Jack russell terrier: todo lo que debes saber sobre esta raza

Los jacks son perros de tamaño más bien reducido pero de apariencia poderosa, vigorosa y ágil.

La raza se caracteriza por tener un cuerpo rectangular, más alargado que alto, sólido y bien proporcionado.

Los jack russell terriers generalmente miden entre 25 y 30 cm a la cruz (desde la base del cuello al suelo) y pesan entre 5 y 6 kg.

Sus ojos oscuros, pequeños y almendrados, expresan alerta, inteligencia y vitalidad. Las orejas tienen forma de «V» y bastante movilidad, las porta caídas o semicaídas hacia delante. La cola del jack suele caer en reposo y la lleva erguida cuando está alerta o en movimiento. Todo, en conjunto, contribuye a la imagen astuta que proyecta la raza.

Son perros longevos. Su esperanza de vida es de 12 a 16 años.

Su pelaje es denso. Puede ser corto, liso, quebradizo o áspero al tacto.

La capa externa es resistente a la intemperie y los colores habituales son el blanco, el blanco con manchas negras o fuego, o el tricolor, que combina el blanco con manchas negras y fuego.

La historia del jack russell terrier comienza a principios del siglo XIX en Inglaterra, y está ligada a la figura del reverendo John Russell. Un clérigo apasionado por la caza, que quería conseguir un perro robusto y ágil capaz de trabajar sin descanso en la caza de zorros, y que fue determinante en el desarrollo de esta vibrante y enérgica raza.

Fue a mediados del siglo XIX, cuando el reverendo Russell comenzó a desarrollar su línea de terriers seleccionando cuidadosamente perros con las habilidades y características deseadas, centrándose en rasgos como la agilidad, la resistencia y el coraje. De la cría surgieron dos variedades con mínimas diferencias. Por un lado, el parson russell terrier, que era ligeramente más alto y, por otro, el jack russell terrier, más bajo y alargado. Hoy en día están reconocidas como dos razas independientes.

Estos perros demostraron ser excepcionales en la caza de zorros, trabajando incansablemente para sacarlos de las madrigueras y mostrando una habilidad innata para rastrear y cazar presas.

En las décadas de los 60 y 70 se exportaron a Australia, país al que se atribuye su desarrollo y su popularidad a nivel internacional.

En 1972 se fundó el Jack Russell Terrier Club australiano, pero no fue hasta el año 2000 cuando se reconoció oficialmente la raza. La Federación Cinológica Internacional (FCI) lo hizo a título definitivo en 2003 y el Kennel Club británico en 2016.

Este pequeño perro de energía arrolladora tiene un carácter fascinante.

Como mascota posee grandes cualidades. El jack es familiar, fiel, amable, dedicado y cariñoso. También es extrovertido, sociable y muy disfrutón. Suele estar unido a sus dueños, pero, su naturaleza como perro cazador, en ocasiones, puede llevarle a mostrarse algo independiente.

Tiene un temperamento equilibrado y seguro. Como perro de trabajo es incansable, con un instinto de caza muy desarrollado. Es intrépido, audaz, atlético y ágil.

Adora el movimiento y estar atento a lo que ocurre alrededor. También es un perro ladrador. Estos rasgos de su personalidad activa hacen de él un buen perro alerta, que no dudará en avisar a sus seres queridos si percibe que algo va mal.

Su carácter independiente le hace tolerar la soledad, pero hay que tener cuidado porque, si se aburre o escucha ruidos estando solo, la inquietud típica de la raza puede alterar su forma de ser y volverle ruidoso, al ladrar, y destructor en casa.

El jack russell terrier es curioso y muy inteligente. La complejidad de su adiestramiento estará condicionada por el momento en que se comience a trabajar con él. Como buen terrier con temperamento, puede costarle mostrarse dócil y concentrarse, por eso la educación debe ser firme y en positivo desde cachorro. Si la educación es buena, no tendrá ninguna reticencia para cooperar ni aprender, y será mucho más fácil obtener los resultados esperados.

Se crió como perro de caza y su valía desarrollando esta función en la actualidad es incuestionable. De hecho, dos de sus habilidades notables son la búsqueda y el rastreo.

Es una raza vigorosa y ágil que destaca en deportes caninos como el agility y el flyball donde deben hacer algo que les entusiasma, correr y saltar.

Su agudeza mental también les hace brillar en el entrenamiento de obediencia.

