Compra colectiva de viviendas

Mediante la compra de viviendas en grupo, se pueden alcanzar descuentos en los precios que oscilan entre el 10% y el 35%
Por Carlos Astorelli, Laura Sali 4 de noviembre de 2012
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Imagen: Robyn Saul

La compra colectiva de viviendas surge como consecuencia del parón inmobiliario y de la búsqueda de innovar en el proceso de encuentro entre vendedores y compradores. Se concreta por medio de sitios web para agrupar la demanda y conseguir un mejor precio. En muchos casos, incluye el uso de las redes sociales, que funcionan como una herramienta de gran utilidad para unirse a otros compradores interesados en la misma zona o región. Se pueden alcanzar descuentos que oscilan entre el 10% y el 35% y, aunque los portales de Internet funcionan de intermediarios, la compra al titular de la propiedad (por lo general, promotores o bancos que buscan dar salida a sus carteras inmobiliarias) se realiza de manera tradicional. En algunos modelos, la comisión la paga el comprador y en otros corre por cuenta del intermediario, que es quien abona el servicio de intermediación. A continuación se desvelan todas las características de la compra colectiva de pisos.

Comprar viviendas en grupo

La compra colectiva de viviendas es parte del comercio social, que supone el uso de herramientas colaborativas para optimizar el proceso de compra de cualquier bien. Como una ramificación del comercio electrónico, la definición de esta práctica alude a listas compartidas, valoraciones y foros de usuarios, además de todo tipo de información que moldea y define el proceso de compra.

La compra colectiva de viviendas se basa en un viejo axioma del comercio: la mayor capacidad de negociación que supone comprar en cantidad

Hay que diferenciar entre comercio social y compra social. Mientras que el primero se refiere a redes colaborativas de vendedores on line, la compra social denota la actividad de los compradores. La compra colectiva de viviendas se encuentra a caballo entre ambos, ya que se concreta por medio de sitios web especializados que convocan a compradores y vendedores de pisos -por lo general, propiedad de promotores y bancos- para agrupar la demanda y conseguir un mejor precio.

A pesar de ser una práctica propia de la era de la información, en la que las redes sociales pueden funcionar como una herramienta indispensable para los compradores, se basa en un viejo axioma del comercio: la mayor capacidad de negociación que supone, para cualquier negocio, comprar en cantidad.

Cómo funciona la compra colectiva

El mecanismo de la compra colectiva de vivienda permite a ciudadanos normales algo que hasta el momento parecía reservado a los grandes inversores: aprovecharse de la compra de viviendas en bloque. La mayoría de los portales lo promocionan como un servicio gratuito y sin compromiso de compra. La clave está en agrupar a los compradores allí donde se concentra el stock de viviendas. Estas son, en muchos casos, propiedad de bancos o promotoras que buscan dar salida a la gran cantidad de viviendas vacías, nuevas y usadas.

El modelo es sencillo y, por lo general, puede cumplimentarse en sus primeros pasos de manera electrónica

El modelo es sencillo y, por lo general, puede cumplimentarse en sus primeros pasos de manera electrónica, aunque el resto se realiza de manera presencial: se pueden visitar los pisos antes de comprar, la transacción se realiza con el propietario e interviene un notario, al igual que en una compra tradicional.

Características fundamentales que se deben tener en cuenta

  1. Darse de alta en inmobiliarias on line con este servicio

    Los interesados deben darse de alta en los portales inmobiliarios que ofrecen este servicio. El alta no compromete al comprador, que debe consignar sus datos, demostrar que tiene acceso a la financiación, en caso de que se concrete la compra, y dar la mayor cantidad de detalles posibles en cuanto a sus pretensiones: zona buscada, áreas alternativas, características de la propiedad que desea, etc.

  2. Inscribirse en grupos

    El agrupamiento lo hace el propio portal, que luego realizará una oferta al promotor. En algunos modelos de compra colectiva de vivienda, trabajan con un mecanismo de grupos cuya gestión es parte activa de los potenciales compradores. Los grupos, conformados por gente interesada en la misma zona y en pisos de un mismo propietario, deben tener cinco personas, para hacer más ágil el proceso de reunión, a la vez que el mecanismo de oferta y compra.

    Los interesados pueden inscribirse en distintos grupos a la vez, que comprendan distintas zonas de interés, para abarcar más posibilidades. Es posible unirse a grupos incompletos o formar el propio con amigos o interesados. En estos casos, se recomienda utilizar el perfil de Facebook u otras redes sociales para promocionar los grupos de que se forma parte, con el fin de sumar gente si falta o incluso captar gente afín (amigos o amigos de amigos… pues las viviendas serán cercanas).

  3. Oferta de viviendas

    Una vez reunido el grupo de personas interesadas en comprar un piso, el intermediario se dirige al propietario para negociar el precio y la rebaja. En este proceso, el comprador recibe asesoramiento constante y puede visitar la vivienda in situ. Los descuentos finales alcanzados pueden oscilar entre el 10% y el 35% del valor del piso. Aunque este se obtiene por formar parte de un grupo, la vivienda se compra de manera individual.

    El responsable de ventas del banco o la constructora contactará con cada uno de los interesados, para visitar la vivienda y continuar el proceso de compra si hay interés. En algunos modelos de compra colectiva, el precio lo pone el comprador, que declara, en una especie de subasta, cuánto está dispuesto a pagar. En este caso se agrupan los potenciales compradores que cumplen los requisitos, es decir que tienen la financiación asegurada y están interesados en la misma zona o en los pisos que tenga el banco. Si se consigue el precio que busca el usuario, se continúa con la transacción.

  4. Comisiones

    Hay dos modelos de comisiones: uno donde el comprador paga por el servicio de intermediación y otro donde el intermediario se arregla con el propietario. En estos casos, el negocio del intermediario se centra en su negociación con los promotores o los bancos.

    Es importante cerciorarse de si se cobra incluso en caso de que la transacción no se realice (la mayoría de los portales asegura que solo cobra si se lleva a cabo la venta). Es difícil establecer la comisión que aplican, pero algunos sitios inmobiliarios aseguran que «adecuan su comisión al descuento que se haya conseguido».

    En todo caso, habrá que estar seguros de que la comisión sea razonable y no neutralice el descuento, sobre todo considerando que cabe la posibilidad de no pagar por este concepto.

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