Las altas tasas de paro, la escasez de ofertas de empleo y el gran número de aspirantes que optan a un mismo puesto han disparado la picaresca en estos últimos años. A través de Internet y de las redes sociales han proliferado las estafas laborales que prometen trabajos con incorporación inmediata o remuneraciones muy superiores a la media del mercado, y que lo único que pretenden, en realidad, es aprovecharse de la complicada situación de los parados. De hecho, según los últimos datos publicados por el INTECO (Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación), uno de cada cuatro fraudes que se cometen en la actualidad en la Red proviene de ofertas de empleo falsas. Por lo general, este tipo de estafas intenta engañar a los candidatos para que realicen transferencias de dinero en beneficio de la empresa que se supone les contratará. Por ello, se hace necesario, tal y como detalla el siguiente artículo, conocer tales fraudes y explicar cómo esquivarlos.
Ofertas de empleo falsas
La desesperanza que genera el paro convierte a los desempleados en los candidatos más vulnerables a la hora de sufrir estafas relacionadas con propuestas de trabajo a través de Internet. Pese a que siempre ha habido ofertas de empleo fraudulentas, la crisis ha agudizado el ingenio de los timadores quienes, valiéndose de la necesidad de muchas personas en situación precaria, exigen a los demandantes de trabajo que realicen una transferencia de dinero a beneficio de la empresa que supuestamente les contratará, o bien tratan de obtener información personal o bancaria de los candidatos.
Una de cada cuatro estafas que se cometen hoy en día en Internet proviene de ofertas de empleo falsas
Así, en agosto de 2013, el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) advertía de la existencia de una campaña de spam (correos electrónicos no deseados) con falsas propuestas de trabajo que intentaban captar la atención de los usuarios con reclamos como «salario fijo más porcentaje», «trabajo instantáneo», «formación inicial gratuita» o «gran oportunidad de negocio». Según los últimos datos publicados por este mismo organismo y proporcionados por la consultora Adecco, una de cada cuatro estafas que se cometen hoy en Internet proviene de ofertas de empleo falsas.
Distintos tipos de estafas y fraudes laborales en Internet
Hay que tener en cuenta que cualquier demandante de empleo puede ser objeto de un timo en la Red, ya que hay una gran variedad de fraudes a medida de cada uno de los perfiles profesionales. Además, todas las estafas laborales tienen como objetivo obtener dinero y conseguir información financiera o personal del candidato que, después, será revendida a una tercera persona. En cualquier caso, hay diversas modalidades de fraudes laborales que se explican a continuación:
Obtener los datos personales:
La estafa consiste en que, por medio de un anuncio que ofrece un empleo, una supuesta empresa pide al candidato que se dirija a su página web y, desde allí, mediante un formulario de contacto o a través de un correo, se solicita su currículum. Una vez que el parado lo ha enviado, los estafadores ya poseen información para incluirla en sus bases de datos o para revenderla a otros defraudadores. Los datos personales constituyen una información muy valiosa para hacer campañas de marketing masivo, pues sirven para conocer mejor a una persona, contactar con ella y ofrecerle productos o servicios, de acuerdo con sus gustos y necesidades.
Conseguir un beneficio económico:
Algunas ofertas pretenden recaudar dinero a través de anuncios que ofrecen puestos de trabajo bien remunerados y con interesantes condiciones laborales en empresas reales, con estafadores que se hacen pasar por responsables de recursos humanos. Al candidato seleccionado se le solicita un desembolso inicial por adelantado para cubrir los costes de trámites administrativos, de certificados médicos, etc. Conviene saber que en los procesos de selección de personal, ninguna empresa seria pide estos requerimientos a sus futuros empleados.
Con el objetivo de captar el dinero de los parados, se ofrecen también los llamados cursos estafa. En ellos, los timadores solicitan que los interesados desembolsen por adelantado un dinero para recibir un curso de formación on line que les permita acceder a un puesto de trabajo. Sin embargo, no existe el curso, ni tampoco el empleo.
Un fraude muy habitual, que constituye una ilegalidad, consiste en contratar al candidato para un periodo de prueba no remunerado, durante el cual trabaja para la compañía sin cobrar.
En otras estafas, para que el candidato conozca las características del puesto al que opta u obtenga información sobre los requisitos del proceso de selección, tiene que llamar a un número de teléfono de tarificación adicional, como los utilizados en concursos, líneas eróticas o tarot. Por lo general, las víctimas permanecen a la espera durante largo tiempo, respondiendo preguntas sobre su currículum y disponibilidad, y la llamada puede costar más de un euro por minuto.