El jack es un perro estupendo para los niños, sobre todo si son mayores, porque es muy juguetón. No es agresivo, ni suele morder pero, como no se caracteriza por su tranquilidad y su paciencia, es imprescindible que existan unas normas de convivencia y que los niños aprendan a respetarle y a tratarle adecuadamente, sin brusquedad.

Su fuerte instinto cazador puede ser un problema a la hora de convivir con otros animales en casa, porque puede verlos como presas, y su desorbitada energía puede ser malinterpretada por otros perros. Para garantizar un temperamento equilibrado de adulto y que aprenda a comportarse y relacionarse con personas ajenas a su familia y otros animales, es fundamental una correcta socialización temprana.

La higiene general de los jack russell terriers es sencilla. Son perros que no precisan un mantenimiento alto para conservar su aspecto limpio y saludable.

Es fácil de cuidar. Para eliminar el pelo muerto y mantener su manto brillante y en buen estado, es suficiente con realizar un cepillado semanal con un cepillo de cerdas suaves.

En épocas de muda puede ser necesario aumentar la frecuencia a un cepillado diario.

El jack no tiene que ser bañado a menudo, a menos que se haya ensuciado fuera de lo normal o que haya estado realizando actividades al aire libre. Con hacerlo una vez al mes o cada mes y medio estará bien. Bañarlos demasiado seguido puede eliminar los aceites naturales de su piel y causarles sequedad.

Para el baño debe usarse un champú suave y específico para perros que proteja la piel y el pelaje.

Las orejas de los jacks deben revisarse y limpiarse periódicamente para evitar que una posible acumulación de cera o suciedad provoque una infección en los oídos. Es aconsejable utilizar un limpiador indicado para ello.

Los ojos también tienen que permanecer siempre libres de legañas o secreciones, y por tanto hay que incluir su limpieza en la rutina de aseo. Para el lavado de los ojos puede usarse un suero fisiológico humedecido en una bola de algodón.

Es necesario cepillar los dientes del jack russell terrier varias veces a la semana para prevenir una acumulación de placa y sarro que derive en problemas dentales. Tiene que usarse un cepillo suave y una pasta de dientes para perros.

Un buen mantenimiento de las uñas es fundamental para que el perro camine o corra con comodidad. Hay que intentar que no le crezcan demasiado cortándolas siempre que sea necesario.

Aunque su manto es resistente, se debe revisar periódicamente la piel en busca de posibles irritaciones, cortes o signos de infestación de parásitos. Sobre todo, si pasa tiempo en el exterior, en contacto con la naturaleza.

Por su naturaleza hiperactiva y como perro cazador, el jack necesita practicar mucho ejercicio para sentirse bien tanto a nivel físico como mental.

A diario, y sin excepción, tendrá que poder salir al exterior y realizar alguna actividad que le permita liberar toda la energía que lleva dentro. Es un perro versátil que se adaptará y disfrutará con opciones variadas.

Paseos largos: de media hora a una hora cerca de casa, cambiándole las rutas, o, incluso de más tiempo en un entorno natural donde pueda explorar, olfatear, seguir rastros y excavar.

En áreas no acotadas se recomienda llevarle con correa, porque puede salir corriendo si algo llama su atención y, si no está bien adiestrado, puede no responder a la llamada de su dueño.

Juegos: de olfato y caza simulada, escondiendo un premio o un juguete que deba encontrar, o de lanzamiento de una pelota o un frisbee para que lo atrape. Además, para poner a prueba su inteligencia, son recomendables los juguetes interactivos, los puzzles y rompecabezas.

Deportes caninos: saltar y correr, junto a seguir rastros, son de las actividades favoritas para un jack. Por eso, los circuitos de agility y el flyball, que cuentan con obstáculos y deben completarse en el menor tiempo posible, son deportes indicados para la raza.

Los puede realizar en casa, si se dispone de un jardín, o apuntarle en algún centro para que pueda hacerlo fuera, e incluso participar en competiciones.

Natación: algunos jack russell terriers son buenos nadadores, y lo pasarán en grande nadando, mientras se ponen en forma sin que sus articulaciones sufran ningún impacto.

Entrenamiento de obediencia: debido a su inteligencia, los jacks pueden aprender trucos y comandos. Pero hay que ser paciente, firme y tener buena mano para adiestrarle. Se inquieta fácilmente y, aburrido, puede desconcentrarse y dejar de atender.

