La llegada de la temporada estival incrementa el consumo de helados

En verano, más del 55% de los mayores de 16 años toma dos o tres helados a la semana
Por EROSKI Consumer 23 de junio de 2003

Con la llegada de la temporada veraniega, el consumo de helados aumenta significativamente. Más de la cuarta parte de los españoles consume helados semanalmente, según la Asociación Española de Fabricantes de Helados (AEFH), que representa al 78% del mercado nacional. En verano, la cifra se incrementa, y más del 55% de los mayores de 16 años toma dos o tres helados a la semana. Este consumo está más extendido entre la población joven. Pero los datos van más allá. Cada español toma seis litros de este producto al año, una cifra todavía alejada de países como Suecia o Finlandia, donde se superan los doce litros, o de Dinamarca, que se sitúa en diez litros por persona al año.

Una paradoja que se comprende por la tradicional idea en nuestro país, y otros como Portugal o Grecia, de que los helados son para el verano. Pero esto está cambiando. En los últimos años, una mayor información sobre los beneficios nutricionales que comporta el consumo de helados, asociado a una mayor concienciación -con campañas de publicidad incluidas- de que este alimento se puede disfrutar en cualquier época del año, confirman la tendencia a la desestacionalización del sector.

Artesanal o industrial

La diferencia entre el helado artesanal y el industrial radica fundamentalmente en la forma de elaboración del producto. La clave está en la calidad de las materias primas y en la leche. Cuando se habla de helado artesanal, se dice que es un helado elaborado con leche, crema de leche (nata), frutas, chocolate, etcétera. Por contra, el helado realmente industrial sería aquel en el que las esencias o concentrados «con sabor a…» son su base.

Si para gustos, sabores, el helado es el producto por excelencia. Hay una gran variedad. Desde los helados de hielo y agua, pasando por los de crema y leche, y llegando a los «light» y los especiales para diabéticos.

El consumo de helados no entiende de sexo, y es que tanto hombres como mujeres disfrutan por igual de ellos. Curiosamente, en invierno es mayor el porcentaje de varones que los toman, mientras que en verano las mujeres les aventajan en su consumo. Entre las féminas se recomienda tomar helados de base láctea durante el embarazo, por su aporte de calcio.

A casa

Los españoles siguen prefiriendo llevarse los helados a casa. Una tarrina o postre helado es una de las elecciones mayoritarias tanto en verano como en invierno. Además, los datos revelan que las heladerías concentran en esta época gran parte del consumo, mientras que los bares y los restaurantes toman fuerza y se sitúan en segunda posición entre las preferencias a la hora de saborear un buen helado, tras los hogares propios o de amigos.

Por otro lado, se trata de un alimento que los nutricionistas recomiendan en la dieta y para la digestión, por su aporte de calcio, proteínas y vitaminas. El inconveniente, las calorías. El helado cremoso y de calidad es el que más calorías tiene. Los de agua, que no incluyen grasa en su composición, y los «light», aportan bastantes menos calorías.

Recomendaciones

Si se adquieren barras o postres helados para conservar en el congelador, se recomienda que no pase mucho tiempo entre la compra y el momento de ponerlo de nuevo en frío y aislarlo de las altas temperaturas. De otra manera se puede romper la cadena de frío, y aparecer cristalitos de hielo.

Por otro lado, es importante fijarse en las etiquetas de composición e ingredientes. Debe figurar la fecha de consumo preferente, el modo de conservación y los aditivos y estabilizantes añadidos.

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