Nueva alerta alimentaria por coquinas contaminadas

La AESAN ha ordenado la retirada del mercado de algunos lotes de coquinas congeladas procedentes de Perú ante la aparición de casos de hepatitis A asociados a su consumo
Por Maite Pelayo 17 de septiembre de 2008
Img coquinas
Imagen: Erdecai

La alerta, detectada por los servicios de Salud Pública de la Comunidad Valenciana, fue comunicada al Ministerio de Sanidad y Consumo a través de la red de alerta española SCIRI (Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información Alimentaria) y de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Aunque las coquinas peruanas han llegado a diferentes puertos y se han distribuido por nuestro país con todos los certificados en regla, el sistema de vigilancia epidemiológica detectó posteriormente una clara relación entre el consumo de algunas de sus partidas con casos de hepatitis A.

Imagen: Erdecai

Los moluscos bivalvos, como las coquinas, se alimentan filtrando el agua en la que viven. Si el agua está contaminada por vertidos de aguas residuales y éstas contienen virus, los moluscos concentran dichos virus hasta niveles mucho más elevados. Esta es una de las posibles causas que explican cómo se ha podido producir la contaminación. Pero hay otra, que respondería a la manipulación de este alimento por parte de una persona afectada por hepatitis A. Los estudios que se están realizando determinarán la causa concreta y precisarán en qué punto se ha producido el problema.

Las medidas adoptadas

Las autoridades sanitarias españolas recomiendan no consumir coquinas procedentes de Perú que puedan encontrarse en hogares o establecimientos de restauración
Hasta la fecha, y siguiendo el principio de precaución destinado a proteger la salud de los consumidores, se está procediendo a la retirada de todas las coquinas envasadas con fecha posterior a 1 de junio de 2007, fijada por la Comunidad Valenciana como inicial del envasado de las tellinas presuntamente implicadas. Además, las autoridades sanitarias recomiendan no consumir coquinas procedentes de Perú que puedan encontrarse en los hogares o en bares y otros establecimientos de restauración, sin antes cerciorarse, a través de la información facilitada por AESAN o el Ministerio de Sanidad y Consumo, de que no pertenecen a los lotes contaminados. De ser así, estos productos deberán ser devueltos por los consumidores finales y establecimientos de restauración a sus proveedores.

Contaminación viral

No es la primera vez que se detecta en nuestro país una contaminación viral con origen en moluscos importados. En otras ocasiones, además de coquinas, los alimentos implicados han sido almejas finas y vieiras. Es importante mencionar que todas estas importaciones han consistido en moluscos congelados. Ello indica que se trata de productos que se someten a un proceso de conservación que, aunque en principio podría eliminar algunos microorganismos, en el caso de los virus entéricos y, concretamente, del virus de la hepatitis A (VHA), prácticamente no presenta ningún efecto debido a su elevada resistencia a la congelación.

Se trata de un virus que se transmite a través del agua contaminada o de los alimentos crudos o ligeramente cocidos, ya que el calor intenso sí lo destruye. Por otra parte, los virus no se multiplican en los alimentos, sino que estos se convierten en un vehículo pasivo de transmisión. Además, y al tratarse de organismos filtradores, las coquinas y otros bivalvos pueden llegar a concentrar hasta peligrosos niveles contaminantes no sólo de virus sino de otros microorganismos patógenos presentes en su medio ambiente o biotoxinas procedentes de microalgas.

Cadena de responsabilidades

La Unión Europea lleva a cabo inspecciones periódicas en las empresas de los países de origen que exportan productos a sus países miembros. Además, al entrar en nuestras fronteras, los moluscos bivalvos están sometidos a los controles establecidos en el Real Decreto 1977/1999 y a las disposiciones comunitarias del Reglamento de la UE 854/2004 y el UE 882/2004. Esto supone la realización de un control documental y de identidad del cien por cien de las partidas presentadas y un control físico en el 50% de los casos. Desde la fecha de la alerta, Sanidad Exterior ha adoptado medidas analíticas adicionales en todas las partidas de moluscos bivalvos procedentes del exportador peruano implicado.

La obligación de garantizar la seguridad alimentaria corresponde a todas las empresas que operan en la cadena alimentaria desde la producción primaria hasta el consumidor. Así, tanto las empresas productoras como las empresas importadoras deben garantizar que los alimentos importados tienen el mismo nivel de seguridad que los alimentos producidos en la UE. Deben aplicar y mantener procedimientos técnicos para evitar cualquier peligro que deba eliminarse o reducirse a niveles aceptables, como el Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC). Además, si una empresa alimentaria considera o tiene motivos para pensar que alguno de los alimentos que ha importado, producido, transformado, fabricado o distribuido no cumple los requisitos de seguridad de los alimentos, deberá retirarlo de forma inmediata del mercado e informar obligatoriamente a las autoridades competentes.

En el caso de que el producto haya llegado a los consumidores, se recuperarán los lotes que ya hayan sido suministrados. También se informará de forma efectiva y precisa a los consumidores de las razones de la retirada. Los Estados miembros de la UE, según la legislación alimentaria europea, deben velar por el cumplimiento de la legislación controlando y verificando su cumplimiento con sus mecanismos oficiales. Según la Constitución y los estatutos de autonomía, el control de la legislación alimentaria y la inspección sobre el terreno recae en las comunidades autónomas. La Administración General del Estado y el Gobierno tienen la responsabilidad de la coordinación y la legislación básica.

De transmisión alimentaria

La hepatitis A es una enfermedad vírica (VHA) con un periodo de incubación variable de alrededor de cuatro semanas transmisible por vía fecal-oral y por contacto muy directo con una persona infectada o por la ingesta de agua o alimentos contaminados crudos. En caso de brote se recomienda extremar las medidas higiénicas. De comienzo repentino y carácter generalmente leve, esta enfermedad incluye, entre sus síntomas más generalizados, fiebre, dolor de cabeza, cansancio, malestar general, falta de apetito, náuseas, vómitos y dolor abdominal, seguidos en pocos días de ictericia y aparición de orina de color oscuro, aunque puede también presentarse de manera asintomática. La evolución general es favorable y en la mayoría de los casos acaba en un reestablecimiento completo sin secuelas ni recurrencias, dado que confiere inmunidad de por vida frente a una infección posterior.

Las coquinas

También llamadas tellinas en algunas regiones, las coquinas son un molusco bivalvo (“Donax spp”). La más común en nuestras costas es la “D. trunculus”, con una concha marrón con bandas de color más claro. Se extiende a lo largo de la costa europea del Atlántico Norte y en el Mediterráneo, enterrada a poca profundidad en la arena cerca de la costa. Muy apreciada en nuestra cocina, su producción es muy pequeña y está localizada básicamente en algunas rías gallegas, en Cádiz, Huelva y en pequeñas zonas del Mediterráneo. Casi el 80% de las coquinas congeladas se importan desde Perú.

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