Airbag: ¿de verdad es efectivo?

Un reciente estudio del Real Automóvil Club de España (RACE) concluye que este dispositivo de seguridad reduce en un veinte por ciento la probabilidad de sufrir lesiones mortales.
Por EROSKI Consumer 18 de octubre de 2002

En los años ochenta y principios de los noventa, informes procedentes de Estados Unidos alertaban de lesiones producidas por el impacto de los ‘airbag’ especialmente en la cara y tórax de los conductores y acompañantes. La difusión de estos resultados en los medios de comunicación europeos extendió una alarma injustificada, al no explicarse que la legislación de aquel país exigía un tamaño mucho mayor y un inflado más rápido del dispositivo para proteger a los conductores de algunos estados donde el cinturón de seguridad no era aún obligatorio. No obstante, un sector de la población se ha mostrado reticente desde entonces a pesar de sus indudables ventajas.

Las asociaciones europeas de automovilistas, ante la falta de estudios similares en Europa, unieron sus fuerzas hace unos años para realizar un estudio estadístico fiable. A través de cartas personalizadas y anuncios en sus revistas solicitaron a los socios que compartieran sus experiencias en colisiones donde el airbag hubiera actuado. En total han recogido más de 700 encuestas en toda Europa y las conclusiones generales han cuantificado lo que la lógica preveía: el airbag reduce un 20 por ciento la posibilidad de sufrir lesiones graves y mortales, tanto para el conductor como para el acompañante.

Solo el cinturón de seguridad bate esta marca de efectividad en cuanto a protección. Como comparación, RACE recuerda en su informe que un dispositivo tan popular como la luz trasera de freno ha contribuido ha reducir los alcances traseros en un 8 por ciento.

Otra conclusión fundamental es que el airbag cuida, principalmente, nuestra zona más sensible. Los ocupantes protegidos por el cinturón y el airbag se lesionan gravemente con más frecuencia en las piernas o en el tórax que en la cabeza. Los datos de la encuesta no han apreciado lesiones relevantes derivadas del uso de gafas o en el caso de fumadores.

Incluso en los casos que funciona mal no produjo daños importantes. Se trata de colisiones a baja velocidad donde cargas electrostáticas o golpes en los bajos del automóvil confundieron a los sensores activando el sistema a pesar de que no era necesario.

A la vista de estos resultados RACE considera necesario incluir el airbag de conductor y pasajero como elemento de serie en todos los vehículos. Para reducir costes y hacerlo posible, propone reducir el IVA a este y otros elementos de seguridad capaces de ahorrar dinero a la sanidad pública: ‘mejor recaudar algún impuesto menos que tener que destinarlo más tarde a pagas facturas de hospital’, concluye.

La asociación de automovilistas sigue recogiendo datos para ampliar la encuesta. Si ha tenido alguna experiencia con el airbag, puede aportar su opinión en http://www.seguridadvial.org/HTML/encuesta_airbag.html

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