Irán, auténtica gastronomía persa

El arroz largo, alimento protagonista del "chelo kabab", se sirve junto a tiras de carne y azafrán, una delicia típicamente persa
Por EROSKI Consumer 18 de agosto de 2005

En la mesa de cualquier hogar o restaurante iraní nunca faltan las verduras, la carne y el té. Tan importante como los alimentos son los condimentos. Entre todos ellos destaca el «somag», una especia de sabor muy suave. Los lácteos, principalmente el yogur, son muy empleados para preparar salsas que acompañan a un buen número de platos.

No deje de probar…

Un viaje a Irán conlleva sentarse alrededor de una mesa y disfrutar tanto del sabor de sus platos como de su aroma y presencia, ya que es costumbre en este país servir todos los platos al mismo tiempo, por lo que las mesas presentan un aspecto muy atractivo. Entre todos ellos, el viajero que recorre Irán no ha de olvidarse de probar las sopas, que allí reciben el nombre de «Ash», y que pueden prepararse con alimentos tan variados como las lentejas o el yogur. Los guisos de cordero y garbanzos son otros de los platos más tradicionales, si bien nada comparado con la fama del «chelo kabab», el plato nacional. Éste se elabora con arroz largo, carne y azafrán, y su cuidadosa preparación supone todo un rito. El arroz se presenta en bandejas de porcelana y la carne se prepara en forma de brochetas que se cocinan a la brasa. El arroz también puede acompañarse de otros alimentos como pescado, verduras y por supuesto «joresth», salsas iraníes que aportan a los platos sabores exclusivos.

Para los bolsillos más afortunados está el caviar iraní, uno de los mejores del mundo y un capricho al alcance de muy pocos.

De postre, fruta

La repostería iraní es realmente variada y el sabor de sus postres va desde el dulce más intenso hasta el agridulce. Sin embargo, tanto los iraníes como los viajeros que visitan el país, se decantan acertadamente por la fruta para poner punto final a las comidas. Todas ellas poseen una gran calidad y sabores y aromas intensos, y si se opta por unas «angur» (uvas), de las que existen más de setenta variedades, el acierto está garantizado.

El té o «chai»

La presencia de esta bebida es casi obligada después de una comida o cena. Además, servir té cuando se hace una visita es un gesto de hospitalidad, por lo que no conviene rechazarlo. Nunca se sirve con leche aunque sí se le añade azúcar, y su sabor merece ser degustado en una de las típicas casas de té donde el ambiente se llena de actuaciones y música tradicional iraní.

Ya sólo nos queda desearles buen viaje y noosh-e jan! (buen provecho en persa).

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