El dátil es el fruto de la palmera datilera. Propiamente el dátil no es una fruta desecada aunque generalmente se describe dentro de este grupo de alimentos. Esto es así porque tiene la particularidad de secarse al sol en el mismo árbol. Una vez se ha desecado el fruto, esté se recolecta. Sin embargo las frutas desecadas se someten después de su recolección a un proceso de desecación.
Tiempo atrás los dátiles se envasaban en racimos tal y como se recolectaban. En cambio, hoy en día se intercalan entre láminas de plástico, aunque la primera capa todavía mantiene su presentación original.
Variedades que hay en el mercado
Esta fruta proviene de Oriente Medio y del Norte de África. Los dátiles miden aproximadamente entre 4 y 8 centímetros de longitud y, cuando están maduros, su color es dorado oscuro. Su carne es blanda, su sabor dulce y tiene un hueso alargado en su interior. Alguna de estas características puede cambiar porque son muchas las variedades que se encuentran en el mercado. Una clasificación de los dátiles los agrupa en blandos, semisecos y secos. Estos últimos se encuentran en diferentes presentaciones: concentrados, blandos, duros, negros, rojos y negros, amarillos dorados, etc. Entre los que más se venden está el dátil tunecino Deglet Noor, o dátil de la luz, de piel lisa y brillante. El dátil Medjool tiene la piel arrugada y su textura es parecida a la de un caramelo toffee.
Un concentrado de nutrientes
El cuanto a su valor nutritivo, cabe resaltar que el contenido energético del dátil seco es elevado porque mediante la desecación se reduce el contenido de agua y se concentran los nutrientes, en concreto los hidratos de carbono sencillos. Además es una fuente natural excelente de potasio, de hierro, de pro-vitamina A -beta-caroteno- y de niacina o vitamina B3. Los dátiles y en general todas las frutas desecadas son una fuente excelente de fibra soluble e insoluble, por lo que su consumo ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
Un producto muy típico en Navidad
Las frutas desecadas comparten junto con los turrones, mazapanes y polvorones, hueco en la mesa de muchas familias durante las fechas navideñas. Nutritivas, sabrosas y muy naturales, las frutas desecadas se pueden degustar tal cual o sirven como ingrediente a originales recetas de entrantes, primeros, segundos platos o postres en las que se combinan con armonía y buen gusto diversos sabores: salados, ácidos y dulces.
Recetas con dátiles muy sabrosas
A continuación se sugieren algunas recetas en las que se incluyen los dátiles y otras frutas desecadas.