Investigadores del ARS eliminan los malos sabores en determinadas especies de peces

Por EROSKI Consumer 11 de marzo de 2003

Los productores de bagre, pescado que habita en aguas turbias y rías de baja salinidad, sobre todo en la zona del Río de Plata, pueden reducir al mínimo la posibilidad de que aparezcan malos olores y sabores. Expertos del Servicio de Investigación Agrícola de EEUU (ARS, en sus siglas inglesas), aseguran que la cría de estos peces en zonas con aguas frescas contiene menos algas y bacterias responsables de sabores indeseables.

Los expertos de la Unidad de Investigación de la Genética de Bagre, Mississipi, estudian la biología de la alga denominada cyanobacteria, fuente de la geosmina, el 2-MIB y otros compuestos que provocan que los peces tengan un sabor de madera o incluso un sabor similar al combustible de motor diesel, asegura Paul Zimba, uno de los responsables del estudio, informa el ARS.

Los resultados del estudio han demostrado que el agua de las charcas más antiguas donde se crían los bagres contiene el zooplancton en densidades más altas que en las charcas más nuevas, y que puede causar alteraciones en el sabor de los peces. Para evitar esta alteración, los expertos estudian un sistema de sensoramiento remoto capaz de detectar las especies de alga no deseadas en las zonas de producción.

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