Los alimentos transgénicos deberán indicar que lo son en su etiquetado a partir del próximo domingo

La nueva norma europea baja el umbral a partir del cual es obligatorio etiquetar estos productos
Por EROSKI Consumer 14 de abril de 2004

Todos los alimentos y piensos con organismos genéticamente modificados (OGM’s) o transgénicos deberán indicarlo en su etiqueta a partir del domingo, día 18, fecha en la que entran en vigor los nuevos reglamentos europeos sobre etiquetado y trazabilidad de estos productos. También hay que etiquetar los aditivos alimentarios elaborados a partir de microorganismos modificados genéticamente y los piensos deberán especificar si contienen o proceden de OGM’s.

El umbral a partir del cual es obligatorio etiquetar estos alimentos baja del 1% al 0,9% y al 0,5% durante tres años si se trata de OGM’s no aprobados pero que tienen el visto bueno de los comités científicos europeos, según explicó el jefe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), José Ignacio Arranz. Se prevé disminuir más este porcentaje en cuanto sea posible.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) guardará los exámenes de los alimentos transgénicos durante cinco años, con lo que se creará un registro comunitario.

Presencia accidental

Los productos de segunda o tercera generación como la leche de vacas alimentadas con piensos transgénicos o el cuajo modificado genéticamente para elaborar quesos no tendrán etiquetas que lo especifiquen, así como aquellos que contengan porcentajes inferiores al 0,9% y 0,5% «siempre que se demuestre que su presencia es accidental o inevitable». Según Arranz, hay cuestiones no resueltas como los ingredientes que participan en el proceso de producción pero que no quedan «en modo alguno» en el alimento final.

La experta en transgénicos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Gema Trigueros, señaló que el nuevo etiquetado persigue «dar confianza e información» a los usuarios a la hora de comprar los productos para otorgar «sensación de normalidad», puesto que «las cosas que se declaran es porque no hay nada que ocultar». «El etiquetado no es para advertir, sino que lo importante es la evaluación para salir al mercado en condiciones de seguridad. Las etiquetas pasarán desapercibidas», añadió.

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