Cubos para la ropa sucia: materiales y diseños

La ropa usada se puede guardar en cubos de materiales diversos, como plástico, madera o metal, y clasificarse para organizar mejor el espacio y ganar tiempo
Por EROSKI Consumer 15 de enero de 2013
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Los cubos para guardar la ropa usada se pueden organizar de diversas maneras, con el fin de ahorrar tiempo y tener más claro, en el momento de poner una lavadora, a qué tipo de prendas conviene dar prioridad. Los distintos materiales y diseños ayudan, además, a integrarlos en la decoración. Este artículo examina los lugares más adecuados para colocar el cubo de la ropa sucia, la posibilidad de clasificar las prendas en uno o varios cubos y los materiales y estilos de estos recipientes.

Lugares para colocar el cubo de la ropa sucia

El clásico cesto redondo de plástico usado para guardar toda la ropa sucia, con los años, ha dejado su lugar a numerosas variantes, tanto a nivel funcional como decorativo. En la actualidad, existen cestos de diversos materiales (tela, mimbre, acero inoxidable, etc.) y formatos, que confieren nuevas propiedades a este objeto. Hasta el propio sitio que ocupa puede encontrar alternativas, aunque lo más práctico y útil sigue siendo que esté próximo a la lavadora.

Un pasillo junto al cuarto de baño resulta a veces un sitio oportuno para los armarios o cestas para la ropa sucia

Los diseños y materiales de los cestos comercializados hoy en día procurar airear mejor la ropa a través de diversas rejillas u orificios, para evitar la acumulación de malos olores. Además, están adornados con motivos y acabados que sintonizan bien en distintos ambientes. Esto amplía las posibilidades de encontrar un lugar adecuado para disponerlos.

Las bolsas de tela de colores, con dibujos infantiles, motivos exóticos, etc. lucen más y es mejor colgados en alguna pared que apoyados en el suelo en un rincón.

Para guardar la ropa que espera formar parte de la colada también resultan muy oportunos otro tipo de muebles, como armarios de madera o mimbre diseñados y provistos de distintos compartimentos. Además de integrarse fácilmente en la decoración, ayudan en la tarea de separar y clasificar según criterios de color, telas o tipos de prenda. El pasillo que conduce al cuarto de baño puede resultar el sitio más oportuno para esta clase de armarios o cestas de colores sobrios, como gris o marrón.

Clasificar la ropa en uno o varios cubos

Separar la ropa sucia según el color o el tipo de fibra o de prenda ofrece ventajas para organizar mejor las tareas de lavado, sobre todo en hogares donde viven varias personas y que usan indumentaria muy variada. Con este fin, se pueden disponer de distintos compartimentos en un mismo cubo o bien instalar varios cubos en lugar de uno solo.

Conviene disponer de cubos o compartimentos mayores para la ropa de uso más frecuente y más pequeños para prendas delicadas

Si esta última opción es la elegida, lo más conveniente será elegir sus tamaños en función de la cantidad de ropa de cada tipo que se emplea de manera habitual. Puede ser: uno grande para la ropa de color o de uso más frecuente, uno mediano para las telas delicadas, uno más pequeño para las prendas blancas y la ropa interior, etc.

De esta forma, es más fácil llevar un control del volumen de ropa acumulado y ver cuáles deberían ser las prioridades al poner la próxima lavadora, por lo que se ahorra tiempo en el momento preciso de realizar la colada.

Existen muebles con varios compartimentos pensados para este fin, que evitan la presencia de varios cubos o recipientes. Algunos están provistos en su parte frontal de una combinación de cajones y puerta abatibles que dividen los distintos espacios.

Materiales y estilos de los cubos para ropa usada

La variedad de materiales con que están fabricados los cubos para la ropa usada es muy amplia: plástico y lonas sintéticas, acero inoxidable, madera y mimbre son los más comunes. También los diseños, formas y tamaños se adaptan a múltiples gustos y necesidades: redondos, cuadrados, rectangulares, esquineros, en semicírculo, etc.

Los distintos materiales permiten elegir el más apropiado para el estilo del cuarto de baño o la estancia donde se ubique. Cada uno transmite sensaciones diversas. Los cubos de acero provocan connotaciones relacionadas con higiene y modernidad, mientras que los de madera o mimbre propician un ambiente más rústico.

Por otra parte, el grado de impregnación de olores de los materiales determina muchas veces su conveniencia. Ciertas lonas y telas -uno de los materiales empleados para las bolsas colgantes o para el forro de algunos cestos de mimbre- adhieren los olores con facilidad. Esto puede hacer que sean poco recomendables si el cesto de la ropa usada no se guarda en el cuarto de baño, sino en un pasillo o en una habitación.

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