: una tostada con requesón

higos y pan
Imagen: RitaE

Mezcla un par de cucharadas de requesón con ralladura de limón y de naranja. Extiéndelo sobre una tostada, pon un higo en rodajas y termina con unas nueces tostadas.

🔸 Para cenar: una ensalada sencilla

Prepara una ensalada mezclando rúcula, queso azul picón, jamón de bellota, higos en gajos, espárragos trigueros cortados en trozos pequeños y salteados, aceite de oliva virgen extra, vinagre de Módena y sal.

El matrimonio perfecto: higos y…

El sabor dulce y suave de los higos combina muy bien con otros ingredientes. Anota:

😋 Higo y jamón

Prepara un aperitivo envolviendo cuartos de higo fresco en láminas de jamón. Puedes ponerle un poco de miel y unas nueces tostadas.

😋 Higo y carne de caza

Cocina un guiso clásico de carne al vino tinto añadiendo una cantidad generosa de higos, funciona especialmente bien con la carne de caza.

😋 Higo, rúcula y queso azul

El queso azul y la rúcula tienen amargos que contrastan muy bien con el dulzor del higo. Utiliza esta combinación en ensaladas o tostadas.

😋 Higos en salsa

Prepara una salsa de higos frescos para carnes o quesos. Trocea 10-12 higos y colócalos en un cazo. Calienta a fuego medio-bajo y añade dos cucharadas de agua y una rama de romero. Deja que se cocine durante 20 minutos. Añade una cucharada de zumo de limón o de vinagre de vino y cocina 10 minutos más. Deja enfriar y guarda en un tarro hermético hasta siete días en la nevera.

Cómo evitar que los higos se pongan malos

Escoge higos que no tengan golpes ni que estén extremadamente maduros. Deben estar blandos, pero no vencerse al presionar.

Una vez en casa, lo conveniente es colocarlos en un recipiente ancho, sin amontonarlos, ya que son bastante delicados. Deben guardarse en la nevera, pero no en las zonas más frías. Es mejor lavarlos antes de consumirlos y duran unos tres o cuatro días desde su compra.

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