La presencia en los mercados de innumerables productos alimentarios tradicionales de todo el mundo aporta al mundo culinario numerosas posibilidades. Así lo ha querido reflejar la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que ha presentado unas mil recetas con productos tradicionales de todo el mundo.
La quinoa, el taro, el agar-agar y la malanga son algunos de los productos que se encuentran en mercados ajenos. Los consumidores se encuentran a menudo con problemas a la hora de cocinarlos, algo a lo que pretende poner fin el libro de cocina internacional preparado por la Red de información de operaciones poscosecha (INPhO).
El libro de cocina, que puede encontrarse en la página www.inpho.org, contiene más de 850 recetas de 54 países, proporcionadas la mayoría de ellas por institutos nacionales de nutrición o usuarios. La aparición de muchos alimentos desconocidos fuera de sus lugares de origen abre así nuevos mercado y ayuda a diversificar la alimentación, asegura la FAO.
Muchos de estos alimentos llegan a nuevos mercados tras la aplicación de operaciones poscosecha, que abarcan la cosecha, la manipulación, el almacenamiento, la elaboración, la fabricación de equipo y la comercialización de los alimentos. Esto no debería excluir el último eslabón de la cadena alimentaria, que es asegurar que el producto llegue a la mesa del consumidor en perfectas condiciones.
