Escuelas Asociadas de la UNESCO

Más de 8.500 instituciones educativas de 180 países se comprometen a la práctica de una enseñanza de calidad
Por Marta Vázquez-Reina 1 de diciembre de 2010
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Aprender a conocer, hacer, ser y convivir. Sobre estos cuatro pilares, base de la educación para el siglo XXI, se asientan los proyectos en los que trabaja en la actualidad la Red del Plan de Escuelas Asociadas de la UNESCO (RedPEA). A esta red internacional, vigente en 180 países, están asociados más de 8.500 centros educativos de todos los niveles (más de 200 en España). Su principal labor consiste en funcionar como laboratorio de ideas para poner en práctica enfoques innovadores relacionados con la enseñanza de calidad, la educación para la paz, la comprensión internacional y el respeto al medio ambiente.

Educación de calidad

Lograr la educación de calidad para todos y el aprendizaje a lo largo de toda la vida es uno de los objetivos globales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La vía más directa para alcanzar este propósito es partir del principal marco educativo: las escuelas. Para actuar desde ellas de un modo directo y efectivo, en 1953 se creó la Red del Plan de Escuelas Asociadas de la UNESCO (redPEA), un eficaz instrumento para llevar a la práctica los ideales de la organización e incidir sobre la implicación de los niños y jóvenes en la consecución de estos.

El objetivo común es contribuir a la ejecución de las estrategias y programas de la UNESCO

En la actualidad, la redPEA la integran más de 8.500 instituciones educativas de 180 países, desde centros de educación infantil, primaria y secundaria, hasta escuelas de formación profesional o centros de formación del profesorado. El objetivo común de todas ellas es contribuir a la ejecución de las estrategias y programas de la UNESCO, desde su actuación como laboratorios de ideas y de experimentación de proyectos innovadores que permiten adoptar modelos ejemplares de educación de calidad.

Ser Escuela Asociada de la UNESCO significa comprometerse con los fines de esta organización. Además del fomento y la práctica de la enseñanza de calidad, los centros deben actuar de manera coherente y activa a través de los contenidos curriculares, los métodos docentes y la organización escolar en la proyección a sus alumnos de valores fundamentales, como la comprensión internacional y la interculturalidad, la consecución de la paz, la defensa de los Derechos Humanos y el respeto por el medio ambiente, entre otros.

Estructura de la red

Pueden formar parte las escuelas de cualquier nivel educativo y otras instituciones de enseñanza no reglada

La redPEA opera en el ámbito internacional, nacional y regional. En nuestro país, la Comisión Española de Cooperación con la UNESCO coordina a los más de 200 centros educativos asociados y, a su vez, cuentan con distintas coordinaciones regionales en las principales comunidades autónomas donde se localizan. Pueden formar parte de ella las escuelas de cualquier nivel educativo y otras instituciones de enseñanza no reglada, como centros de educación ambiental o musical.

Tal como marca la normativa de la red en nuestro país, para ser miembro, el primer paso es contactar con el coordinador autonómico, que visita el centro solicitante y emite un informe a la coordinación nacional. De modo posterior, la institución educativa debe remitir un formulario de solicitud de participación que recoja los objetivos y las características de las actividades que forman parte de su propuesta de actuación (ajustadas a líneas principales de educación de la UNESCO) y el compromiso de participación en la redPEA al menos durante dos años.

Principales acciones

Una vez admitido como centro perteneciente a la redPEA, la institución educativa debe plantearse los siguientes objetivos:

  • Fomentar la educación de calidad con la adopción de una política escolar inspirada en los ideales de la UNESCO de paz, respeto a los Derechos Humanos, a los pueblos y el medio ambiente, la no discriminación y la promoción del desarrollo sostenible.
  • Llevar a cabo trabajos y proyectos experimentales y elaborar materiales didácticos en los que, a través de un tratamiento local, se traten estos temas con un enfoque interdisciplinario y transversal, de modo que sean más cercanos para los alumnos.
  • Funcionar como centros pilotos para fomentar y asumir ideas innovadoras referidas a la «Educación para la Paz» y difundir las actividades llevadas a cabo para conseguir un efecto multiplicador en el ámbito local o regional.
  • Adoptar nuevas metodologías en las aulas, basadas en la participación activa y en el fomento de la creatividad en las que se tenga en cuenta la dimensión socio afectiva de la educación.

    Los objetivos se traducen en acciones y actividades que colaboran a la formación y adquisición de los valores fundamentales

    Estos objetivos se traducen, en la práctica diaria, en acciones y actividades que colaboran a la formación y adquisición, por parte de las nuevas generaciones, de los valores fundamentales prioritarios para la UNESCO. Una de las más frecuentes es la celebración de los Días y Años Internacionales marcados por la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorar aspectos importantes de la humanidad, como el Día Internacional de la Alfabetización o el actual Año Internacional de Acercamiento de las Culturas. Estas conmemoraciones permiten a los estudiantes debatir sobre temas de sumo interés y adquirir conciencia sobre algunos de los principales problemas actuales.

    Proyectos emblemáticos

    Las escuelas asociadas a la redPEA incorporan de distintas formas a su actividad académica diaria los principales temas que promueve la UNESCO, como la paz, los Derechos Humanos, las culturas o el medio ambiente. Pero otro modo de participación activa es a través de la colaboración en alguno de los proyectos emblemáticos que la red lleva a cabo entre sus asociados.

    Algunos de estos proyectos destacados van a cumplir cerca de dos décadas desde que comenzaron a funcionar, como es el caso del “Proyecto Mediterráneo Occidental” que se lanzó en el año 1992 con el objetivo de promover el dialogo euro-árabe y el patrimonio natural y cultural de esta zona geográfica. Más solera tiene aún “Linguapax”, un proyecto iniciado en 1987 para fomentar el intercambio cultural entre distintas lenguas y desarrollar así la comprensión internacional.

    Por otra parte, el proyecto “Jóvenes por el cambio” tiene por objeto ayudar a las escuelas a sensibilizar a los consumidores del futuro sobre el desarrollo sostenible y el proyecto “Observando la arena” se constituye hoy en día como una red voluntaria de estudiantes y profesores que buscan fomentar la sensibilidad hacia la fragilidad del medio ambiente marino y costero y la necesidad de usarlo con prudencia.

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