La fisioterapia permite prolongar la autonomía en los ancianos

Incontinencia y osteoporosis figuran entre las patologías que tratan estas técnicas
Por EROSKI Consumer 16 de abril de 2002

La fisioterapia se ha constituido como un elemento complementario a la medicina, que adquiere una gran importancia en la salud de los ancianos, ya que ayuda a mantener y potenciar su autonomía. A las técnicas más tradicionales de fisioterapia como son las manuales y la electroterapia se suman otras como la balneoterapia y la hidroterapia, de demostrados efectos positivos, en los estudios realizados con personas mayores y cuya práctica cada vez está más difundida, si bien el sistema nacional de Salud, todavía no la ha incluido en todas sus aplicaciones.

Expertos en Fisioterapia de diversos puntos de España, se han dado cita, durante la pasada semana, en la Universidad Católica San Antonio, en Murcia, para participar en el V Congreso Nacional, que organiza esta institución académica, si bien esta es la primera vez que adquiere el rango de nacional.

Los alumnos de Fisioterapia han sido los responsables de presentar los trabajos, tutelados por un profesor, varios de ellos íntimamente relacionados con los problemas que aquejan a los mayores. Entre estos, por ejemplo, destaca el de incontinencia urinaria, dirigido conjuntamente por los doctores Santos y Avilés, y en el que se demuestra que en una población de mayores con envejecimiento saludable, la fisioterapia consigue excelentes resultados, sin necesidad de recurrir al tratamiento farmacológico o a la cirugía. Igualmente, según explicó el doctor Juan Dionisio Avilés, en estos casos, la fisioterapia puede ayudar a la rehabilitación del suelo pélvico en la incontinencia de esfuerzo y constituye una inestimable ayuda en los casos de vagina inestable o suelo pélvico incompetente.

Prevención de caídas

La utilización de TENS -estimulación a través de la electroterapia- para la cicatrización de úlceras o la importancia de la fisioterapia en la osteoporosis, fundamentalmente a través del ejercicio, son otros de los contenidos de los trabajos que los alumnos de la UCAM han presentado en este congreso.

Avilés apuntó la importancia del ejercicio físico en los mayores como elemento para mejorar su capacidad funcional y prevenir el riesgo de caídas. Por otra parte, en esta reunión de expertos se abordaron también otros temas relacionados con los ancianos como son los trastornos de la marcha, en los distintos tipos de envejecimiento: normal, óptimo y patológico, y el interés de registrarlos en vídeo para supervisar la reeducación así como para conocer su evolución y progreso. La fisioterapia es útil también en la mejora de las enfermedades respiratorias y en otras como el Parkinson, que afectan a un gran número de personas ancianas. Llegar a centenario con total autonomía es el objetivo al que deben aspirar geriatras y ancianos, en lo que se denomina una responsabilidad compartida, entre médico y enfermo, ya que ambos deben contribuir a que este reto, que hoy consiguen tan sólo unos pocos, se estandarice como una fórmula habitual de envejecimiento. En este sentido, la intervención de la fisioterapia juega un papel esencial.

Según Avilés, son diversos los factores que interactúan para que las personas longevas presentes diversas formas de envejecimiento, algunos de ellos vienen predeterminados por la genética, de modo que son ineludibles. Sin embargo, existen otros condicionantes que, a modo de prevención, pueden evitar la aparición de enfermedades causantes de lo que los expertos denominan envejecimiento patológico y entre las que se encuentran la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. En su opinión, la dieta y el ejercicio físico son las claves para mantener a raya la obesidad, el colesterol, la hipertensión que figuran entre los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades que causan incapacidad en la persona cuando no precipitan la muerte.

El doctor Avilés asegura que si cada vez se incrementa el número de ancianos que llega a centenario, el problema se centra ahora en que también aumentan el número de enfermedades, especialmente a partir de los ochenta o noventa años, cuando la persona se incapacita, y que esta situación forma parte del envejecimiento normal. El patológico es el asociado a enfermedades que hacen su aparición hacia los sesenta años como la artrosis y la demencia.

Hábitos saludables

La prevención y promoción de la salud en los ancianos, tiene la finalidad no sólo de reducir la mortalidad prematura, sino de preservar la función y la calidad de vida. El geriatra Esmeraldo Cano explica que los esfuerzos preventivos deben iniciarse durante la adolescencia, ya que es en esta etapa cuando se inician muchas de las enfermedades crónicas degenerativas como el cáncer o la arterioesclerosis, de modo que los hábitos saludables son -dice- la mejor esperanza de una vejez sana.

De este modo, la lucha contra el tabaco y el alcohol, el mantenimiento de una dieta alimenticia sana y equilibrada y la práctica de ejercicio son factores imprescindibles para garantizar un envejecimiento saludable.

Enfermedades como la hipertensión y la diabetes, relacionadas con el envejecimiento, son causa frecuente de enfermedades cardiovasculares, más aún cuando aparecen ligadas a otros problemas como la obesidad y una forma de vida sedentaria.

El doctor Cano considera, sin embargo, que las intervenciones preventivas en los ancianos pueden ser efectivas para reducir o retrasar la enfermedad y la discapacidad y que los programas de promoción de la salud para los ancianos tienen una gran capacidad potencial para mejorar la calidad de vida de este colectivo. En su opinión, los mayores responden de forma favorable a los consejos sobre prevención y son capaces de modificar sus hábitos incluso después de los 75 años y, en este sentido, apunta que, en actividades de vacunación, se obtienen mejores respuestas entre el colectivo de personas mayores que en la población más joven.

Por otra parte, indica que a los beneficios que se obtienen como resultado del cambio en el estilo de vida hay que sumar otras actuaciones encaminadas a promover la salud y que persiguen una mejora en la autoestima y la autonomía. En este sentido, el geriatra asegura que la satisfacción que consiguen mediante este tipo de actuaciones, preferentemente cuando se realizan en grupo, contribuye en gran medida a mejorar la calidad de vida del paciente anciano.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube