La retirada del supuesto producto adelgazante «Depuralina«, decretada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha sido valorada positivamente por las asociaciones de consumidores, aunque han lamentado que no se haya producido antes.
Fuentes de la Federación de Consumidores en Acción (FACUA) apuntaron que «las administraciones central y autonómicas podían haber actuado con anterioridad a conocerse los efectos adversos de este ‘producto milagro’, ya que desde hace más de una década está expresamente prohibida la publicidad en la que se atribuyan supuestas propiedades adelgazantes. Así lo establece el Real Decreto 1.907/1996, de 2 de agosto».
La Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) también cree que se podría haber retirado antes el producto y ha exigido a las autoridades sanitarias más interés y mecanismos de control para evitar que artículos potencialmente peligrosos para la salud lleguen a las manos de los consumidores.
Según la AESAN, «Depuralina», que estaba a la venta en 28.000 puntos de toda España desde noviembre del pasado año, contiene una mezcla de semillas, plantas, frutas y otros componentes biológicos, destinados, según la publicidad del producto, al adelgazamiento y a la mejora del tránsito intestinal, además de otros aparentes beneficios.
El distribuidor se defiende
La empresa Cátaro-Nopal, distribuidora del producto, ha asegurado que se trata de un complemento alimenticio de alto contenido en fibras y bajo aporte calórico 100% natural y depurativo, sin componentes químicos.
El responsable de la firma, Miguel Ángel de Isidro, aclaró ayer que la inmovilización de «Depuralina» sólo puede atribuirse a una «falta administrativa leve» por no haberse inscrito la entidad en el Registro General Sanitario de Alimentos (RGSA), algo que no consideraron oportuno efectuar en su momento por no estar implicadas las oficinas de la empresa en la fabricación del producto.
De Isidro afirmó que «Depuralina» se trata en laboratorios envasadores de terceros que cuentan con todos los permisos sanitarios pertinentes y que los estudios toxicológicos y microbiológicos realizados han revelado que es «totalmente inocuo» para la salud.
Respecto a los tres casos de «shock» anafiláctico y toxicidad hepatotóxica detectados en Portugal, De Isidro afirmó que «son producto de otros medicamentos ingeridos por los afectados, nunca por ‘Depuralina’; si este complemento alimenticio tuviera tales efectos negativos se verían afectadas más de 100.000 personas por efectos adversos, el número aproximado de nuestros consumidores sólo en Portugal».
