Los trabajos de electricidad que se realizan en espacios de exterior requieren una precaución mayor. Las condiciones ambientales pueden estropear los dispositivos, por lo que deben estar preparados para resistir cualquier inclemencia. En el caso de los enchufes e interruptores, hay materiales fabricados específicamente para estos ambientes. Se caracterizan por una protección especial y estanqueidad que impiden la entrada de agentes externos.
Estos aparatos son muy útiles en zonas húmedas o rodeadas de agua, como piscinas, jardines, terrazas o accesos a la vivienda. Asimismo, se emplean en otras estancias como el baño o la cocina, en vestuarios y en aparcamientos. Están protegidos contra la entrada de polvo, grasa y agua.
Sistemas de protección
Las tomas de corriente estancas cuentan con tapas protectoras que impiden el paso de cualquier agente extraño al interior de los enchufes. Además, disponen de protecciones especiales en los marcos y algunos modelos se fabrican, incluso, con circuitos de expulsión de agua.
Cuentan con tapas, protecciones especiales en los marcos y circuito de expulsión de agua
Los interruptores tienen también protecciones especiales en los marcos y en las teclas para obstaculizar el paso de polvo, grasa, agua o cuerpos muy pequeños, desde un milímetro de diámetro. Se fabrican para resistir las condiciones ambientales adversas y evitar la proyección de agua desde cualquier punto.
Existen varios niveles de protección:
Protección IP-40: impide el acceso de cuerpos superiores a un milímetro.
Protección IP-44: contra el acceso de cuerpos superiores a un milímetro y contra las proyecciones de agua.
Protección IP-54: evita la entrada de polvo y las proyecciones de agua.
Protección IP-55: protege de la entrada de polvo y chorros de agua.
Cuando se adquiera un enchufe estanco, debe llevar en la etiqueta las indicaciones oportunas sobre el nivel de protección. De esta forma, se asegura una compra homologada y segura.