Situada al norte de Marruecos, la ciudad de Tánger acoge gran parte de la inmigración de las comarcas cercanas. Entre sus tres millones de habitantes se dan enormes diferencias sociales y económicas: existe una minoría rica y próspera, y una gran mayoría muy pobre afincada, por lo general, en los barrios de la periferia, dondevla educación y los servicios sanitarios y de higiene son más que precarios. Entre los principales datos de interés destaca que el 70% de la población es de origen árabe y el 30% es berebere; uno de cada cuatro trabajadores es mujer y en 1996 se instauró por primera vez un régimen legislativo bicameral.
En este marco los niños que se benefician de este proyecto proceden precisamente de estos estratos sociales marginales y desfavorecidos: de familias numerosas y analfabetas, dedicadas a la venta ambulante y a la agricultura. Todos presentan un alto índice de pérdida auditiva (entre severa y profunda), que frena su capacidad de comunicación oral y su integración en la sociedad. «A pesar de los avances que se están produciendo en materia educativa, Marruecos todavía debe desarrollar una política formativa en favor de este sector de la población que sufre una doble marginación: por su bajo nivel socioeconómico y por su condición de discapacitados», especifican desde Manos Unidas.
«Marruecos todavía debe desarrollar una política formativa en favor de este sector de la población que sufre una doble marginación: por su bajo nivel socioeconómico y por su condición de discapacitados»
Las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada se encargan de gestionar el Centro Effetah en Tánger y de dar formación técnica a maestras locales con el fin de que en el futuro sean éstas quienes se hagan cargo del Centro. En Effetah, concretamente, se trabaja para la integración social y familiar de 36 niños afectados de sordera. Las familias de los pequeños realizan una pequeña aportación económica que depende de sus posibilidades.
Tras renovar gran parte de sus medios técnicos, ahora toca rehabilitar las aulas de aprendizaje y el aula de informática porque se han quedado pequeñas. Con esta reforma, el Centro Effetah impartirá los cursos de educación y rehabilitación a los niños con sordera en un entorno adecuado y digno preparándoles adecuadamente para su integración social y familiar.
Proyectos de desarrollo educativos
Imagen: Manos Unidas
El sector de la educación y la formación se ha convertido en Marruecos en máxima prioridad nacional, tras la integridad territorial. El reino alauí declaró la década 2000-2009 «Decenio Nacional de la Educación y la Formación», con lo que se pretende que la educación se beneficie del máximo grado de ayuda y atención a todos los niveles: estatal, regional y local. Además, se involucra en el buen funcionamiento del sistema educativo a todos los actores implicados, en todos los aspectos del proceso educativo (planificación, realización y evaluación).
Para llevar a cabo la más que necesaria reforma educativa, se adoptó la ‘Carta de Educación’, que guía las iniciativas que adopte el país para reformar y modernizar el sector educativo durante esta década. Entre ellas destacan la capacitación de maestros de educación primaria y secundaria, ampliación de los centros de educación primaria, programas de formación profesional en zonas rurales y desarrollo de la tecnología educativa.
En la última década, Manos Unidas ha apoyado 41 proyectos de desarrollo en Marruecos por un importe de 1.218.830,62 euros; de ellos, 12 proyectos, en los que se invirtieron 200.190,04 euros, estuvieron dirigidos específicamente al sector educativo.
La Carta hace también mención expresa a las personas con discapacidades o con dificultades físicas, psíquicas o cognitivas, que necesitan apoyo externo para superarlas. Las autoridades de educación-formación, recoge el documento, “velarán durante un decenio para que se posibilite la movilidad en estos establecimientos y para facilitar la integración de los alumnos en la vida escolar y posteriormente en la vida activa”.
Se abrirán institutos y escuelas de formación especializadas en este campo, mientras que los servicios de salud escolar y universitaria serán reforzados, equipados e integrados para asegurar la prevención eficaz y los cuidados necesarios para cada alumno o estudiante.