Cuando se le enseña algo es mejor ir cambiando los juegos, las señales o las órdenes para mantenerle interesado.

Socialización: compartir tiempo de juego o relacionarse en un parque canino con otros perros, es algo que también contribuirá a su bienestar emocional.

El jack russell terrier es glotón y, si no realiza la cantidad de ejercicio necesaria para mantenerse en forma, tiene tendencia a engordar. En este sentido, los premios o golosinas son una buena motivación cuando se le entrena o se le adiestra, pero si no son muy sanas o las come en exceso, pueden ser un arma de doble filo.

Teniendo esto muy en cuenta, la alimentación debe ser equilibrada, de alta calidad y estar adaptada al tamaño de la raza, la edad y, sobre todo, al nivel de actividad de cada ejemplar.

A la hora de elegir el tipo de alimentación se puede optar por alimentos secos, como las croquetas, húmedos, o una combinación de ambos. También se le puede proporcionar comida casera. Las preferencias y los gustos del perro deben ser los que sirvan de guía.

Conviene seguir las indicaciones de los fabricantes de pienso en cuanto a las cantidades y la frecuencia de las comidas en cada etapa de la vida del jack. Además de consultar con el veterinario o el nutricionista canino sobre distintas recetas caseras, alimentos recomendados y tóxicos, y las posibles variaciones en la dieta si cambian las necesidades del perro.

El jack es un perro con una esperanza de vida larga, lo que confirma lo fuerte que es la raza. No suelen padecer enfermedades genéticas, pero existen una serie de dolencias que pueden manifestarse con más frecuencia.

• Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes: es más común en perros pequeños. Afecta la articulación de la cadera y suele causar cojera y dolor.
• Luxación de la rótula: se produce cuando la rótula se desplaza de su posición normal. También puede provocar cojera y molestias en la pata afectada.
• Problemas oculares: algunos jacks pueden ser propensos a tener cataratas o luxación del cristalino.
• Sordera congénita: es de nacimiento y suele afectar a uno o a ambos oídos.

A pesar de su tamaño, los jack russell terriers son unos deportistas natos con grandes habilidades atléticas. Entre ellas está su capacidad para saltar a alturas sorprendentes, de hasta metro y medio, y llegar a correr a 50 km/h.

Uggie, el jack russell terrier de la película ganadora del Oscar «The Artist» (2011) fue una gran estrella. Recibió numerosos premios, como el “Golden Collar Award”, equiparable a un Oscar en el mundo canino, y el “Palm Dog”, a título póstumo, como mejor mascota canina de película en la historia del certamen de Cannes. También fue el primer perro en dejar sus huellas en el Teatro Chino Grauman, en Hollywood.

No es una raza tranquila, todo lo contrario, es puro dinamismo y energía. Para ser feliz necesitará un dueño o una familia deportista o muy activa que le brinde la posibilidad de hacer mucho ejercicio diario para desfogarse. No es apto para personas sedentarias que se limiten a darle dos o tres paseos cortos al día.

Debido a su alta necesidad de ejercicio es más conveniente que el jack russell terrier viva en una casa con jardín o con terraza al aire libre. Aunque si realiza sus buenos y largos paseos diarios, también puede acostumbrarse a vivir en un piso en la ciudad.

Por su naturaleza de cazador disfrutará poniendo a prueba su olfato, corriendo y escarbando. Es un perfecto escapista. Aburrido, en un jardín mal cercado, puede escarbar e intentar escabullirse buscando aventuras y nuevas distracciones. Si se tiene una propiedad con acceso al exterior es conveniente asegurar muy bien todo el perímetro.

Una de las características de la raza es que ladra bastante y esto puede ser un problema si se vive en un edificio con vecinos. Aunque son perros muy expresivos, que pueden ladrar para comunicar cualquier cosa, con adiestramiento es posible mantener a raya esta parte de su carácter.

Elegir al jack como perro de compañía puede ser una idea extraordinaria cuando se dispone de experiencia previa. En cualquier caso, si se conoce bien su forma de ser, se es capaz de atender sus necesidades y, sobre todo, existe un compromiso desde el principio con su educación y su socialización, será una raza encantadora que dará muchas alegrías a cualquier persona o familia que decida llevarlo a casa. Eso sí, siempre que sea compatible con su estilo de vida.