Nuevos servicios para conseguir préstamos en Internet

Ante la sequía de financiación bancaria, los préstamos entre particulares gestionados en la Red experimentan un auge en España
Por Jordi Sabaté 11 de marzo de 2014
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Imagen: Images_of_Money

“En España hay más personas buscando crédito que en toda Escandinavia”, declaraba en una reciente entrevista Pärtel Tomberg, consejero delegado de isePankur, la web de préstamos entre particulares de origen estonio que acaba de aterrizar en nuestro país. Pero no es la primera. Comunitae lleva ya funcionando casi cinco años. Su fundador, Arturo Cervera, aseguraba en otra entrevista que, tras unos años iniciales muy complicados, el mercado tanto de quienes buscan financiación como de los que están dispuestos a ofrecerla se estaba disparando. Para estas personas que necesitan un préstamo, pero rechazan ir a los bancos a solicitarlo, han surgido en Internet servicios de particulares a los que poder acudir. A continuación se explica cómo nacieron, sus ventajas y riesgos y lo que ofrecen.

Al calor de Internet

Hoy en día en España, los bancos, muy exigidos y temerosos ante la crisis y sus altos índices de morosidad, no dan crédito ni a personas ni a pequeñas y medianas empresas; y cuando lo dan, es a un interés desproporcionado en relación con la financiación que se solicita. De este modo, algo tan simple como pedir 3.000 euros para comprar una motocicleta puede convertirse en una travesía por el desierto. O puede dar la sensación de que quieren abusar de uno cuando le dicen que ha de pagar casi 700 euros en intereses, una quinta parte de lo que demanda.

De ahí que muchos usuarios hayan tirado la toalla a la hora de solicitar financiación bancaria, como también muchos emprendedores y pequeños empresarios. De modo que la llegada de ciertos servicios, que acompañan al crowdfunding en la desintermediación en la financiación de particulares, está siendo muy bien recibida. La demanda crece y los servicios que ya han tenido buena acogida en otras partes de Europa ven el mercado nacional como una gran oportunidad.

España, un país sin crédito doméstico, es una gran oportunidad para estos servicios

Sin embargo, este tipo de plataformas no nacieron como una respuesta a la actual crisis, sino como una alternativa más asequible que los bancos y que se aprovechaba de las ventajas que ofrece la tecnología, y más en concreto Internet, para poder en contacto usuarios. De hecho, su aparición data de fechas previas a la crisis e incluso esta coyuntuta económica estuvo a punto de hacerlas desaparecer, si bien al final las ha impulsado.

Ventajas y riesgos

De todos modos, no se debe pensar en los servicios de préstamos entre particulares como servicios similares y que ofrecen las mismas comodidades de pago de los bancos. Son mucho más flexibles, directos y transparentes. Además, estos servicios buscan financiadores para el usuario, pero con cantidades limitadas. El límite suele estar en los 15.000 euros y los mínimos, de media, se sitúan en los 3.000.

Los intereses pueden ser altos y los plazos de devolución cortos

Ahora bien, lo que se valora, y en definitiva lo que nos permitirá entrar en la plataforma y negociar el interés que se nos imponga, es nuestra credibilidad y capacidad para devolver el crédito. Es lo que en Estados Unidos se llama credit score, la capacidad de una persona de vivir a crédito pagando sus cuotas, con independiencia de que tenga grandes ingresos o no. Las plataformas nos exigirán que les aportemos no pocos datos sobre nuestra situación financiera, nuestros ingresos medios, etc., para valorar nuestra probabilidad de dejar de pagar, ya que la morosidad es lo que intentan evitar. Si nuestra solvencia es alta, los intereses serán bajos, hasta el 8%, pero si es más relativa, pueden llegar al 20%. De todas maneras, se pueden llegar a acuerdos con los financiadores sobre los plazos e intereses en relación a estos.

Los nuevos servicios

La plataforma pionera fue Lending Club, nacida en 2005 en Estados Unidos. En la actualidad, mueve cientos de millones de dólares entre particulares cada mes, pero le siguen de cerca otras como Zopa en Inglaterra o Comunitae en España. A esta última se une ahora una nueva iniciativa llamada Zank -un proyecto originario de Valencia-, así como la estonia isePankur y la alemana Lendico.

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Comunitae, el pionero en España, procesa unos 80 préstamos al mes, tanto al consumo como a pequeñas y medianas empresas, por alrededor de 400.000 euros. La plataforma permite buscar financiación, pero también entrar a formar parte del grupo de los financiadores. Estos eligen en qué proyectos invertir o bien unas cuotas fijas que la plataforma administra. Cada mes, o en plazos fijos, reciben la devolución de su dinero y la suma de los intereses. Si se invierten en cuotas fijas, disminuye el riesgo que comporta la morosidad, pero el interés que se percibe no está bajo nuestro control, sino que será la media de los intereses fijados en los distintos préstamos. Además, existe un seguro sobre impagos. Comunitae se mueve en intereses que van del 8% hasta cifras más altas, pero los prestadores obtienen una rentabilidad media entre el 5% y el 10%, según fuentes de la empresa.

Zank es un nuevo servicio que nació en Valencia y tiene un funcionamiento muy similar a Comunitae, con la salvedad de que pone el acento diferenciador en la parte tecnológica que estudia la calidad del riesgo de morosidad de los solicitantes. Desde la empresa aseguran que, gracias a su programa de análisis de datos, son capaces de elegir candidatos a recibir un préstamo con más fiabilidad que las otras plataformas.

Por su parte, Lendico ofrece préstamos al consumo de entre 600 y 25.000 euros, con una rentabilidad del 6,29% TAE. La inversión mínima es de 25 euros con capacidad de obtener obtener beneficios de hasta un 19,30% efectivo anual, según fuentes de la empresa.

Mientras, isePankur también está enfocado al crédito al consumo, pero permite la financiación de empresas.

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