No, la vacuna del tétanos y la difteria no protege (por ahora) del coronavirus

Los expertos aseguran que no está justificada la administración de vacunas de difteria, tétanos y tosferina, ni ninguna otra vacuna actual, para obtener protección contra la covid-19
Por María Huidobro González 15 de noviembre de 2020
vacuna covid
Imagen: Gustavo Fring

¿Por qué el coronavirus SARS-Cov-2 no afecta tanto a los niños y la mayoría pasa la covid-19 de forma asintomática o leve? Desde el principio de la pandemia, muchos nos hacemos esta pregunta. Aún no hay evidencia científica sólida que explique esta circunstancia, pero hace unos días, un estudio señalaba que las vacunas contra la difteria y el tétanos con o sin tosferina (DTP), que los pequeños reciben desde los dos meses de vida, podrían tener efectos protectores frente a la nueva enfermedad. Y, aunque solo es una hipótesis, la reacción entre la población no se ha hecho esperar: su demanda en las farmacias ha aumentado. En las siguientes líneas contamos más acerca de estas vacunas, de la hipótesis que se plantea en la investigación y de los efectos que podría tener esta sobredemanda según los expertos.

Vacunas para difteria y tétanos

La difteria es una enfermedad respiratoria causada por la bacteria Corynebacterium diphtheriae y que se contagia por estar en contacto con un paciente portador. Provoca una inflamación de la garganta que puede llegar a impedir la respiración e incluso a causar la muerte. De hecho, la letalidad oscila entre el 5% y el 10%. Además, este germen produce una toxina que daña el corazón y el cerebro.

El tétanos, por su parte, es una enfermedad muy grave inducida por una exotoxina llamada Clostridium tetani y que crece en las heridas mal ventiladas. La infección produce rigidez muscula, espasmos dolorosos, dificultad para respirar y tragar y convulsiones, entre otros síntomas. Su mortalidad ronda el 40 % de los casos.

Contra estas afecciones hay vacunas inactivadas (no es una vacuna viva), con eficacia clínica del 97 % en el caso de la difteria y del 100 % en el del tétanos. Pero siempre forman parte de vacunas combinadas, es decir, que cuentan con otros componentes:

? la Td cubre estas dos enfermedades.

? la DTPa y la Tdpa, además, protegen de la tosferina.

? la pentavalente también lo hace contra el H. influenzae tipo b y la polio.

? y la hexavalente da otro paso, protegiendo, además, contra la hepatitis B.

Y es precisamente de las vacunas Tdpa y Td de las que se ha producido un incremento de la demanda en las farmacias, según informa el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP). Tanto, que “se han dado casos de desabastecimiento”, como confirman desde la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC). La primera de ellas se recoge en el calendario de vacunaciones sistemáticas de la AEP para los niños de 6, 12 y 14 años y las embarazadas (en el tercer trimestre), mientras que la Td está incluida en los calendarios vacunales de adultos a partir de los 14 y los 65 años.

En todos estos casos, se proporcionan de manera gratuita en los centros de vacunación, principalmente los centros de salud y también en hospitales y otros centros acreditados. Y desde el CAV-AEP apuntan que para las demás es imprescindible la indicación y prescripción médica previa.

¿Qué pasaría si todos nos pusiéramos la vacuna triple bacteriana DTP?

La sobredemanda de estas vacunas para un uso no indicado podría causar problemas de disponibilidad para las utilizaciones autorizadas, alerta el Comité Asesor de Vacunas. De hecho, de las tres vacunas Td disponibles en España en 2020, una de ellas ya tuvo problemas de suministro en 2017 y otra ha dejado de comercializarse hace poco, como se recoge en el Centro de información online de medicamentos (CIMA) de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

vacuna infantilImagen: CDC

La CAV-AEP pone el foco, sobre todo, en la Tdpa (se comercializan dos marcas en España) que ayuda en la prevención de la tosferina en lactantes pequeños mediante la vacunación de sus madres en el último trimestre de la gestación. “Su uso sí ha demostrado ser beneficio especialmente para el futuro bebé y se incluye en las recomendaciones vacunales vigente”, señala.

El mismo organismo de la AEP también advierte de que su empleo fuera de las indicaciones aprobadas podría dar lugar a, entre otros efectos, una falsa percepción de seguridad y menor riesgo de contagio y transmisión de la infección.

Sobre el estudio que recomienda la vacunación

El artículo que tantas expectativas ha creado lo firma en la revista científica Frontiers in Immunology Pedro A. Reche, bioquímico del Departamento de Inmunología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Según el trabajo, se ha identificado computacionalmente la existencia de una extensa inmunidad cruzada entre el virus SARS-CoV-2 y antígenos presentes en la vacuna triple bacteriana DTP (difteria, tétanos y tosferina). Esta inmunidad cruzada permitiría activar respuestas protectoras frente al SARS-CoV-2 mediadas por linfocitos T CD8 y CD4 y por linfocitos B, en individuos vacunados. Por ello, “sería recomendable considerar el uso de esta vacuna o alguno de sus derivados de menor carga antigénica en la población general y así potenciar la respuesta inmunitaria frente a SARS-CoV-2”, explica la UCM en una nota de prensa.

Sin embargo, según el Comité Asesor de Vacunas de la AEP, “no está justificada la administración de vacunas de difteria, tétanos y tosferina, ni ninguna otra vacuna actual, con el propósito de obtener protección contra la covid-19”. Como señala en una publicación reciente (9 noviembre), donde también recuerda que se está estudiando el papel protector de la BCG (tuberculosis) contra la nueva enfermedad, el posible papel protector de las vacunas frente a la covid-19 “no es más que una hipótesis sobre el papel, pues no cuenta aún con ninguna evidencia de ello”. Además, considera que “aunque se demostrara la presencia de reactividad cruzada, debe destacarse que ello no comporta necesariamente protección alguna, que sería, en su caso, un resultado añadido que habría de ser nuevamente demostrado”.

En cambio, sostiene que si las vacunas en estudio no lograran aportar soluciones efectivas a los problemas que plantea la pandemia en un plazo razonable, podría justificarse considerar la evaluación de si pueden jugar algún papel complementario en el control de la covid-19.

Prudentes también se muestran desde la Asociación Española de Vacunología (AEV). “Se trata de una hipótesis técnicamente bien planteada pero que en ningún caso establece causalidad. Para ello sería preciso disponer de estudios epidemiológicos ad hoc”, explican sus expertos.

También el sector farmacéutico se ha pronunciado. El Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, según Diario de Sevilla, afirma que ni la vacuna DTP ni la vacuna del tétanos son vacunas contra la covid-19. Y llamaba a la prudencia: “Que se publique un artículo teórico sin estudios poblacionales no es ni de lejos evidencia suficiente para que la gente vacunada crea estar protegida. Tengamos cautela”.

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