Subastas online

Los expertos recomiendan no pagar en metálico ni a través de transferencia bancaria
Por Roberto Melón 13 de abril de 2005

Las páginas web de subastas online son utilizadas cada día por más personas como puntos de encuentro virtuales para facilitar el intercambio de bienes mediante Internet. El web de subastas online más popular y utilizado en España, eBay, lideraba el ránking entre los webs de comercio electrónico españoles en enero de 2005, con 1.227.000 visitantes únicos. Este tipo de webs no son casas de subastas tradicionales que garantizan la calidad del artículo en venta. En general, los webs de subastas “online” no tienen responsabilidad sobre las ventas, ni control sobre la calidad, seguridad o legalidad de los artículos anunciados, tampoco sobre la veracidad o exactitud de los anuncios. La transacción se realiza directamente entre el comprador y el vendedor, que muchas veces suelen ser particulares. Por todo ello, es necesario tomar más precauciones de las normales.

Los webs de subastas online más utilizados

Su gran atractivo es la posibilidad de comprar a un precio menor al de mercado u obtener un beneficio al vender productos de segunda mano. Los compradores y vendedores no sólo son particulares. Pequeñas y medianas empresas, importadores o grandes marcas colocan sus excedentes o venden los restos de una quiebra en las subastas. Se oferta cualquier producto que se pueda imaginar, ya sea nuevo o de segunda mano: libros, discos, arte, antigüedades, aparatos electrónicos, entradas para espectáculos, casas, billetes de avión, automóviles y un largo etcétera. El mecanismo básico con el que funcionan es, como su nombre indica, el de una subasta. Se produce una puja virtual y el comprador que más dinero ofrece se queda con el producto, aunque también se ofertan mercancías con un precio fijo.

El web de subastas “online” más popular y utilizado en España es eBay. Según un estudio de la consultora de audiencias en Internet Nielsen/NetRatings, en enero de 2005 eBay lideraba, con 1.227.000 visitantes únicos, el ránking entre los webs de comercio electrónico en España. Tras la compra de iBazar, eBay tiene una posición muy preponderante en el mercado de las subastas “online” español. Oferta más de 300 millones de artículos y tiene 135 millones de usuarios registrados en 32 países (más de 600.000 españoles).

Con 288.000 visitantes únicos españoles, Mercadolibre.com, empresa asociada con eBay que está presente en nueve países de Latinoamérica, ocupa el décimo puesto en el estudio de Nielsen/NetRatings. Existen bastantes sitios de subastas online que operan en España como DrSubasta.com, en la que los usuarios se benefician del negocio de la empresa; Tumejorpuja.com, con precios fijos para sus productos; Subastas.com; Intoko, que funciona como un tablón de anuncios, aunque se puede pujar; o Deremate.com, presente en Argentina, Brasil, Chile, y Mexico.

Otras muchas webs funcionan como las secciones de anuncios clasificados de un periódico: Segundamano, con 281.000 visitantes únicos en enero de 2005; Mercadillo virtual o CompraVenta.com. Las subastas de arte, numismática y filatelia son también muy numerosas en la red. Doocollect, All-sa, Setdart, Afinsa-Auctions.com son algunos ejemplos. Por otro lado, PublicaSubasta.com informa sobre todas las subastas públicas y privadas que se celebran en España.

El mercado anglosajón de subastas está muy desarrollado y existen múltiples opciones: Amazon.com AuctionsBidVilleBidz.comCNET AuctionseBayYahoo! Auctions.

Los derechos y los riesgos para el consumidor

Los consumidores están protegidos por la Ley de Comercio Minorista y la Ley de Garantías. Desde julio de 2002, el consumidor en Internet se encuentra amparado por la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSI), que se aplica a todas las actividades que se realicen por medios electrónicos y tengan carácter comercial o persigan un fin económico.

La LSSI asegura la validez y eficacia de los contratos que se celebren por vía electrónica, aunque no consten en soporte papel. Equipara la forma electrónica a la forma escrita y refuerza la eficacia de los documentos electrónicos como prueba ante los tribunales, al atribuirles el mismo valor probatorio que a los documentos que tengan el papel como soporte.

Además, “la LSSI le confiere a la publicidad en soporte digital el mismo valor contractual que tendría un folleto publicitario impreso. Ante un juez, una captura de pantalla, una impresión de la publicidad online o la dirección de la página web deberían tener valor de prueba”, afirma Iñaki Uriarte, jurista de la Asociación Española de Comercio Electrónico (AECE).

Pero como en muchas de las transacciones realizadas a través de los sitios de subastas en la red, donde los artículos son de segunda mano y las ventas entre particulares hay aspectos de estas leyes que no son aplicables.

En una compra a una empresa o a un vendedor profesional, los productos nuevos tienen una garantía de dos años. Los artículos usados pueden tener una garantía inferior, aunque nunca menos de un año. Pero cuando el vendedor es un particular, no le afecta la Ley de Garantías, es decir, no está obligado a ofrecer ninguna garantía sobre el producto. “Por lo tanto, habrá que pactar previamente cuál es la garantía del vendedor en caso de que el artículo sea defectuoso. Otra opción es que el vendedor ofrezca al comprador el derecho de cancelar la compra si se detecta un fallo de este tipo”, señala Antonio Caravantes, miembro de la Asociación de Internautas (AI).

