Las verduras de las familias de la col las encontramos en el mercado durante los meses de invierno, pero es al final de la estación cuando más sabrosas se presentan.
Estas verduras, aportan muy pocas calorías (20-25 Kca/100 g), con la excepción de las coles de Bruselas, más ricas en hidratos de carbono. Son las verduras más ricas en azufre, vitamina C y ácido cítrico (potencia la acción beneficiosa de la vitamina C) y fibra (celulosa) lo que les confiere propiedades laxantes.
Fuentes importantes de antioxidantes naturales
Todas ellas poseen buena cantidad de antioxidantes como antocianinas, pigmentos que aportan color morado; beta-carotenos, pigmentos que dan color amarillo – anaranjado – rojizo y que en ocasiones se encuentra enmascarado por la clorofila; y compuestos azufrados, cuya potencial acción de prevención de tumores se está investigando en la actualidad. Los compuestos azufrados les confieren el olor tan particular que desprenden durante la cocción.
Suelen resultar flatulentas por la celulosa y compuestos azufrados que contienen, por lo que están limitadas en caso de estómago delicado. Si son frescas deben estar bien prietas y mantener sus colores naturales vivos.
