Paella, fideuá y tradición en la Fiestas de la Magdalena

Cada año Castellón de la Plana recupera sus orígenes y celebra la llegada de la primavera con festejos populares y la gastronomía de la región
Por EROSKI Consumer 9 de marzo de 2007

El sábado 10 de Marzo Castelló de la Plana inicia las Fiestas de la Magdalena. la Cabalgata del Pregó, un desfile histórico y popular, da comienzo a varios días de plena actividad festiva. Durante estas fiestas, la ciudad vive con intensidad una multitud de actos y festejos populares acompañados de la gastronomía propia de la región.

La fiesta castellonense se vive sobretodo en sus calles llenas de música, del ritmo de los bailes y de la expectación de los fuegos artificiales. Son unas fiestas caracterizadas por un clima suave, y marcan el inicio de la primavera.

El segundo sábado de las fiestas se celebra la ofrenda de flores a la virgen del Lledó, patrona de la ciudad, uno de los actos con más emotividad, belleza y tradición. El día siguiente acaban las fiestas, con la presencia de todas las personas que han disfrutado de todos los eventos culturales, religiosos y gastronómicos.

El origen de las fiestas

Las fiestas de la Magdalena son las mayores fiestas que se celebran en la capital castellonense. En ellas se conmemoran los orígenes de la ciudad, recordando el traslado de la ciudad de Castellón desde la colina de la Magdalena hasta la llanura litoral (la Plana) en 1251.

Según la leyenda, el día en que los habitantes de Castellón decidieron bajar al llano era un día de lluvia y de mal tiempo. Por el camino se les hizo de noche y, para no perderse, los caminantes decidieron poner un farolillo en el extremo de una caña para alumbrar el camino. A partir de entonces, este evento se rememora cada año mediante una romería, aunque no fue hasta siglo XV cuando se construyó la ermita que alberga a la virgen de la Magdalena.

Los símbolos tradicionaes: La Romería, la paelleta i las gaiatas

El domingo tiene lugar uno de los actos más emotivos y más antiguos, la Romería a la ermita de la Magdalena. También se la conoce como Romería de las cañas, ya que los asistentes llevan consigo una caña enlazada con una cinta verde, tal y como relata la leyenda.

El día de la romería, es típico comer una tortilla de habas tiernas para ir reponiendo fuerzas. El paraje natural que alberga la ermita de la Magdalena es el entorno ideal para disfrutar de una paella con fuego de leña. Cada grupo elabora la suya, con los ingredientes que desee. Ese día se preparan paellas para todos los gustos, ya sean con conejo, pollo, marisco, pescado, verduras o mixtas. Todas ellas, pero, tienen un sabor que sólo se puede degustar en la región castellonense. Otros deciden sustituir las paellas por una fideuá. Esta preparación sustituye el arroz por un tipo de fideos que se preparan y se presentan como si fuese una paella. Si, finalmente, el arroz o la fideuá se acompañan de una ensalada elaborada con productos de la huerta valenciana, se podrá disfrutar de un menú típico y completo que permitirá degustar muchos de los sabores de la tierra.

Una vez el estómago está lleno y se disfruta de la sobremesa al aire libre, la fiesta continúa. La jornada de la Romería culmina con el desfile de gaiatas (les Gaiates). Bajo este nombre se hace referencia a unas carrozas iluminadas inspiradas en los antiguos faroles usados por los primitivos castelloneneses para alumbrar el camino cuando descendieron de la montaña para establecerse en la Plana. Cuando se encienden todas las gaiatas se forma una serpiente de luz que ilumina la noche de Castellón, convirtiendo el encendido en uno de los momentos más espectaculares de las fiestas.

La cultura gastronómica durante las fiestas

Son muchos los días que hay para disfrutar plenamente de la fiesta. Nada mejor que combinar la música, los bailes y los fuegos artificiales con los platos típicos de Castellón.

El mediodía, la tarde y la noche son los mejores momentos para visitar el Mesón del Vino y el Mesón de la Tapa, dos lugares típicos de reunión de los castellonenses durante estas fiestas.

Además de la paella, el arroz es protagonista de otros platos de la región como el arroz a banda, un plato de pescadores elaborado con caldo de pescado y gambas; el arroz negro, cocinado con calamares en su tinta; el arroz al horno, un arroz seco preparado al horno en cazuela de barro que se acompaña con carne de cerdo, garbanzos, patatas, tomate y ajos; o el rossejat, un plato de arroz o pasta gratinado al horno.

Los platos de verdura como primer plato o entrante también son típicos de estas fiestas, puesto que un plato de verduras a la plancha puede resultar una alternativa de calidad.

Dulces de tradición

ImgLos postres y dulces valencianos son la mejor forma de culminar una comida típica durante las fiestas de la Magdalena. Muchos de estos postres se elaboran siguiendo recetas que poseen cientos de años de antigüedad. Las empanadillas de boniato; el arnadí, un dulce de calabaza; y los panquemados, típicos dulces de pan esponjoso que se suelen tomar en Semana Santa, son algunos de los más reconocidos.

La típica horchata valenciana acompañada de los fartons, unos suaves bizcochos que se deshacen en la horchata, pueden tomarse tanto como postre como para merendar.

Por la noche, agua de Valencia, una de las mejores opciones, ya que en ella se mezcla cava con uno de los productos más representativos de esta comunidad, la naranja, obteniendo como resultado una bebida suave y refrescante.

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