La Real Sociedad Geográfica británica asegura que la contaminación de agua potable con arsénico afecta a 137 millones de personas

Nuevos estudios sugieren que su ingesta a través de los alimentos puede incrementarse con productos como el arroz, los cereales o las setas
Por EROSKI Consumer 1 de agosto de 2008
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Imagen: mykaul

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas inglesas) ha publicado en su página web una solicitud de datos analíticos de arsénico en alimentos. Ya en el año 2004 la Comisión Europea (CE) llevó a cabo un estudio de evaluación de arsénico en alimentos. Entonces, las autoridades comunitarias concluyeron que los productos de la pesca eran la principal fuente de arsénico en la dieta de la población media adulta.

Presencia generalizada

La OMS fija en 10 partes por 1.000 millones de arsénico en agua como límite máximo
Teniendo en cuenta los avances en los nuevos métodos de determinación de arsénico inorgánico, así como nuevos estudios que sugieren que otros productos alimenticios (arroz, cereales, algas o setas, entre otros) pueden contribuir significativamente a incrementar la ingesta de arsénico, Bruselas ha solicitado al Panel de expertos sobre Contaminantes de la EFSA que evalúe el riesgo para la salud humana relacionado con la presencia de arsénico en los alimentos, incluida el agua de bebida.

Todos aquellos interesados en el envío de datos para que puedan tenerse en cuenta en la evaluación de riesgo por parte de EFSA, correspondientes a análisis realizados entre enero de 2003 y noviembre de 2008, pueden hacerlo hasta el 14 de noviembre en la dirección de correo electrónico contaminants@efsa.europa.eu. Asimismo, se solicita remitan copia de dichos datos a la dirección contaminantes@msc.es.

Según un estudio realizado por la Real Sociedad Geográfica del Reino Unido, la contaminación acuática por arsénico afecta a 137 millones de personas en todo el mundo y en poblaciones que ingieren agua potable contaminada por este elemento se han observado patologías de la piel, pulmonares, neurológicas o vasculares, según la investigación británica. El problema afecta sobre todo a las regiones más pobres, como el sur de Asia, las zonas occidentales de América Central y del Sur y algunas regiones de África.

Vías de descontaminación

El problema de la contaminación por arsénico en el arroz ha llevado a investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y de Copenhague (Dinamarca) a desarrollar una proteína que podría permitir el cultivo de arroz en áreas consideradas tóxicas. El equipo, que acaba de presentar los resultados de su estudio, aporta pruebas que demuestran que una familia de transportadores, que denominan proteínas intrínsecas semejantes a la nodulina 26 (NIP), pueden introducir el arsenito atravesando la membrana de las células de las plantas. Publicado en la revista «BMC Biology», abre las puertas a la posiblidad de reducir o prevenir la absorción de arsénico por las plantas mediante la tecnología génica.

Además, se podrían desarrollar nuevas variedades de arroz que no absorban arsénico aún en el caso de que se riegue con agua contaminada. ¿Cómo? Desactivando las proteínas o manipularlas de manera que la planta segregue el arsénico que absorba. Uno de los objetivos de estudios como este debería ser reducir la intoxicación por esta sustancia en humanos, limitando la cantidad que procede de la cadena alimentaria.

Un no metal

El arsénico es un no metal, aunque posee algunas características metálicas, con una historia toxicológica particular. En el siglo X, y en forma de trióxido de arsénico, fue el agente de elección por parte de muchos envenenadores de la época. Y es que se trata de un elemento que se ha relacionado desde siempre con la muerte de grandes personas de la historia. Se trata de un elemento altamente tóxico y carcinógeno que existe de forma natural en las rocas.

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