Entrevista

Antonio Hernández, jefe del servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia

Todas las personas mayores de 65 años padecen algún dolor crónico
Por Clara Bassi 14 de diciembre de 2010
Img hernandez royo
Imagen: CONSUMER EROSKI

Las personas mayores de 65 años no se libran del malestar físico. El 100% padece algún tipo de dolor crónico de distinta índole, aunque lo pueden tratar diversos especialistas, entre ellos, médicos rehabilitadores, de atención primaria, neurólogos y traumatólogos. El ejercicio físico, además de la farmacología (analgésicos y antiinflamatorios, entre otros), es una de las medicinas adecuadas para combatirlo, según explica Antonio Hernández Royo, jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Arnau de Vilanova, de Valencia.

¿El dolor es uno de los aspectos que más preocupa a los ancianos?

No solo a los ancianos, sino a todo el mundo. Es muy raro encontrar a una persona que no sufra ningún tipo de malestar. No obstante, a medida que avanza la edad, estos son cada vez más importantes. En medicina siempre se ha considerado que es un síntoma de alarma y hay que saber por qué duele algo. Hoy en día, sin embargo, el principal objetivo es eliminarlo. Cuando un enfermo entra por la puerta de la consulta y se le pregunta qué le pasa, su primera respuesta es: ‘a mí me duele’.

¿Qué porcentaje de personas padecen dolor crónico?

El 100% de las personas a partir de 65 años, aunque, curiosamente, se investiga mucho sobre el dolor crónico en población infantil y se realiza su detección antes de que los síntomas sean de alarma. La medicina avanza de esta manera. La sociedad quiere vivir mejor y tener mejor calidad de vida, también durante la infancia.

¿Qué tipos se detectan en los niños?

“El dolor crónico infantil se debe al crecimiento, mala higiene postural y falta de ejercicio físico”

En un gran porcentaje de casos, en época de crecimiento, duelen los huesos y la espalda por falta de higiene postural, malas posiciones que se adoptan en el colegio y falta de ejercicio físico. También sufren con la salida de los dientes de leche y hasta que cuentan con la dentición definitiva, así como ante cuadros de otitis. Además, hay una cantidad enorme de múltiples factores por los cuales en ocasiones es agudo y otras, muy persistente.

En cuanto al dolor crónico en ancianos, ¿cuál es el más común?

Con independencia del que provoca una enfermedad neoplásica, los más frecuentes son los reumáticos, donde la artrosis tiene un lugar destacado, la enfermedad cardiovascular, los problemas de diabetes con complicaciones, las enfermedades neurológicas y los accidentes cerebrovasculares, que provocan hemiplejías y daño físico, entre otras manifestaciones importantes.

¿Los mayores se conforman con las molestias y lo atribuyen al proceso de envejecimiento o acuden al médico?

“La medicina de la rehabilitación es muy útil en todo el proceso de envejecimiento y puede evitar la polimedicación”

Los ciudadanos acuden cada día más al médico, y no una, sino múltiples veces, en busca de tratamiento. Ya sea al profesional de atención primaria o al especialista. No se conforma, sobre todo, la población femenina, ya que los hombres tienden a manifestarlo menos. En las afectadas, el aspecto preventivo es más importante que en sus congéneres y prueban con distintas formas de vida. En algunos centros de personas mayores, los días más exitosos son aquellos en los que se les hace bailar. Quizá haya personas que no hayan bailado nunca o que lo hayan hecho y vuelven a incorporarse al baile, pero se ha detectado que hacerlo dos veces por semana es como volver a hacer ejercicio y, como la natación o el caminar, forma parte de las normas higiénicas que se instruyen a los pacientes para intentar combatirlo.

¿Dónde se resuelve el dolor crónico de las personas mayores: en atención primaria o en unidades especializadas?

En las unidades específicas se trata el dolor que es casi irreversible. Es una atención más sofisticada, que se realiza en un centro hospitalario: se utilizan técnicas agresivas para administrar determinados fármacos en zonas concretas, para luchar contra él. No obstante, especialistas como el médico de familia o el reumatólogo también tienen experiencia suficiente para poder combatirlo con un arsenal terapéutico más o menos agresivo. También se puede recurrir a la medicina de la rehabilitación, que es una técnica médica física, donde un equipo multidisciplinar realiza rehabilitación o fisioterapia ocupacional. Este tipo de abordaje terapéutico es muy útil en todo el proceso de envejecimiento porque, además, puede evitar la polimedicación.

Los pacientes ancianos, de por sí, toman ya muchos fármacos, ¿esto provoca interacciones o hay contraindicaciones con los analgésicos?

“El tratamiento evoluciona de forma permanente y hay que evaluarlo en función de sus efectos secundarios y del nivel de dolor de la persona”

Es cierto que hay ciertas dificultades para prescribir el adecuado, según el tipo de dolencia que padezcan y los efectos secundarios del fármaco. Es necesario administrar el medicamento apropiado porque si no se hace así, no sirve de nada. Si ante un dolor neuropático -enfermedad del sistema nervioso- se administra un tratamiento para molestias generalizadas, será del todo inútil. Otro aspecto destacado es el de las familias de fármacos, ya que su acción depende del tipo de sufrimiento y del paciente. Esto provoca que algunos funcionen y otros, en contextos similares, no. Esta situación da lugar a que en algunos pacientes se tenga que hacer una rotación de medicamentos hasta descubrir los más eficaces. Por todas estas características, es una condición que requiere más seguimiento del que, por norma general, se hace.

¿Qué mensaje lanzaría respecto al dolor crónico en personas mayores?

El tratamiento evoluciona de forma permanente y hay que evaluar en función de sus efectos secundarios y del nivel de dolor de la persona, que es un aspecto que cambia a lo largo de la vida. Todo ello debe quedar reflejado en la historia clínica del paciente.

¿Es éste también el reto para mejorar el manejo de la forma crónica?

Sin duda alguna. Creo que requiere más tiempo que medios y, sobre todo, más coordinación entre la atención primaria y la especializada.

MEDICINA DE LA REHABILITACIÓN

La medicina de la rehabilitación es una de las especialidades que se dedican al tratamiento del dolor. También utiliza fármacos, puesto que los médicos rehabilitadores mantienen la farmacoterapia que prescriben otros especialistas, como neurólogos o traumatólogos, para saber cuál es el mayor efecto de un fármaco en un paciente determinado y en un momento concreto. Pero, ante todo, esta especialidad trabaja con el ejercicio físico, según Antonio Hernández Royo.

Un tratamiento de medicina de la rehabilitación que incluya el ejercicio físico para paliar el dolor es uno de los programas que requieren de un seguimiento muy estrecho, sobre todo, “porque la población española no está muy habituada a hacer ejercicio y porque cada vez hay más personas de más edad que no han adquirido nunca este hábito”. El ejercicio es el arma terapéutica más importante para combatir las molestias del sistema musculoesquelético, formado por los músculos, el esqueleto, las caderas, las rodillas o los hombros.

Según este experto, la medicina de la rehabilitación, junto con el sufrimiento crónico, llega a otras técnicas como la electromedicina, los ultrasonidos, la termoterapia (aplicaciones de calor y frío) y aparatos TENS, que permiten interceptar el estímulo doloroso y evitar que se extienda.

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