La caza

La caza comprende a todos aquellos animales que viven en estado salvaje y han sido abatidos durante una jornada de cacería.
Por EROSKI Consumer 4 de diciembre de 2002

La gran división de la caza es caza de pelo y caza de pluma.

Dentro de la caza de pelo se pueden distinguir la caza mayor (el jabalí, el venado, el corzo…) y la caza menor (la liebre y el conejo de campo).

La caza de pluma se subdivide en: de tierra (la perdiz, la codorniz, la paloma torcaz, la becada…), de montaña (el urogallo, el gallo silvestre y la perdiz de los Alpes), y de agua (la avefría, el pato salvaje, el pollo de agua…).

Los expertos recomiendan que la caza de pluma en general (la perdiz, faisán, la becada, chorlito..) se conserve tal cual, sin desplumar hasta el momento de cocinarla. Lo recomendable es tenerla tres o cuatro días de mortificación con plumas. De esta manera el ave pierde el rigor mortis y gana en aromas y además la carne estará menos seca.

En cambio hay otras aves que se recomienda comerlas recién cazadas con 1 día ó 2 de mortificación como mucho, como son la codorniz, el tordo y el pato salvaje, porque si las dejamos varios días sus carnes toman un sabor amargo.

No debemos transportar la carne en el día de caza en bolsas de plástico porque sudan y fermentan, las piezas se deben transportar al aire, colgadas y oreándose.

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