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La salud mental de nuestros menores preocupa. En el caso de los adolescentes, no les ayudan el abuso de las pantallas que realizan, las redes sociales que utilizan, la sobreprotección que han ejercido sus progenitores durante su infancia —y perpetúan— o el elevado consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas energéticas que hacen, por ejemplo.
La emergencia climática y su concienciación por el medio ambiente también tienen algo de culpa. Los jóvenes son especialmente sensibles a los desastres medioambientales. Muchos de ellos sufren lo que se llama ecoansiedad, que se manifiesta con pensamientos angustiosos que afectan a su vida, como tristeza, miedo, impotencia, desesperación y hasta depresión.
Los eventos meteorológicos extremos propios del cambio climático conllevan situaciones como desplazamientos y todo tipo de inseguridades e incertidumbres (familiares, financieras, alimentarias…) que pueden desencadenar en los chavales problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, falta de motivación e, incluso, ideas suicidas.
Temperaturas y salud mental
La asociación de las temperaturas con los síntomas psiquiátricos está poco estudiada, y eso que la crisis climática va a más y las temperaturas extremas se antojan un problema en ciernes. En nuestro país, sobre todo, el dilema está en las temperaturas altas. Y es que, si bien las olas de calor son recurrentes y cada vez más tempranas en el tiempo, las olas de frío y temporales como Filomena no lo son tanto (la última fue en enero de 2023, según la Agencia Estatal de Meteorología).
¿Cómo nos afectan estos fenómenos? La exposición al frío o al calor altera la termorregulación y la función celular, lo que lleva a cambios en la presión arterial, inflamación o deterioro del enfriamiento y la oxigenación del cerebro. ¿Y en la salud mental? Ambas condiciones pueden causar malestar físico, lo que afecta negativamente al estado de ánimo y al bienestar emocional.
🥵 Temperaturas altas
Por un lado, las temperaturas altas pueden provocar trastornos de conducta, ansiedad, comportamientos agresivos, aumentar el riesgo de suicidio y la mortalidad en pacientes con enfermedades mentales previas. Además, hay mayores riesgos para las hospitalizaciones relacionadas con trastornos del desarrollo (TEA, TDAH, problemas de aprendizaje, Down…) y la esquizofrenia.

🥶 Temperaturas bajas
En el caso de las temperaturas bajas, la hipotermia puede afectar al cerebro, por lo que repercute que se tengan dificultades para pensar con normalidad o hablar. Y en la salud mental, como señalan en el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Bajas Temperaturas, el frío intenso incrementa la incidencia de los diagnósticos por depresión o ansiedad y esquizofrenia.
Calor, frío y salud mental en la adolescencia
Un estudio reciente ha indagado en la relación entre la exposición a temperaturas ambientales y diversos síntomas psiquiátricos en casi 5.000 adolescentes entre 12 y 17 años de los Países Bajos (3.934) y España (885). La investigación, liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicada en JAMA Network Open, analizó datos de dos grandes cohortes de nacimiento europeas: el estudio Generation R en Rotterdam y el Proyecto INMA en Guipúzcoa, Sabadell (Barcelona) y Valencia. Y su conclusión es clara: las temperaturas influyen en la salud mental de los jóvenes.
Para llegar a este resultado, entre 2015 y 2022 los investigadores observaron cada día las temperaturas en los hogares de los participantes durante tres periodos de tiempo diferentes. Lo hicieron dos semanas, un mes y hasta dos meses antes de la evaluación de los síntomas psiquiátricos, que se analizaron mediante un cuestionario respondido por las madres:
- Problemas de interiorización: ansiedad, depresión, retraído o deprimido y quejas somáticas.
- Problemas de exteriorización: comportamiento agresivo e incumplimiento de las normas.
- Déficit de atención.
🥵 Efectos del calor en la salud mental de los adolescentes
Los datos de la cohorte española muestran que la exposición al calor se relaciona con un aumento de los problemas de atención. De hecho, las puntuaciones significativamente más altas en esta área se registraron en los adolescentes que estuvieron durante dos meses a una temperatura media de 21,7 °C.
La explicación científica a este efecto en la salud mental de los jóvenes está en que las altas temperaturas pueden aumentar la hormona del estrés (cortisol) y los marcadores de inflamación, al tiempo que dificultan la refrigeración y la oxigenación del cerebro, lo que influye en la concentración y la irritabilidad. Además, que haga calor por la noche también puede interferir en el descanso, por lo que esta falta de sueño empeora aún más el déficit atención.
🥶 Efectos del frío en la salud mental de los adolescentes

Y, por otro lado, los resultados de la cohorte neerlandesa revelan que la exposición al frío se asocia a un aumento de los problemas de interiorización, como la ansiedad y los síntomas depresivos. Así, por ejemplo, permanecer dos meses bajo temperaturas en torno a los 5,5 °C supuso un incremento significativo de las puntuaciones de esos problemas.
¿Por qué sucede esto? Como se comenta en el estudio, la exposición al frío puede desencadenar “respuestas termorreguladoras”, como vasoconstricción, inflamación o escalofríos, que pueden alterar la temperatura del cuerpo y la función cerebral, provocando estos problemas.
👉 Exposición prologada al frío o calor
Aun así, los investigadores reconocen que para que aparezcan estos síntomas, los adolescentes tienen que estar expuestos al frío o al calor durante un periodo de tiempo largo. “El hecho de no detectar ninguna asociación con el frío en adolescentes de España ni con el calor en participantes de Países Bajos podría sugerir que se requiere una exposición prolongada a temperaturas extremas para evidenciar estos efectos”, comenta Mònica Guxens, profesora de investigación de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) en ISGlobal y autora principal del estudio.
A pesar de que se necesita investigar más para comprender cómo las variaciones de temperatura pueden influir en la salud mental y de que el estudio tiene limitaciones, los hallazgos «son consistentes con investigaciones previas realizadas en población general, que han demostrado que la exposición a temperaturas extremas incrementa los ingresos hospitalarios en psiquiatría, el comportamiento suicida y la mortalidad asociada a trastornos mentales”, señala Giovanna Fico, médica adjunta de Psiquiatría e investigadora posdoctoral en la Unidad de Trastornos Bipolares y Depresivos del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, en declaraciones a SMC España.
De todas formas, “a medida que el cambio climático se intensifica, estas asociaciones pueden volverse más pronunciadas en un futuro próximo”. De ahí, como también señalan los autores, la importancia de entender cómo los factores climáticos afectan a la salud mental, ya que esta comprensión “ayuda a crear estrategias para proteger a los grupos vulnerables, especialmente a adolescentes”.