Consumir productos para deportistas cuando no se practica ninguna actividad

El mercado de alimentos diseñados para deportistas está en gran medida sustentado por el consumo de quienes no realizan actividad física
Por Juan Revenga Frauca 27 de agosto de 2010
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Imagen: Zac Zellers

En nutrición deportiva, la variedad de preparados y bebidas que ayudan a reponer la pérdida de nutrientes es amplia. Sin embargo, a pesar de que estos productos están pensados para quienes practican alguna actividad, buena parte del éxito de ventas se debe a la demanda de personas no deportistas que desconocen los efectos o consecuencias en la salud. El consumo de productos específicos para deportistas puede acarrear afectos indeseados, como ingerir una mayor cantidad de calorías o empeorar trastornos crónicos o agudos como la diabetes, la celiaquía o la alergia a los frutos secos.

Consumidores no deportistas

Los productos para deportistas cuentan con un nuevo perfil de consumidor. Cada vez es más frecuente que quienes no practican ninguna actividad los ingieran. Son personas que carecen de un interés especial en la práctica deportiva, pero consumen la mayor parte de los productos destinados a quienes sí lo tienen. Incluso en mayor medida que este grupo. Así lo constata un estudio llevado a cabo este año por Datamonitor, una empresa especializada en estudios de mercado. Los analistas confirman que los usuarios tradicionales de productos de nutrición deportiva respondían a tres perfiles: quienes practicaban culturismo (bodybuilding), los atletas de resistencia y los deportistas en general que realizan cualquier actividad como hobby. En la actualidad, sobresalen quienes, sin estar en una buena forma física o sin ser atléticos, eligen este tipo de productos «como un primer paso hacia un estilo de vida más saludable».

La publicidad y la imagen sobre los productos para deportistas influye en el consumo por parte de los ciudadanos

Su comportamiento deriva de la imagen que proyecta la publicidad de los productos de nutrición deportiva. Con este planteamiento, algunas personas toman una bebida isotónica cuando quieren refrescarse o una barrita de cereales como tentempié. De igual modo, estos usuarios recurren a su consumo si están enfermos y/o cansados, con el fin de obtener un plus de energía.

Alimentos de diseño

El hecho de que los ciudadanos en general consuman alimentos con una orientación especial, en lugar de ser exclusivos de los consumidores para quienes se diseñaron, no ocurre sólo con los productos de nutrición deportiva. Este comportamiento ya se ha constatado en los denominados «alimentos especiales para diabéticos» que, sin una base sólida, se perciben como una opción más saludable por parte de todos los ciudadanos. Otro caso similar es el de los alimentos para celiacos.

El consumidor ha de ser consciente de que los productos de nutrición deportiva están pensados y diseñados para dar respuesta a unas necesidades nutricionales concretas y en un marco determinado. No tener en cuenta este planteamiento puede acarrear efectos indeseados. Una bebida isotónica tiene calorías. Algunas contienen menos que un refresco azucarado, pero no siempre ocurre así y la diferencia puede ser mínima. Del mismo modo, la nutrición deportiva conlleva una serie de normas que los deportistas conocen pero que no siempre son de dominio común. Es frecuente que tras realizar una actividad física e ingerir un alimento sólido (barrita), sólo se beba agua, en lugar de una bebida energética. Ésta podría provocar, junto con el alimento sólido, molestias gastrointestinales como diarrea osmótica.

Ingerir productos y bebidas para deportistas sin practicar alguna actividad puede suponer un exceso de azúcares y calorías

Si además el usuario padece algún trastorno crónico o agudo, como diabetes, celiaquía, alergia a frutos secos, diarrea u obesidad, conviene consultar con un especialista. Éste asesorará sobre la idoneidad de su uso y, llegado el caso, propondrá alternativas. Un exceso de azúcares y de calorías pueden ser la consecuencia más directa del uso o abuso de este tipo de productos.

En este contexto, el consumidor tradicional de productos de nutrición deportiva percibe que ha dejado de ser el cliente exclusivo de estos productos y demanda a la industria otros nuevos, más específicos y con beneficios avalados por la ciencia. La población deportista reclama distinguirse del resto. El consumo general de productos de nutrición deportiva no motiva su ingesta entre los atletas, que exigen productos más especializados y exclusivos, adaptados a su deporte.

Tipos de productos de nutrición deportiva

El resultado de la práctica deportiva depende, en cierta medida, de la alimentación del deportista. Tanto quien es amateur como los profesionales tienen requerimientos nutricionales específicos derivados de numerosas variables. Entre ellas, destaca el esfuerzo, la intensidad y la frecuencia en la realización de cada actividad. La principal necesidad se traduce en una mayor cantidad de energía, ya que se gastan más calorías que en reposo. La pérdida de agua y electrolitos por el sudor y la transpiración de la piel conlleva tomar medidas adicionales para reponer estos nutrientes a tiempo.

Los productos más frecuentes diseñados para la nutrición deportiva se pueden clasificar en tres grupos, en función de la necesidad que cubren:

Productos líquidos destinados a la rehidratación del deportista. Estas bebidas ayudan a reponer líquidos para compensar las pérdidas por sudoración, que dependen también de las circunstancias de temperatura y humedad ambiental. Se conocen como bebidas isotónicas, ya que contienen la cantidad equivalente de sales en disolución que se pierden con el sudor. Cada vez más bebidas de este tipo llevan adicionada cierta cantidad de azúcares simples, con el consiguiente aporte de calorías.

Productos que aportan calorías de forma rápida. Son útiles en disciplinas deportivas que prolongan su actividad durante varias horas, como ciclismo, senderismo, montañismo o los maratones de atletismo. En estas circunstancias, se requiere aportar energía al organismo para reponer su gasto y afrontar con más garantía de éxito la consecución de objetivos sin sufrir una «pájara». Estos preparados se consumen en forma de barritas energéticas, geles energéticos o soluciones de glucosa que aportan una cantidad importante de energía en poco volumen de producto para facilitar su transporte y consumo. Al mismo tiempo, tienen la cualidad de no ocasionar pesadez o molestias gastrointestinales, que incomodarían al deportista.

Productos o preparados con supuestos efectos ergogénicos. Son preparados que presumen de mejorar el rendimiento deportivo, más allá de su efecto reponedor de líquidos, electrolitos o energía. Por su carácter estimulante, debido a su contenido en cafeína o taurina, entre otros, por la mejora del rendimiento o el aumento de la masa muscular, son productos muy demandados por gran parte de quienes practican actividad física. No obstante, en ocasiones, las dosis recomendadas son dudosas en relación a su efectividad e, incluso, a su seguridad.

UN MERCADO EN EXPANSIÓN

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Según Euromonitor, en el año 2009 se facturaron en todo el mundo productos de nutrición deportiva por un valor de 4.700 millones de dólares. En este mercado destaca el consumo en América del Norte (Estados Unidos y Canadá) y Europa occidental.

En el mercado europeo, Alemania fue el país que lideró en 2008 las ventas de estos productos. Pero su hegemonía parece que será breve ya que, según datos de Datamonitor, España es el país donde más han aumentado las ventas en los últimos años y todo apunta a que en 2013 será líder de facturación en el marco europeo. Estas cifras ponen de relieve la importante envergadura del volumen de ventas generado por este tipo de alimentación especializada, que ha entrado de manera clara en una tendencia alcista.

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