Científicos españoles y de la NASA buscan vida en el subsuelo del Río Tinto

Este proyecto servirá también como preparación para una futura misión a Marte
Por EROSKI Consumer 27 de septiembre de 2003

Treinta científicos estadounidenses y españoles de la NASA y del Centro de Astrobiología (CAB) han comenzado a perforar el subsuelo de los altos de la Peña del Hierro, junto al nacimiento del Río Tinto, para averiguar si a 150 metros de profundidad existen bacterias capaces de sobrevivir sin oxígeno, alimentándose de minerales de hierro y azufre.

Este proyecto científico, de tres años de duración y una financiación de cinco millones de euros, pretende también desarrollar nuevas tecnologías y adquirir experiencia en el manejo de muestras e instrumentación con vistas a una futura misión de la NASA, que buscaría trazas de vida horadando la superficie de Marte.

La investigadora principal del proyecto Marte, Carol Stoker, precisó ayer que con las perforaciones se espera encontrar los mismos organismos extremófilos que durante la última década se han descubierto en las rojizas aguas del Río Tinto, que arrastran una concentración muy elevada de metales pesados y presentan una notable acidez. Esas bacterias acuáticas obtienen su energía de la oxidación de sulfuros metálicos, engullendo pirita y produciendo ácido sulfúrico e ion ferroso desde hace 300.000 años, mucho tiempo antes de que la actividad minera se iniciara en esta región onubense. La hipótesis de los científicos españoles es que la biología y las características químicas del Río Tinto son el producto de un reactor químico de base biológica, cuyo motor serían bacterias que no precisan de oxígeno y subsisten a base de compuestos químicos y minerales en capas subterráneas donde el agua interactúa con minerales de hierro y azufre.

Stoker explicó que el proyecto servirá en última instancia para realizar un simulacro de una misión en Marte, ya que el peculiar ecosistema del Río Tinto tiene muchas similitudes con el del Planeta Rojo. «En Marte no puede haber agua en la superficie porque la temperatura es muy fría y la presión atmosférica es muy baja, pero pensamos que existen reservas subterráneas de agua con posibilidad de albergar vida. De ahí el interés de la NASA en perforar el Río Tinto».

Hasta el momento, se está trabajando con muestras de una única perforación que ya ha alcanzado los 30 metros de profundidad, aunque el objetivo es horadar en cinco puntos próximos al río. Las muestras recogidas son trasladadas en paquetes herméticamente plastificados hasta un laboratorio instalado en el Museo Minero de Río Tinto, que cuenta con espectrómetros, cromatógrafos y otros equipos analíticos. En el laboratorio, las muestras de rocas y sedimentos se introducen en una cámara cerrada con nitrógeno e hidrógeno para evitar contaminaciones accidentales y que el oxígeno pueda destruir a los microorganismos. Una vez aislados, los científicos examinan la huella molecular de esas bacterias para comprobar si también son organismos extremófilos como los que habitan en las aguas del Río Tinto. En una segunda fase de trabajo se utilizará un sistema automatizado para extraer y analizar las muestras. Se trata de un taladro robotizado y un conjunto de instrumentos para la detección de biomarcadores.

El proyecto es financiado en un 30 por ciento por el Centro de Astrobiología con fondos del Ministerio de Ciencia, del INTA y de la Comunidad de Madrid. Esta investigación es una de las propuestas científicas más importantes aprobadas por la NASA para realizar experimentos de astrobiología en ecosistemas extremos terrestres, junto a un proyecto en el desierto chileno de Atacama y otro en la Antártida.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube