Aliños para ensaladas, algo más que aceite, vinagre y sal

Esta preparación líquida o cremosa realza y da sabor a todo tipo de ensaladas o vegetales crudos y cocidos
Por EROSKI Consumer 4 de noviembre de 2009
Img vinagreta
Imagen: mdepablo1975

La vinagreta es el aliño más básico. Esta salsa, de fácil elaboración, tan sólo requiere seguir una sencilla norma. Hay que respetar la proporción de aceite, vinagre y sal, cuya medida estándar se establece en tres partes de aceite por una de vinagre y una pizca de sal. Esta proporción varía si se utilizan vinagres balsámicos o de jerez, ya que tienen un sabor más potente y se agregan en menor cantidad. Para utilizarlos con mayor comodidad en vegetales y ensaladas, es conveniente emulsionarlos con anterioridad.

Imaginación

Si se quiere innovar aliños, se pueden utilizar mezclas distintas. Es posible agregar a la vinagreta un poco de nata líquida, de manera que quede con un color y textura diferentes. Este proceso se denomina «cortar» la vinagreta. También se puede añadir una cucharada de yogur o sustituir el vinagre por zumo de limón en el momento de elaborar la salsa.

La mermelada de frutas y la miel consiguen un toque más afrutado del aliño

Uno de los aliños más habituales consiste en añadir al vinagre y al aceite una pizca de pimienta, una cucharada de mostaza y otra pequeña de azúcar. Esta mezcla se remueve hasta formar una crema homogénea.

La mermelada de frutas y la miel dan un un toque más afrutado al aliño y lo suavizan, sobre todo en ensaladas con alguna fruta. Conviene que la mermelada se corresponda con ésta.

También es muy común agregar hierbas aromáticas, secas o frescas, como cebollino o perejil; además de alguna hortaliza fresca, como los pimientos, la cebolleta o los tomates. Incluso es posible añadir encurtidos como pepinillos o cebolletas en vinagre, aceitunas o alcaparras. Si se recurre a estos ingredientes, la proporción de vinagre debe ser menor ya que el sabor de los encurtidos potencia el gusto de la salsa.

Cómo se sirve

Cuando las ensaladas de hojas débiles como la lechuga, los berros, «lolo rosso» (lechuga rizada, de color rojizo y sabor amargo) y achicorias están limpias, troceadas y listas para servir, es el momento de aliñar. El resto de hojas verdes, como escarolas, endibias, espinacas, repollo, coles o zanahoria rallada, se pueden aliñar con antelación, aunque pierden tersura.

El aliño, que en general es líquido, se convierte en ocasiones en una salsa cremosa para acompañar ensaladas de patata o de pepino. Se consigue al mezclar la vinagreta con una salsa mayonesa o con un yogur natural hasta que la crema se aligera. Este toque de sabor es adecuado para ensaladas con ingredientes vegetales o alimentos proteicos, como jamón, marisco o huevo.

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