El 12 de Octubre, el día de la Virgen del Pilar

La huerta zaragozana bañada por el Ebro suministra a su gastronomía todo tipo de verduras, frutas y hortalizas que permiten elaborar las más deliciosas ensaladas y el plato estrella: la menestra
Por EROSKI Consumer 11 de octubre de 2006

Las fiestas en honor a la Virgen del Pilar que se celebran en Zaragoza del 7 al 15 de octubre, tienen en el día 12 su máximo explendor, puesto que ese es el día de su patrona. Cuenta la leyenda que la Virgen María se apareció en Zaragoza a Santiago Apóstol, porque fue el lugar donde más personas se habían convertido al cristianismo. La Virgen María apareció con ángeles que portaban una columna, la cual se convirtió en el primer pilar de una pequeña capilla que pasaría a convertirse con el paso de los siglos en uno de los monumentos más importante de nuestro país.

La ciudad de Zaragoza, antigua capital de la Corona de Aragón y actual capital autonómica, presume de una emblématica situación a orillas del río Ebro. Las fiestas del Pilar son un buen momento para visitar Zaragoza. El calor veraniego ha pasado y su clima continental encuentra uno de sus momentos más suaves. Además el otoño tiñe de marrones, amarillos y rojos las calles de su ciudad para vestirla de fiesta.

Una comida variada y consistente

La gastronomía de Zaragoza está basada en una gran variedad de productos propios de la región que se combinan para dar lugar a platos consistentes, nutritivos y con mucha personalidad como los chilindrones, los ajoarrieros o los salmonejos.

La huerta zaragonzana bañada por el Ebro suministra a su gastronomía todo tipo de verduras, frutas y hortalizas que permiten elaborar las más deliciosas ensaladas y platos de verduras, teniendo como plato estrella la menestra, elaborada con productos de primerísima calidad.

Para calentar el cuerpo se puede probar la sopa de ajo y miga, o la sopa de boletos, que es más suave que la anterior o incluso unas buenas migas de Zaragoza, elaboradas con el mejor pan y los más exquisitos embutidos. Las legumbres, con las alubias blancas o «boliches» como protagonistas, se combinan perfectamentes con caza o productos de matanza y constituyen uno de sus platos fuertes.

Buena carne, pero también pescado

En la cocina zaragozana está muy presente la carne -de cordero, cerdo, vacuno, aves o caza- que se utiliza para elaborar guisos consistentes como por ejemplo: pollo al chilindrón, huevos al salmonejo, salpicón de vaca, cordero a la pastora, jarretes de cordero guisados, magras con tomate, y un largo etc. Por ser una región interior, entre los pescados destacan los de río y las salazones, especialmente las de congrio y bacalao, presentes en muchos platos aragoneses, como por ejemplo el ajoarriero que elaboran de una forma deliciosa.

Una cuidad muy dulce

Otra de las particularidades de la gastronomía zaragozana es la variedad de dulces que ofrece como los adoquines de la Virgen del Pilar, que son uno de los caramelos más famosos a nivel nacional. También están las frutas de Aragón, que son trozos de frutas escarchadas y bañadas en chocolate, las frutas de sartén, las tortas de yema, las cajicas de Tauste parecidas a las magdalenas, los mantecados, las tortas de Balsa y el bizcocho de soletilla de Caspe, entre otros.

Un ejemplo de menú

Sopa de ajo castellana con morcilla, Cordero con salsa de verduras y romero y de postre una pieza de fruta y un pequeño dulce para dejar un buen sabor de boca.

De tapas por las fiestas

Otra de las opciones que nos ofrece esta cuidad son las tapas. Es frecuente sustituir el restaurante por una ruta de tapeo, ya que las tapas de esta ciudad se diferencian de las de otros lugares en que suelen ser más grandes. Algunos ejemplos de tapas tradicionales son las cabecillas de cordero, las lechecillas con huevo escalfado, a las que alguna vez les acompañan sesos, el conejo con caracoles, o las madejas que son tripas de cordero.

Estas tapas se pueden acompañar de alguna de las tres Denominaciones de Origen de vinos de la comunidad -Cariñena, Calatayud y Campo de Borja-. Dichos vinos son en la actualidad de menor graduación alcohólica y más ricos en matices que los de hace años.

Por todo ello, es seguro que en estos días, Zaragoza dejará en el visitante un muy buen sabor de boca, satisfaciendo todos sus sentidos, incluido el olfato, que quedará impregnado de olor a flores de la tradicional ofrenda a la Virgen.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube