Panga, consumo seguro

El producto que se comercializa actualmente tiene que cumplir con todos los requisitos de control establecidos por la UE y por España
Por Marta Chavarrías 12 de enero de 2009
Img panga
Imagen: Joymaster

A pesar de que las últimas noticias alertan de la presencia de contaminantes en panga procedente de granjas de piscifactoría de Vietnam, las autoridades sanitarias confirman que el consumo en España es seguro, ya que se mantienen de forma rutinaria los controles que exige la normativa europea sobre este tipo de productos. Según el Departamento de Sanidad Exterior, del Ministerio de Sanidad y Consumo, “no hay alertas confirmadas sobre el panga”.

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Hace unos días algunas asociaciones de pescadores y detallistas denunciaban la posible toxicidad del panga, pescado importado mayoritariamente de Vietnam. La noticia de la supuesta falta de seguridad de este producto no procede, al menos por el momento, de organismos oficiales de sanidad ni de ningún órgano de control, sino de fuentes del sector pesquero nacional, que ha visto cómo las importaciones de este pescado blanco, prohibidas en EE.UU., han aumentado en la UE a un ritmo acelerado desde 2004. Según datos del sector, entre 2004 y 2007 las importaciones de este pescado procedente de Asia, sobre todo de China y Vietnam, han crecido en la UE un 235%, siendo los dos principales destinatarios España y Rusia.

Bajo control

El panga se somete a los mismos controles que cualquier otro pescado de piscifactoría que entra en la UE

El «Pangasius hypophthalmus», o panga, es un pescado de agua dulce que cuenta con una importante industria piscícola en China y Vietnam. Como todo producto que entra en la UE, se le aplican rigurosos controles bajo los requisitos sanitarios que así establece la normativa comunitaria. En España se sigue este protocolo, «salvo que haya alertas, en cuyo caso se refuerzan los controles físicos y se toman muestras para análisis», aseguran desde Sanidad, aunque éste no es el caso del panga.

Fruto de los controles comunitarios, y en el marco del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), durante los años 2007 y 2008 se confirmaron cinco notificaciones sobre la presencia de residuos de medicamentos veterinarios en peces de la especie Pangasius procedentes de Vietnam.

A raíz de estas notificaciones, y siguiendo el protocolo de la UE, se intensificaron los controles sobre el Pangasius. El resultado: una disminución de las notificaciones de cuatro en 2007 a una en marzo de 2008.

Actualmente, y debido al incremento en las importaciones de panga procedentes de Asia, se han multiplicado en los últimos años en la UE los controles para garantizar que «cumplen los requisitos comunitarios», según la Comisión Europea. Estos controles incluyen la realización, por parte de la Oficina Alimentaria y Veterinaria (OAV) de la Dirección General de la Comisión responsable de Sanidad y Consumidores (DG SANCO), de auditorías e inspecciones sobre el terreno; así como la aplicación de planes de vigilancia para el control de residuos y planes de muestreo. Esta misma Comisión evalúa cada año los resultados y adopta las medidas necesarias. Estos controles se complementan con los que realiza cada uno de los Estados miembros en los puestos de inspección fronterizos.

Las mismas medidas

Sobre la posible presencia de «Listeria monocytogenes» y «Vibrio Cholerae» en panga procedente de Vietnam, según unos análisis realizados por el laboratorio de Galicia Anfaco-Cecopesca, la Comisión Europea reconoce que no ha adoptado ninguna medida porque no tiene constancia de dicho problema, ya que la alerta no procede de fuentes oficiales. En el caso de que fuera así, la UE no duda en plantear acciones como exigir al tercer país de origen que tome medidas correctivas y adoptar controles adicionales. Por el momento, la Comisión admite que sigue la información de cerca recopilada en el sistema RASFF, y los expertos aseguran que el producto que se comercializa actualmente cumple con todos los requisitos de control establecidos por la UE y por España.

Mínimos seguros

En España, el director general de Saúde Pública de Galicia, Ramón Medina, admitía ya en su momento que este pescado «cumple con todos los requisitos». En declaraciones durante en la comisión parlamentaria de Pesca celebrada hace unas semanas, Medina aseguraba que los análisis realizados al pescado de la especie panga procedente no sólo de Vietnam sino también de otros países como China o Tailandia sitúan la presencia de contaminantes «por debajo de los mínimos» que establece la UE. Según Medina, este producto se somete a «tres sistemas de control»; uno en el punto de origen, a través de la OAV; otro a la entrada de la UE; y un último en cada comunidad.

El grado de riesgo de este producto no es mucho más elevado que el que pueda tener otro que también proceda de la piscifactoría. Según los expertos, y atendiendo a que el riesgo cero no existe, la presencia de bacterias no depende tanto de su detección sino de que se cumplan «los límites que se establecen como seguros» y de que se sigan las recomendaciones de manipulación adecuadas para un consumo seguro.

UN PESCADO PARTICULAR

El panga, de forma similar a la de un tiburón, es un pescado blanco que se cultiva en granjas de piscicultura del delta del río Mekong, en Vietnam. De cumplirse con las previsiones actuales, está llamado a ser uno de los pescados “del futuro”, según dejaron entrever los expertos del sector durante la celebración de Conxemar 2008, la Feria Internacional de Productos del Mar Congelados que tuvo lugar en Vigo del 7 al 9 de octubre. Este pescado, que se encuentra sobre todo congelado, fileteado y sin espinas, puede ver aumentada su presencia en los mercados en los próximos años, y asemejar su consumo al de otros pescados blancos como el fletán o la merluza.

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