Ruta gastronómica por Namibia

Un país de África negra donde degustar excelentes carnes de caza
Por EROSKI Consumer 31 de marzo de 2006

Namibia es un país ubicado al suroeste de África, delimitado al norte con Angola y Zambia, al sur con la República Sudafricana, al este con Botswana y la República Sudafricana, y al oeste, todas sus costas están bañadas por el Océano Atlántico.

La mayor parte del país es una meseta, que registra 2.606 metros en su pico más alto, el monte Brandberg. Es un país enorme y la mayor parte está deshabitado. La población se concentra en su capital, Windhoek, en la región más norte, donde se encuentra el Parque Nacional de Etosha y un litoral de ensueño.

La capital del país, Windhoek, tiene aires de gran ciudad y modernidad y alberga edificios altos con un cierto toque alemán. Teniendo en cuenta su pasado colonial -alemán, holandés y británico-, las comidas son muy europeas.

Para los amantes de la fauna

Namibia es tan enorme que es difícil de recorrerla en un solo viaje. Lo más común entre los viajeros es plantear qué es realmente lo que se prefiere visitar para adaptar el recorrido a los días de vacaciones. Namibia tiene mucho para escoger: extensas zonas desérticas que desembocan en el océano, un parque nacional de animales salvajes y largas extensiones de costa. Las distancias de unas zonas a otras son tan exageradas que no dan para satisfacer la ambición de recorrerlas todas en un solo viaje de ocio.

Entre los turistas que visitan Namibia, el Parque Nacional de Etosha es una parada obligada. La mejor temporada para acercarse es la de sequía, que se prolonga de marzo a septiembre. Son meses en los que se puede disfrutar contemplando sus más de 300 especies de aves autóctonas, y los animales salvajes típicos de un safari. Los ‘cinco grandes’, que no son otros que el león, el búfalo, el rinoceronte, el elefante y el leopardo, comparten espacio con cebras, ñus, jirafas, y otros ejemplares típicos de la sabana y de los reportajes de la naturaleza.

Carnes de caza

En todos los restaurantes del país se puede encontrar una extensa carta de carne de caza. Allí se consume todo tipo de carne, desde las menos comunes como el gemsbok, el kudu y el springbok al avestruz, la ternera, y el cordero. La gastronomía de Namibia también ha heredado de sus colonizadores los buenos fiambres elaborados con piezas cazadas. Y el precio europeo. Las cartas reflejan, tanto en la comida como en la bebida, que comer en un local acondicionado es un lujo que sólo se pueden permitir los extranjeros en cuyas manos siguen estando el título de las minas de diamantes, o los cazadores que llegan a estas tierras con el propósito de alcanzar un trofeo valioso, como la cabeza de un león. Hay que decir, que mucha de esta caza está regulada y supone una fuente de ingresos importantes para las economías locales.

Pescados, mariscos y pan

Además de las carnes, en Namibia, los animales marinos juegan un papel destacado en la gastronomía del país. Los pescados y mariscos son alimentos muy populares, no en vano, las costas son kilométricas. En las regiones litorales se sirven suculentas langostas, ostras y diferentes tipos de pescado que no se pueden dejar de probar. Lo mismo sucede con un alimento tan básico que aquí se torna exótico: pan. Las variedades recuerdan a ultramarinos franceses. Comparten espacio y sabor con la excelente repostería, rellena de frutos exóticos.

Bebidas, al estilo más occidental

Lüderitz es una ciudad moderna y desarrollada situada en la Costa del Desierto, al sur del país. Si no fuera por el clima y por el entorno, se podría confundir con una villa alemana. En este lugar se elabora la mejor cerveza de estilo bávaro de toda África. En todo el país, se pueden degustar también los vinos provenientes de la vecina Sudáfrica.

Visitas para todos los gustos

Para sumergirse en la tranquilidad está el desierto del Namib. Cañones, macizos montañosos, nieblas naturales y las dunas rojas lo convierten en un lugar único en el mundo, donde se puede escuchar y disfrutar del silencio.

Los viajeros más aventureros pueden acudir al Fish River Canyon, un conjunto de gargantas que el agua ha ido abriendo a lo largo de los siglos, ubicado al sur de este extenso país, está considerado una de las maravillas naturales de todo el continente.

Si lo que se pretende es vivir Namibia desde su gente y sus costumbres innatas al colonialismo que ha experimentado durante años este país, se ha de recorrer la región noroccidental del país, conocida como Kaokoland, en la frontera con Angola. Allí habita la tribu de los himbas que quedó aislada del resto de su grupo étnico, los Herero, durante la colonización. Hoy día sigue manteniendo sus costumbres ancestrales, en su vida y en su culturales.

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