Consejos de cuidado y cultivo de la Ninfea

Evitar que el agua se enturbie es fundamental para alargar la vida de esta planta acuática
Por EROSKI Consumer 18 de julio de 2005

Dentro de las plantas acuáticas la Ninfea (Nymphaea ) es una de las más conocidas y apreciadas para decorar los estanques o recipientes acuáticos que ubiquemos en nuestro jardín. Dentro del grupo de las Ninfeáceas hay muchas variedades que requieren unas condiciones ambientales y unos cuidados muy diferentes, sobre todo en cuanto a la temperatura del agua se refiere.

Se trata de un ejemplar rizomatoso, de hojas redondeadas que presentan un característico corte desde el borde hasta el centro de la misma. Las flores, que aparecen en verano, están sostenidas por pedúnculos y tienen numerosos pétalos de colores muy variados, que van desde el blanco al amarillo, pasando por el rojo, el rosa y el violeta.

Es un ejemplar oriundo de regiones tropicales, como algunas zonas de África, América y Australia. Según sea el clima templado o frío es preferible cultivar unas variedades u otras.

Lo más importante en los cuidados de cualquier especie acuática es que el agua no se enturbie, para lo que hay que evitar someter al estanque o al recipiente a mucha actividad y, a su vez, será necesario renovar periódicamente la capa de arena más externa. Si además, cada vez que abonamos lo hacemos con turba, no tendremos ningún problema para que la Ninfea florezca esplendorosa durante los meses más calurosos del año.

Resulta también muy importante evitar que a lo largo del otoño el agua de nuestro estanque se ensucie cuando nuestros árboles comienzan a perder sus hojas. Para evitarlo lo más recomendable es evitar colocarlos junto a nuestro estanque. Otro motivo que desaconseja su ubicación es que las raíces de los árboles pueden llegar a deteriorar las paredes del estanque, con las consiguientes fugas de agua.

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