Similares son los fraudes que requieren el envío de mensajes SMS, como forma de contacto, que no suelen ser respondidos por la empresa responsable del supuesto proceso de selección.
Apropiarse de información financiera:
A través de anuncios insertados en portales de Internet, se insta al candidato a que facilite sus datos bancarios, con la excusa de un posterior envío de cheques o transferencias bancarias. En los procesos de selección, aunque el contacto inicial se haya realizado a través de Internet, siempre hay una entrevista personal en la que compañía y trabajador determinan las partes del contrato, por lo que nunca antes se deben dar los datos financieros.
Blanqueo de capitales:
A menudo, se insertan en páginas web ofertas laborales fraudulentas que utilizan al demandante de empleo como intermediario en transacciones importantes de dinero, a cambio de una comisión. Para ello, los estafadores envían a la cuenta corriente del candidato grandes sumas de dinero que debe reenviar a otras cuentas, descontando su comisión. Se trata de un fraude muy peligroso, ya que el candidato puede incurrir en un delito de blanqueo de capitales con graves consecuencias legales.
Envío masivo de correos con falsas ofertas:
Una de las formas más sencillas de estafa laboral consiste en el envío masivo al correo electrónico del parado de ofertas que incluyen reclamos del tipo «trabajo instantáneo», «sueldo fijo más porcentaje» o «llame a este teléfono antes de 24 horas para conseguir un empleo».
Qué pasos seguir para evitar estafas laborales por Internet
Hay ciertos síntomas que son indicativos de que una propuesta de trabajo es fraudulenta. Por ello, conviene tomar en consideración una serie de medidas básicas para evitar las estafas laborales en Internet:
Hay que estar alerta ante cualquier indicio o sospecha sobre la legalidad de la oferta de empleo o del puesto de trabajo al que se opta.
Conviene asegurarse de que la propuesta proviene de una empresa fiable, y no dejarse llevar por oportunidades laborales que no son claras. Como medida de precaución, la búsqueda de empleo en la Red debe hacerse a través de portales web de confianza y oficiales, que garanticen la protección de los datos del candidato que se incorporan en las páginas de esas compañías. Por ello, se recomienda declinar las ofertas que no procedan de sitios de Internet con reconocido prestigio, como organismos públicos, ETT (empresas de trabajo temporal) o grandes empresas.
Aunque no es un indicio concluyente, a menudo, las propuestas de empleo fraudulentas incluyen direcciones de correo electrónico con dominios generalistas (hotmail, yahoo, gmail, etc.) a las que el candidato debe enviar su currículum. Por el contrario, las empresas fiables suelen contar con dominio propio en Internet y, por tanto, tienen cuentas de correo asociadas al mismo.
Se debe prestar atención especial a cualquier síntoma que pueda sembrar la desconfianza, como la falta de información acerca del puesto de trabajo, el tipo de contrato, los servicios ofrecidos por la supuesta compañía de selección de personal, si se observa que el salario de la oferta es muy superior a la media del mercado, etc. Las ofertas de empleo fraudulentas no ofrecen información convincente sobre el puesto, las retribuciones o la dirección de la empresa.
Cualquier proceso de selección para optar a un empleo ha de contar con una entrevista personal anterior a la contratación. En este sentido, las contrataciones on line o a través del teléfono no son prácticas habituales.
Ninguna empresa puede exigir al candidato el pago de una cantidad de dinero por participar en un proceso de selección de personal o por realizar cursillos de aprendizaje. Asimismo, los periodos de prueba no remunerados son ilegales.
Para evitar las ofertas de trabajo fraudulentas, los candidatos nunca deben dar dinero a cambio de un supuesto empleo, ni facilitar sus datos bancarios o de tarjetas de crédito. Además, tampoco hay que realizar llamadas a determinados números de teléfono de tarificación adicional, ni enviar mensajes SMS para optar a un trabajo.
La mayor parte de las compañías exigen una formación académica determinada o la experiencia previa del candidato a la hora de inscribirse en una de sus ofertas de empleo, por lo que no existen las «ofertas de trabajo milagro».
En cualquier caso, si se es víctima de alguno de estos tipos de estafas laborales que circulan por la Red, hay que acudir a la Policía o al grupo de delitos telemáticos de la Guardia Civil para interponer una denuncia. Asimismo, se recomienda contactar con el Servicio de Atención al Cliente del portal web donde se publicó la oferta de trabajo para dar aviso del fraude.