Tarde de otoño, frío en la calle… Apetece más que nunca estar en casa y preparar una merienda casera con té, café o chocolate caliente. Por supuesto, se necesita algo para acompañar. Y para ello nada mejor que la repostería casera: además de contar con los ingredientes favoritos, aporta aroma a toda la casa mientras se prepara en el horno. Un bizcocho o una tarta casera elaborada con frutas y hortalizas, un plum cake de frutas, un pastel con calabaza o un hojaldre de peras son algunas recetas fáciles y perfectas para preparar en una tarde de otoño. En este artículo se explica cómo se hacen.
1. Pastel de calabaza con almendras
Esta es una preparación contundente, ya que el pastel se elabora con harina de almendra en lugar de harina de trigo. La mezcla de la calabaza y las almendras le confiere una textura parecida a un mazapán, idónea para servir acompañando un té, un chocolate o un café caliente.
Primero hay que pelar 600 gramos de calabaza y asarla en el horno, con temperatura media, durante una hora. Después, se tritura la calabaza asada limpia de pepitas y se agregan 300 gramos de azúcar moreno, cociéndolo todo en un cazo a fuego medio hasta que espese como una mermelada. Una vez espesado el puré, se separan las claras de las yemas de dos huevos y se añaden las yemas batidas a la cazuela. Se debe mover a menudo para que no se pegue. Se ralla la corteza de un limón y se incorpora a la cazuela, como también se agregan 125 gramos de almendra molida y un poco de canela.
Se sigue trabajando la mezcla unos cinco minutos más y se saca del fuego. Se vierte dentro de un molde de plum cake, se espolvorea con azúcar y se introduce en el horno a 150 ºC para que se dore durante 15 minutos. Una vez elaborado el pastel, se saca del horno y se deja enfriar antes de desmoldar.
2. Pastelitos con peras asadas
Es una idea muy sencilla de llevar a cabo. El único ingrediente especial que se tiene que tener en la cocina es una lámina de pasta quebrada o de masa hojaldre refrigerada. La receta es muy apropiada para cuando en casa hay frutas a punto de madurar o un poco tocadas.
Se introducen en un molde de tarta 300 gramos de peras peladas y troceadas, se espolvorean con 100 gramos de azúcar y se esparcen la ralladura de un limón y un poquito de esencia de vainilla. Sobre estos ingredientes se coloca una lámina de pasta quebrada que tape las peras. Hay que dejar hornear a 200 ºC durante 45 minutos y, después, reposar otros 20 minutos fuera del horno pero sin desmoldar. Transcurrido ese tiempo, se da la vuelta al molde sobre el plato o fuente de servicio. Así se consigue una tarta horneada a la inversa.
Otra opción es poner unas láminas finas de pera con azúcar sobre una base de hojaldre y crema pastelera y hornear el conjunto 180 ºC durante 45 minutos, hasta que se dore el hojaldre. Una vez fuera del horno y templada, hay que decorar la tarta con una jalea de melocotón.
3. Bizcocho de manzana, plátano y nueces
Este es un clásico bizcocho guarnecido con frutas frescas y frutos secos, un alimento calórico y muy nutritivo idóneo para recuperar energías después de una sesión de deporte o de una larga caminata bajo la lluvia en un día de otoño. Los sabores de la fruta asada y las nueces son una delicia que aromatizará toda la cocina.
Hay que batir tres claras a punto de nieve y, por otra parte, batir dos yemas con 50 gramos de azúcar. Se mezcla todo, con cuidado, y se van agregando 80 gramos de harina poco a poco, además de un sobre de ocho gramos de levadura. Se añaden a la mezcla trozos de manzana y de plátanos pelados. Para evitar que se vayan al fondo del bizcocho, los trozos se harán pequeños.
Se unta el molde donde se horneará el bizcocho con un poco de mantequilla y se vierte la masa en él. Se deja hornear durante 45 minutos a 180 ºC. Casi al final de la cocción, se espolvorea por encima con unos trocitos de nueces peladas y troceadas. Cuando el bizcocho esté cuajado, se saca del horno y, sin retirarlo del molde, se deja enfriar. Se sirve cuando esté frío.
4. Plum cake con frutas del bosque
Por último, un clásico plum cake con frutas del bosque. Arándanos, moras y frambuesas aportarán un toque sin igual a este bizcocho otoñal, de manera que se pueda servir una merienda exquisita.
En primer lugar, se ponen 150 gramos de azúcar glas con 150 gramos de mantequilla en un bol y se mezcla todo con las manos hasta formar una crema homogénea. Se añaden cuatro yemas de huevo y se reservan aparte las claras.
Se mezclan 150 gramos de harina y seis gramos de levadura con la mantequilla endulzada hasta formar una masa. A continuación, se agregan las cuatro claras a punto de nieve y se mezcla todo lentamente, de manera que quede una masa un poco esponjosa.
Se lavan los frutos del bosque, se escurren y se ponen dentro de un recipiente con un poco de harina. Se cierra el recipiente con una tapa y se sacude de forma que la fruta quede enharinada. Esto servirá para que la fruta no se vaya al fondo del molde. Se añade la fruta a la masa del pastel y, con la ayuda de la espátula, se mezcla bien.
Hay que engrasar el molde de plum cake con un poco de mantequilla derretida y luego con un poco de harina para que no se pegue el pastel y se pueda desmoldar con facilidad. Se vierte la masa en el molde y se introduce en el horno precalentado a 220 ºC durante los primeros 10 minutos. Tras formarse una costra en la superficie, se hace una incisión con la ayuda de un cuchillo. Se baja el horno a 180 ºC y se cocina durante 50 minutos más. Se desmolda y se deja enfríar sobre una rejilla, por lo menos durante tres horas antes de consumir.
Se acompaña de una coulis de moras elaborada con mermelada de mora rebajada con un poco de agua, cocida durante 10 minutos a fuego suave y luego colada para que salga una crema fina.