Clonación animal y alimentación

El Gobierno estadounidense podría aprobar en breve la clonación de animales con fines comerciales, especialmente en el campo de mejora genética de la cabaña ganadera
Por Marta Chavarrías 5 de enero de 2006

La Agencia de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA, en sus siglas inglesas) podría aprobar en breve la comercialización para el consumo humano de leche y carne de animales clonados, a pesar de que recientes estudios señalan que el 63% de los consumidores estadounidenses declara que no compraría este tipo de productos.

No es la primera vez que las autoridades sanitarias norteamericanas anuncian la salida al mercado de alimentos procedentes de animales clonados. En agosto de 2002, el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, en sus siglas inglesas) solicitaba a la Academia Nacional de las Ciencias (NAS) un informe que determinara si los animales clonados pueden o no entrar en la cadena alimenticia. El informe concluía que no existen evidencias de que los animales obtenidos a través de técnicas de clonación supongan un riesgo para la salud.

A pesar de todo, y pese a que ya se encontraban en granjas casi cien vacas y cerdos obtenidos a partir de este método, la FDA no dio su consentimiento. Pero durante el año 2006 podrían llegar a materializarse las previsiones acordadas entonces, que apuntaban para el año 2005 el inicio de la distribución de cerdos clonados. En los últimos cuatro años, los ganaderos y principales empresas estadounidenses del campo de la clonación han mantenido una moratoria voluntaria, que continuará hasta que concluya el plazo de comentario público sobre el informe que, además de garantizar la salubridad de productos clonados para consumo humano, concluye que no existen efectos negativos sobre el bienestar animal.

Aceptación y rechazo

Los contrarios a la comercialización de productos procedentes de animales clonados aseguran que la técnica altera algunos patrones genéticos que podría afectar a la carne y la leche

El anuncio sobre la posible comercialización de productos procedentes de animales clonados ha hecho reaccionar a buena parte de organizaciones de consumidores, que aseguran que el público estadounidense no los aceptará. Según una encuesta del Consejo Internacional de Información sobre los Alimentos, el 63% de los encuestados asegura que no compraría leche, carne o huevos procedentes de animales clonados, incluso aunque la FDA los declare seguros para el consumo.

Pues bien, la Agencia ya emitió un comunicado, en 2003, basado en 100 estudios científicos que concluían que «no existen razones que indiquen que el consumo de productos procedentes de ganado clonado, como ovejas, cerdos o cabras, constituyan un riesgo mayor que otros productos». Ahora, la última encuesta presentada el pasado mes de octubre, refleja que un tercio de los consumidores estadounidenses sí consideran que la clonación animal sería aceptable para mejorar la salud de los animales y para mejorar la calidad de la carne y la leche. Para muchos, las copias genéticas son el paso lógico a la mejora del ganado.

Una de las portavoces de las empresas líderes en la clonación comercial de animales asegura que los procedimientos han avanzado de forma espectacular en los últimos ocho años, desde que el Instituto Roslin en Escocia anunciara la clonación de la oveja Dolly. Para Larisa Ridenko, experta en biotecnología de la FDA, los animales clonados son más «susceptibles de sufrir defectos en el nacimiento y padecer problemas de salud en los primeros 50 días de vida», pero tras este periodo, «su salud es comparable a la de animales nacidos de forma natural».

Con todo, algunos estudios son mucho más cautelosos al considerar que pueden producirse anormalidades genéticas, aunque sea de forma muy sutil. Uno de los principales temores es que los genes introducidos en el ADN de animales produzcan proteínas que no se encuentran normalmente en la dieta humana, lo que podría llegar a provocar reacciones alérgicas e incluso tóxicas. Por este motivo, el comité de expertos señala que algunos productos derivados de animales clonados son vistos con un «grado moderado de preocupación».

CONDICIONES ESPECÍFICAS

Img transporte1Actualmente no existe ninguna regulación que evite que un alimento procedente de un animal clonado se incorpore en el mercado estadounidense, como lo demuestra la moratoria voluntaria que ha mantenido el sector productor. Responsables de algunas empresas biotecnológicas reconocían el pasado mes de octubre que «en el plazo de 18 a 20 meses podría haber centenares de miles de animales clonados», según informaba el Washington Post.

Para Irina Polejaeva, experto en reproducción animal, un clon es «una copia de los animales que ya hemos comido», lo que vendría a justificar la posible decisión de la FDA de no exigir que los productos procedentes de animales clonados lleven algún tipo de indicación al respecto en el etiquetado.

Las predicciones apuntan a que el visto bueno de la FDA llevará implícito un fuerte crecimiento en el número de clones, especialmente de los clonados a partir de animales ya sacrificados cuya carne resulta de gran calidad, algo que por el momento no puede determinarse antes del sacrificio.

La Organización Internacional de Epizootias (OIE) emitía un informe en 2005 en el que reconoce que, además de las consideraciones relativas al bienestar animal, otros dos aspectos cruciales son la salud de los animales y los efectos que de ahí puedan seguirse en cuanto a la inocuidad de los alimentos.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube