La CE estudiará rebajar la restricción de consumir chuletón con hueso

En la actualidad sólo puede consumirse chuletón con espinazo si el ternero tiene menos de 12 meses
Por EROSKI Consumer 28 de mayo de 2005

La Comisión Europea estudiará la posibilidad de suavizar las restricciones impuestas a la carne de vacuno desde la crisis alimentaria de las «vacas locas». La carne más favorecida, de cara al consumidor, será la del chuletón ya que la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria ha recomendado ampliar la edad de los terneros de los que se puede extraer el chuletón íntegro (con espinazo) de 12 meses, como hasta ahora, a 21.

El grupo de expertos publicó un informe en el que piden medidas correctivas de las restricciones impuestas por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob desde el 2000. En él indican que tras cinco años de vigilancia extrema, han comprobado que las terneras que contraen la enfermedad podrían infectarse en un período de incubación más tardío de lo que inicialmente se había pensado. Por ello, consideraron que si se aumentara la edad de retirada del espinazo a los 30 meses de edad del bovino «habría un margen de seguridad considerable, pero no absoluto», por lo que piden restringir la autorización a terneros de hasta 21 meses. A partir de esta edad, la carne de chuletón tendrá que distribuirse sin el hueso.

Al mismo tiempo, la Organización Internacional de Epizootías (OIE) ha autorizado la exportación de músculo esquelético de vacuno (todas las piezas de carne de consumo) incluso en los países con casos de «vacas locas» a condición de cumplir ciertas normas sanitarias. Para ser considerado seguro, el músculo no debe contener hueso, el animal debe haber sido sometido a una inspección antes y después de la muerte para detectar posibles indicios de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), tiene que tener menos de 30 meses de edad y se tienen que haber seguido todos los procedimientos para evitar la contaminación de ese músculo con otros tejidos que sí plantean riesgo.

El director de la OIE, Bernard Vallat, señaló que habrá que cumplir en particular el procedimiento de sacrificio de las reses. Éste evita que los elementos del cerebro -con riesgo de transmitir el mal de las «vacas locas»- no puedan pasar a la sangre y que no haya una contaminación posterior del músculo con esos u otros tejidos susceptibles de contener el prión de la EEB, desencadenante de la enfermedad.

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