Un estudio científico advierte de la posible toxicidad de la avena para los celíacos

Los investigadores se muestran cautos pero aconsejan no incluir este cereal en la dieta de los alérgicos al gluten
Por EROSKI Consumer 12 de noviembre de 2003

La avena puede causar toxicidad a los enfermos celíacos (alérgicos al gluten), según concluye un estudio científico en el que han participado investigadores españoles del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) y que sugieren prudencia en el consumo de este producto por parte de estos pacientes. Este trabajo, publicado en la revista «International Journal of Gastroenterology and Hepatology», ha confirmado por primera vez el desarrollo de síntomas y deterioro de la mucosa intestinal en un enfermo celíaco por consumo de avena. Enrique Méndez, director de la Unidad de Análisis Estructural de Proteínas del CNB y uno de los investigadores participantes en el estudio, señala que actualmente no existen datos clínicos ni científicos suficientes para excluir o incluir la avena en la dieta del colectivo celíaco, y que estudios clínicos realizados en los últimos años parecen confirmar que la mayoría de los pacientes no resultan afectados por el consumo de cantidades moderadas de avena.

En opinión de Méndez, esto puede deberse a que las cantidades de prolaminas -grupo al que pertenecen los diferentes tipos de gluten, según el cereal en el que se encuentran y que constituyen el conjunto de agentes peligrosos para los celíacos- en las avenas son muy pequeñas en comparación con las de trigo, cebada o centeno. «No obstante -añade- la falta de control de la avena en los alimentos puede representar un problema para estos pacientes».

En este trabajo participaron 19 celíacos adultos que consumieron 50 g de avena diarios durante 12 semanas. El equipo de Enrique Méndez analizó diferentes avenas con un «kit» determinado y se eligió una en la que no se localizaron contaminaciones de trigo, cebada o centeno.

Uno de los pacientes celíacos fue sensible a la avena. La biopsia intestinal mostró una atrofia parcial, que superó al dejar de consumir este cereal, pero de nuevo desarrolló una atrofia subtotal y una dermatitis aguda al volver a ingerirlo. Los científicos se muestran cautos hasta que la toxicidad de la avena no esté totalmente evaluada y aconsejan no incluirla en la dieta de los celíacos.

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