A dieta para mejorar la calidad de los espermatozoides

Los hombres con ingestas ricas en grasas saturadas tienen menos esperma y de peor calidad
Por Maite Zudaire 27 de marzo de 2012
Img brotes soja
Imagen: therealbrute

La fertilidad masculina ha demostrado ser igual de determinante que la femenina. Los datos son rotundos: en un tercio de los casos la infertilidad es problema de la mujer, el otro tercio del hombre, el 15% se debe a una combinación del hombre y la mujer y el resto de los casos son inexplicados. Si bien se sabe que los problemas endocrinos, como diabetes mellitus o de tiroides, afectan a la fertilidad, en la búsqueda de las causas se empiezan a revelar los errores en la dieta como factor de alto riesgo. Pero también se ha confirmado que la ingesta de alimentos ricos en grasas poliinsaturadas omega 3, presentes en el pescado y el aceite, devienen en un esperma de mejor calidad.

La fertilidad es un problema cada día más presente en la sociedad actual. Las causas son muy diversas y en la búsqueda de aquellas que se relacionan con los hábitos se reveló clave el gusto por el tabaco. Fumar es uno de los factores prominentes que contribuyen al bajo conteo espermático en hombres. En esta línea, los investigadores buscaron otras confirmaciones sobre hábitos perniciosos para defender el beneficio de abandonarlos. Entre diciembre de 2006 y agosto de 2010, un equipo del Hospital de Massachusetts, referente mundial en el tratamiento de infertilidad, interrogó a hombres sobre su dieta y analizó muestras de su semen. El número total de espermatozoides en una eyaculación debe ser, al menos, de 39 millones, lo que consigue una concentración de espermatozoides de 15 millones por mililitro.

Los investigadores descubrieron que la relación entre las grasas y la calidad del semen estaba en gran medida condicionada por el consumo de grasas saturadas. Los hombres que comían más grasas saturadas tenían un 35% menos de esperma que los hombres que consumían menos. Además, los varones que tomaban más grasas carne roja no debe constar en el plato cada día. Pero sobre todo, hay que tachar de la lista de la compra las grasas saturadas, con especial atención a las grasas trans.

Si se quiere potenciar la fertilidad, nada de snacks ni aperitivos salados (patatas fritas, palomitas), hay que retirar los productos precocinados (empanadillas, croquetas, canelones o pizzas) y prescindir de la ingesta cotidiana de mantequilla, nata, salsas grasas y quesos. Nada de bollería industrial, ni helados no artesanos. Estas prohibiciones deberían respetarse a lo largo de todo el periodo en que se quiere ser padre y, si se logra incluir el hábito más allá de la edad fértil, se conseguiría una dieta más amiga del corazón.

NUTRIENTES PARA MEJORAR LA FERTILIDAD

Seguir una dieta sana es aplicarse en lograr una mejoría en todos los aspectos, pero también en la fertilidad. Hay una serie de nutrientes que, si bien no determinan la calidad del esperma, el movimiento y el número de los espermatozoides, potencian ir por buen camino. El ácido fólico (abundante en las verduras y los cereales intregrales), el zinc (rico en las legumbres), la vitamina C (antioxidante natural por excelencia), la vitamina E (parapeto de los radicales libres) y la vitamina A (protectora de las células) son nutrientes que colaboran en la mejoría de los órganos sexuales y en su actividad.

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