Las distracciones causaron 566 accidentes mortales en carretera el año pasado

El tipo de siniestro más frecuente provocado por la desatención en la conducción es la salida de vía, el choque con el vehículo precedente o el atropello
Por EROSKI Consumer 6 de marzo de 2012

En 2011, las distracciones causaron 566 accidentes mortales en carretera, en los que fallecieron 606 personas y 556 resultaron heridas de diversa consideración. El tipo de siniestro más frecuente provocado por la desatención en la conducción es la salida de vía, el choque con el vehículo precedente o el atropello. La Dirección General de Tráfico (DGT) destacó estas cifras con motivo del inicio de una campaña especial de sensibilización y concienciación de los peligros que entrañan las distracciones al volante.

Durante las dos semanas que durará la campaña, hasta el 18 de marzo, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico intensificarán los controles, con el intento de trasladar a la sociedad «la imperante necesidad de mantener durante el tiempo de conducción la máxima atención», remarcó la DGT.

También se ha cursado invitación a los ayuntamientos con más de 25.000 habitantes para que, a través de sus policías municipales, se sumen a la campaña con el establecimiento de controles en sus respectivos municipios, así como a las comunidades autónomas de Cataluña y País Vasco, que tienen transferidas las competencias en materia de tráfico.

Marcar un número de teléfono, enviar un mensaje por el móvil, manejar en marcha los sistemas de navegación, hablar por el móvil (incluso con manos libres), fumar al volante y muchas otras son acciones que se realizan a diario mientras se conduce y que son causa de un accidente. Si a la distracción se le suma un exceso de velocidad, ambos factores incrementan el riesgo de accidente y la lesividad del mismo, ya que el tiempo de reacción disminuye, recordó la DGT. Un vehículo que circula a 120km/h, en tres segundos, recorre una distancia superior a la de un campo de fútbol. Si el conductor aparta la vista de la carretera en ese tiempo, el vehículo circulará sin control a lo largo de un tramo en el que pueden surgir diversas circunstancias que provoquen un accidente.

Con respecto al teléfono móvil, su utilización mientras se conduce genera un elevado riesgo de distracción. Según diversos estudios, «tras un minuto y medio hablando por el móvil (incluso con manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar», señaló la DGT. Además, algunos estudios constatan que la peligrosidad por un uso inadecuado puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de velocidad.

Pese a que los conductores dicen ser conscientes de la peligrosidad que implica su uso, son todavía numerosos los que lo utilizan mientras van al volante. Según datos provisionales, el año pasado los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil impusieron 125.964 denuncias por utilizar el teléfono mientras conducían.

Pero no solo los conductores se ven afectados por el uso inadecuado del móvil, también en los peatones provoca distracción, ya que van abstraídos en la conversación y son ajenos a los riesgos viales que se les presentan.

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