¿Preparado para unas vacaciones alternativas?

La meditación y la expresión corporal o los talleres para gestionar el estrés se unen al senderismo, las visitas culturales y otras actividades en plena naturaleza para disfrutar y descansar
Por Blanca Álvarez Barco 21 de julio de 2016
Img yoga
Imagen: Dave Rosenblum

Unas vacaciones “alternativas” pueden ser la solución contra el estrés, pero también cuando se necesita una experiencia diferente en la vida. Desconocidas aún por muchos, las vacaciones alternativas son una opción magnífica para desconectar mientras se practica yoga o se aprende música, y están de moda. Este verano, como se recoge en este artículo, la música y la expresión corporal, la meditación y los talleres para gestionar el estrés se unen al senderismo y las visitas culturales. ¿Preparado para unas vacaciones diferentes?

¿Qué son las vacaciones «alternativas»?

Desde 2005, La Perezosa; Alimara desde 2009; un año más tarde el Jardín Mandala… y desde entonces no paran de aumentar. La oferta de centros que ofrecen vacaciones «alternativas» se ha disparado en 10 años, afirma Juan Francisco Pascual, propietario de La Perezosa.

La principal propuesta de estas vacaciones diferentes es el descanso y el conocimiento personal. Se trata de hallar espacios de relajación, de reflexión y lúdicos para poder reencontrarse con la risa y la espontaneidad. Para ello, se recurre a técnicas como practicar yoga, talleres de risoterapia o la comida ovolactovegetariana… Algo que puede parecer chocante, porque, «a veces, proponer el descanso resulta extravagante», señala Pascual. Pero, además de meditación o cursos de gestión del estrés, hay numerosas actividades como talleres sobre técnicas de masaje, danzas del mundo, técnicas de comunicación y salud, etc. y también excursiones guiadas con explicación sobre la fauna y la vegetación del entorno, visitas históricas, veladas, juegos, etc.

Img meditaci en grupo grande
Imagen: Lucy Kalantari

Vacaciones alternativas: yoga, excursiones, danza y juegos

Todas estas casas de reposo y vacaciones alternativas siguen un ritmo similar. Un «día-tipo» en ellas puede consistir en practicar yoga, meditación y mindfulness o de consciencia sensorial por las mañanas, «para comenzar el día conectando con nuestro cuerpo y activando nuestra percepción», según explica Cristina Martín, encargada de Alimara. Después de desayunar, se realizan salidas al campo para descubrir y disfrutar de los recursos naturales del entorno (baños en los ríos y las pozas naturales) o visitas guiadas a localidades cercanas de importancia histórica.

Por la tarde, se llevan a cabo talleres y dinámicas de grupo que favorecen el intercambio personal. Se recurre a dinámicas corporales y distintos recursos prácticos para profundizar e integrar contenidos relacionados con el desarrollo personal. Además, se tratan temas de comunicación, gestión emocional, resolución de conflictos, mejora del bienestar personal y gestión del estrés -lo más demandado por los clientes-. Y por las noches, se comparte un tiempo lúdico de risas y sorpresas con danzas del mundo, juegos, fiestas y conciertos en directo.

Algunos de estos centros, además, tienen servicio de salud natural con fisioterapia, osteopatía y naturopatia, junto con spa, además de piscina al aire libre.

Vacaciones para singles y parejas

«Estas vacaciones son idóneas para las personas con inquietudes, porque cada vez se busca más vivir y realizar actividades distintas y donde encontrarse con gente», explica Pascual. Por ello, aunque la oferta va dirigida a todo tipo de personas, la mayoría de los que se unen son personas solteras a quienes les gusta la naturaleza, quieren desconectar de su rutina y conocer a nuevas personas. También son numerosas las parejas y hay un pequeño porcentaje de familias que también se anima. Los clientes suelen tener entre 20 y 50 años, buscan tener contacto con la naturaleza y tienen ganas de compartir espacio con otras personas y cierto interés en cuidarse.

En Alimara realizan la semana Padres e hijos (del 8 al 14 de agosto), un programa concreto con distintos monitores por edades, realizando variadas actividades por separado y otras comunes para toda la familia.

Sea solos, en pareja o en familia, para disfrutar por completo de este tipo de vacaciones es importante tener referencia de la experiencia y profesionalidad de los centros a los que se va y, muy en especial, «tener en cuenta que no haya grupos excesivamente masificados», indica la propietaria de Alimara.

Img pies hiking grande
Imagen: Izf

¿Qué precios tienen las vacaciones alternativas?

Los precios oscilan entre 300 y 500 euros la semana. En La Perezosa el importe en habitación (2-3 personas) con baño, por persona y día todo incluido es de 50 euros. Las Semanas Perezosas, de cinco noches y seis días pueden costar desde 300 euros todo incluido en habitación compartida. En Alimara, los precios de estas vacaciones están en torno a 500 euros la semana, incluida la pensión completa, las actividades y un seguro de excursiones.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube