Cómo vender una plaza de garaje

Las páginas web de compraventa son muy útiles, ya que permiten insertar anuncios muy completos para destacar las características del aparcamiento
Por Elena V. Izquierdo 13 de febrero de 2012
Img plazas garaje
Imagen: Julen

Son numerosas las personas que hoy se plantean deshacerse de su plaza de garaje. Con la crisis han tenido que reducir el número de vehículos con los cuales cuenta la familia o vender el único coche que tenían. El aparcamiento en estos casos sobra y una de las opciones es traspasar la titularidad a alguien que esté interesado. En la actualidad, hay muchos soportes para anunciar la venta de un garaje y conviene sacar partido a cada uno de ellos, con el fin de obtener por la plaza el mejor precio posible.

Garaje en venta

Para vender un garaje, se pueden utilizar tanto las técnicas convencionales -pequeños carteles en la propia cochera, en tablones, marquesinas o anuncios por palabras- como las nuevas tecnologías. Pero si se combinan las dos fórmulas, las posibilidades de éxito serán mayores. Las siguientes son algunas ideas:

Si tiene vigilancia, cámaras y alarmas, el garaje se valorará más

  • Colocar en el propio garaje una hoja donde se comunique a otras personas que hay una plaza en venta, a menudo, da buenos resultados. Muchas familias tienen más de un coche y les gustaría aparcar los dos vehículos en el mismo lugar, en un sitio cercano a la vivienda. Por eso, fijar el cartel en esta ubicación es bastante acertado. Con indicar unos rasgos básicos y el número de teléfono basta, ya que es habitual que quien está en el garaje conozca el resto de las características.

  • Los portales de la zona también son lugares idóneos para poner el anuncio. Puede ser que los vecinos tengan una plaza de aparcamiento cercana, pero que no comunica directamente con la vivienda sin necesidad de salir a la calle, y quieran un garaje en su propio edificio.

  • Si las normas de la localidad lo permiten, se puede colocar el aviso en marquesinas o paradas de autobús, un punto donde mucha gente para durante unos minutos.

  • También es buena idea recurrir a los tablones de anuncios de lugares públicos cercanos al garaje, como bibliotecas, universidades, ambulatorios o centros de mayores. Si la cochera está en una zona céntrica a la que acude mucha gente desde diferentes distritos, es posible poner el cartel en otros barrios.

  • La utilización de otros medios complementarios, como revistas especializadas, publicaciones con anuncios de compraventa o portales de Internet, por lo general, da buenos resultados. Es este último medio el que más posibilidades aporta, a menudo, de manera gratuita.

Qué destacar en un anuncio en Internet

Las páginas dedicadas a la compraventa de inmuebles o al intercambio de servicios aportan muchas posibilidades para difundir el anuncio. Permiten redactar un texto algo más largo de lo habitual, destacar las características más importantes y publicar fotografías.

Conviene publicar varias fotografías de la plaza de garaje

Con bastante frecuencia, los propios portales facilitan un modelo de redacción para que esta sea sencilla. Como medio para que la venta sea un éxito, conviene sacar el máximo partido a las características del garaje y destacar todos sus aspectos positivos:

  • Precio. Al fijar la cuantía que el titular quiere recibir por su garaje, debe pensar si está dispuesto a hacer una rebaja o es una cantidad fija por debajo de la cual no realizará la transacción. Puede indicar en el anuncio si es o no negociable. El precio debe estar más o menos ajustado. Un garaje muy caro cuyo precio se rebaja luego es un error, por varios motivos. Las páginas web dan a la persona que busca el garaje la posibilidad de fijar un límite por encima del cual no muestran ningún vehículo. Si el interesado fija en 20.000 euros su límite, no verá un anuncio con un precio superior. Por otra parte, el potencial comprador rechaza los garajes muy sobrevalorados, como ocurre con las viviendas.

    En ocasiones, fijar el precio es uno de los pasos más difíciles debido al desconocimiento del sector y a la crisis inmobiliaria. Para realizar una aproximación, se puede echar un vistazo a los anuncios de otros vendedores en Internet o en revistas de compraventa. Solo hay que buscar la zona, las dimensiones del garaje y compararlo con la plaza que se quiere vender para hacerse una idea aproximada.

  • Tamaño. El anuncio debe reflejar los metros cuadrados de la plaza de garaje e indicar cuál es la longitud y la anchura. Para que el lector se haga una idea, se puede añadir si es apta para un vehículo grande, para dos turismos, si cabe un coche y una moto, etc.

  • Planta. Es habitual indicar en qué piso se localiza la plaza. Una gran parte de los usuarios prefiere que esté cercana a la superficie para no verse obligados a dar demasiadas vueltas al bajar, cuando lo dejan, y al subir, cuando van a salir a la calle -o viceversa-.

  • Zona. El anunciante puede optar por decir con exactitud la calle en la que se encuentra o aludir solo al barrio donde se ubica. Muchos agentes inmobiliarios coinciden en que es mejor concretar e indicar la dirección exacta porque los dueños de un automóvil eligen la comodidad y, si una cochera está cercana a su casa, les llamará más la atención que si solo saben que está en una zona determinada.

    También es buena idea indicar si está cercana a un lugar al que acude mucha gente, como puede ser una zona comercial, la universidad o un centro médico, porque es un activo para vender el garaje, incluso para quienes no residen en la zona, ya que siempre que acuden encuentran problemas para estacionar.

  • Seguridad. Los compradores no solo desean que el coche esté resguardado del frío o de la humedad. Cuando buscan un garaje, quieren tener el vehículo protegido para evitar robos, destrozos o actos vandálicos, que en ocasiones se registran en la calle. Por eso, hay que destacar las medidas de seguridad del aparcamiento. Si tiene vigilancia personal durante las 24 horas del día a lo largo de todo el año se valorará más que si carece de ella. También hay que señalar si tiene cámaras de seguridad, alarmas, etc.

  • Accesos. Uno de los aspectos que puede hacer que una persona se decante por un garaje u otro son los accesos, tanto a pie como con el vehículo. Lo normal es que el coche entre a través de una rampa, salvo que la cochera tenga un solo piso y esté al nivel del suelo. Pero puede tener una puerta de entrada automatizada o manual. Bajarse del coche para abrir los accesos no es nada cómodo para los conductores, que rechazan casi siempre estas opciones.

    El peatón puede salir directamente a la calle por la rampa o por escaleras o bien utilizar un ascensor. Si el elevador llega hasta el garaje, conviene destacarlo en el anuncio porque es una característica muy valorada por quien adquiere una cochera. También es posible que la salida dé a la calle o a un edificio. A quienes vivan en el inmueble y estén interesados en una plaza les gustará saber que pueden acceder a su vivienda casi de modo directo.

  • Facilidad de aparcamiento. Tener que lidiar cada día con el coche de enfrente, la columna de al lado o la moto colocada en la plaza contigua no es nada agradable. Si el garaje permite un fácil aparcamiento sin necesidad de hacer costosas maniobras para estacionar el vehículo, hay que poner énfasis es esta característica y citarlo en el anuncio.

  • Nuevo o de segunda mano. La antigüedad servirá al lector del anuncio para saber si en pocos años tendrá que hacer arreglos, pintar o quitar las goteras. Por este motivo, si el garaje está recién construido debe indicarse, ya que este rasgo justifica un precio más elevado.

  • Fotografía. Muchos de los anuncios que se publican en portales inmobiliarios y de compraventa por Internet se completan con imágenes. Así el futuro comprador tiene una representación más fidedigna de la plaza que adquiere. Puede incluso descartar en principio aquellos que no tengan fotografía o que muestren demasiados obstáculos para aparcar.

    Conviene tomar varias imágenes donde se vea la plaza vacía con algún vehículo estacionado al lado. Esto permite conocer las dimensiones y la facilidad para aparcar. Después, se puede incluir otra fotografía con un coche aparcado en la plaza, para mostrar los márgenes que hay con otros vehículos. Tampoco está de más publicar una más amplia donde se vea el garaje por dentro y otra del exterior que muestre la salida y la calle. Cuando se fotografíen los vehículos, conviene pixelar las matrículas para preservar la intimidad de los propietarios y del propio anunciante.

  • Gastos de comunidad. La gran mayoría de los propietarios de una plaza de garaje debe pagar gastos de comunidad. En general no son muy elevados, pero si el aparcamiento tiene muchos servicios -vigilancia personal, cámaras, limpieza-, pueden encarecerlo. Cuando el anuncio es muy detallado, sí se indica cuál es la cuantía.

  • Posibilidad de alquilarlo. No siempre la persona interesada en comprar una plaza de garaje quiere utilizarlo para aparcar su propio coche. Su objetivo puede ser ponerlo en alquiler y recibir una renta mensual. Por este motivo interesan cocheras en zonas céntricas, con mucho tránsito de vehículos, donde aparcar es complicado. Está bien, por tanto, destacar las posibilidades de alquiler. Si hasta hace poco la plaza ha estado arrendada, se puede desvelar la cuantía real o aproximada que ha recibido el dueño, para que los compradores sepan cuánto podrían obtener si quisieran alquilarla.

  • Forma de contacto. Quizá es el dato más importante porque sin él nadie se comunicará con el vendedor. En el anuncio es posible anotar un correo electrónico. De esta forma, nadie molestará fuera de horas. También se puede dejar el teléfono fijo, siempre y cuando una persona de contacto esté en el domicilio. Pero la forma más fácil de que los interesados contacten con el vendedor es dejar un número de móvil.

    Si es posible, se recomienda no publicar el número que se utiliza de manera habitual, sino otro destinado de manera expresa a recibir las llamadas relacionadas con la venta del garaje. Así no interrumpirán las llamadas habituales, las de negocios o de trabajo y se evita que cuando se haya llevado a cabo la venta la gente llame todavía al móvil personal. Añadir las horas en las que se puede contestar -por la mañana, por la tarde, fines de semana- también es conveniente.

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