Las leyes del comercio minorista tampoco obligan al vendedor particular, por lo que el comprador tampoco se favorece del derecho de desistimiento -que permite devolver el producto-, salvo en el caso de que el vendedor permita voluntariamente cancelar la compra. Además, Caravantes advierte de que “la mayoría de organismos dedicados a defender al consumidor no querrán ampararte en caso de que se tengan problemas con una compra hecha a un particular”.

Las subastas online se suelen situar como la principal fuente del fraude en Internet, acaparando entre la mitad y más del 80% de las denuncias según distintos estudios. “Las quejas abarcan desde la venta de ‘gato por liebre’ o los artículos nunca entregados o pagados, hasta las demandas contra sitios de subastas que desaparecen sin previo aviso”, según el estudio que realizó CONSUMER EROSKI.

Consejos para comprar en las subastas online

Conocer el sitio web y comprender bien el funcionamiento de las subastas. Enterarse de los derechos y obligaciones que se adquieren al pujar. Averiguar cómo protege la compañía de los fraudes y considerar asegurar la transacción y el envío. Leer la política de privacidad.

Identificar al vendedor. Comprobar la valoración de los usuarios, su ‘reputación’ en las subastas. Obtener toda la información posible sobre el vendedor y contactar directamente con él para preguntar acerca de la mercancía. Iñaki Uriarte señala que estas transacciones no dejan de ser ventas entre particulares. “Siempre hay que tener muy claro a quién estás comprando. Por eso, muchas webs de subastas online, como eBay, ofrecen una herramienta muy útil: las opiniones de anteriores compradores sobre cada vendedor”, explica.

Conocer el artículo sobre el que se puja: su valor en el mercado, si es legal su venta, así como todas las condiciones de la venta, incluyendo los lugares de envío, quién se hace cargo de los gastos y la política de devolución.

Establecer el precio máximo que se está dispuesto a pagar por un producto y no superarlo. Si no se tiene claro si el artículo merece la pena, o si la descripción no está muy clara, no está de más investigar un poco antes de ofrecer dinero. Las subastas pueden llegar a convertirse en un vicio que crea auténtica adicción. La picaresca -vendedores que pujan por sus propios productos para subir la puja o compradores que lanzan su oferta en los últimos instantes- son moneda de uso común en las subastas “online”.

No pujar por varios artículos a la vez, pues habrá que pagar por todos los que se ganen.

Evaluar las opciones de pago. Utilizar como primera opción la tarjeta de crédito siempre que se pueda porque ofrece la mejor protección en caso de problemas. En toda compra por Internet se debe evitar pagar con dinero en efectivo, ya que no quedará un recibo que demuestre el pago y no habrá manera de resolver los problemas que puedan surgir. Las transferencias bancarias tampoco son recomendables, porque ofrecen poca protección contra los fraudes. Como segunda opción, es interesante el pago contra reembolso. “No debemos olvidar que muchas veces se trata de una compra entre particulares y de artículos de segunda mano y hay que tomar todas las precauciones posibles”, recomienda Miguel Perez, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), quien asegura que la mayor parte de las quejas en este tipo de compras “se deben a la calidad o al estado de la mercancía”.

Anotar la información relativa al anuncio (email e identificación del vendedor, número y descripción del artículo) e imprimir una copia de las transacciones.

Informar al sitio web si existen sospechas de fraude.

Antonio Caravantes recomienda enviar por e-mail un escrito previo, que servirá como contrato “informal”; especificando el producto (marca y modelo), el precio, las garantías asumidas por el vendedor, la posibilidad de desistimiento, quién pagará los portes, y los plazos (de pago, entrega, desistimiento y garantía). Ese escrito también debe indicar los datos de ambas partes (nombre y apellidos, domicilio, teléfonos de contacto). Si el vendedor acepta ese “contrato”, ya se tiene un mínimo respaldo.

Hay que tener mucho cuidado con las transacciones internacionales. Un vendedor extranjero sólo está obligado a cumplir las leyes de su país, no las españolas. La LSSI ofrece una regla para determinar en qué lugar se entiende celebrado un contrato electrónico. Así, si el contrato es con un consumidor, se entenderá celebrado en su lugar de residencia habitual.

Consejos para el vendedor

Los vendedores de productos en los webs de subastas online deberían tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Proporcionar toda la información posible sobre el artículo (nombre, modelo, fabricante, año, color, etc.) y las condiciones de venta (gastos de envío y quién se hace cargo, formas de pago aceptadas, política de devolución y sus gastos, etc.)
  • Conocer el sitio web y el mecanismo de venta, así como los derechos y responsabilidades legales del vendedor. Comprobar los artículos cuya venta está prohibida.
  • Enviar la mercancía con un número de seguimiento y asegurada. Si el comprador afirma que nunca recibió el artículo o que estaba deteriorado, será muy útil.
  • Conservar los recibos de envío como prueba de que el artículo se ha enviado.
  • Comprobar que se ha realizado el pago antes de enviar la mercancía al comprador.
  • Conservar copias de todos los documentos que demuestren la autenticidad del producto.
  • Establecer un calendario con el comprador con el tiempo máximo para realizar el pago.
  • Contactar con el ganador tan pronto se cierre la subasta para confirmar el precio final y las condiciones de entrega.

Ante cualquier problema, los consumidores pueden acudir a las siguientes entidades: Oficinas municipales de información al consumidor (OMIC), Dirección General de Consumo en las Comunidades Autónomas, juntas arbitrales de consumo y asociaciones de consumidores y usuarios.

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