Pastor de Shetland: todo lo que debes saber sobre esta raza

La raza tiene una apariencia hermosa y delicada, pero es muy fuerte, activa y entregada cuando desarrolla una tarea.

Los shelties son perros de tamaño pequeño a mediano, ágiles, de proporciones armónicas y equilibradas. Su cabeza es refinada y su hocico moderadamente largo, las extremidades musculosas.

En general la altura a la cruz (desde la base del cuello al suelo) oscila entre los 35 y los 37 cm, y su peso ideal de los 6 a los 12 kg.

Los ojos son de tamaño mediano, almendrados y marrones. En los ejemplares merle (una coloración especial en los perros) es corriente el azul, en ambos ojos o solo en uno.

Las orejas son pequeñas, triangulares y las porta semi erguidas con las puntas cayendo hacia delante. Contribuyen a darle su aspecto atento y alerta.

La cola del sheltie es de inserción baja y la lleva con una ligera curva hacia arriba. Suele estar bien cubierta de pelo.

Los pastores de Shetland viven una media de 12 a 14 años.

Una de las características más distintivas del pastor de Shetland es su espeso y largo pelaje, más pomposo y abundante en el pecho y en la crin. Tiene una doble capa, la externa es larga, lisa y áspera y la capa interna es corta, suave y densa.

Los shelties pueden tener un manto de variedad de colores que pueden combinarse entre sí. Los más frecuentes son el sable (marrón, dorado o rojizo con puntas negras), el tricolor (negro, blanco y bronceado), blue merle o azul mirlo (azul plateado o grisáceo con manchas negras y zonas de color fuego), negro y blanco y negro y fuego.

Proviene de las lejanas islas Shetland, localizadas en el extremo norte de Escocia.

Su vida y sus funciones estaban ligadas a las labores de pastoreo y otras tareas en las granjas, como mantener alejados a los pájaros y las ovejas de los huertos o alertar de la presencia de extraños en las propiedades.

Dada la situación geográfica bastante inaccesible de las islas, vivieron aislados en ellas hasta principios del siglo XX, época en la que se conoció la raza en el resto de Gran Bretaña y se comenzó a exportar a otros países.

El Kennel Club de Inglaterra la reconoció oficialmente en 1909, el American Kennel Club (AKC) en 1911 y la Federación Cinológica Internacional (FCI) en 1954.

El carácter de los pastores de Shetland es una perfecta combinación de energía, afecto e inteligencia.

El jovial, alegre, juguetón y cariñoso sheltie es un perro muy fiel y apegado a su familia.

Con los extraños su comportamiento puede resultar distante y antipático, porque, en realidad, es bastante desconfiado y miedoso. Estos rasgos de su carácter no hacen de él un buen perro guardián, pero suele mantenerse alerta y avisará si cree que algo no va bien.

Los shelties tienen una gran inteligencia que les permite aprender rápidamente. Además, son muy complacientes con sus dueños, les gusta agradar y cooperar. Es una raza fácil de educar cuando se trabaja usando refuerzos positivos y palabras amables. Muy activos y vivaces, los pastores de Shetland están hechos para el trabajo y para desempeñar tareas que los mantengan activos y ocupados. Si no satisfacen esa necesidad innata, pueden tener cambios de comportamiento y volverse nerviosos y muy ladradores, llegando a ser destructivos para calmar su frustración.

Tienen un instinto muy fuerte para el pastoreo y pueden mostrar habilidades sorprendentes desarrollando esta función.

Gracias a su gran agilidad, su naturaleza atlética y su capacidad de trabajo en equipo, a menudo destacan en deportes caninos como el agility.

La inteligencia, su disposición por complacer y las ganas continuas de aprender de la raza, también los hace brillar en el entrenamiento de obediencia, asimilando y entendiendo sin mucho esfuerzo todo tipo de órdenes.

Por su belleza y sus características físicas generales los shelties son asiduos y dignos participantes en concursos y exposiciones caninas.

Su naturaleza muy juguetona lo convierte en un buen compañero para los niños, a los que hay que enseñar a tratarle con respeto y cuidado para no lastimarle.

El instinto de pastoreo puede ser fuerte y puede manifestarse en su tendencia a perseguir y reunir a los miembros de su familia más pequeños, como los niños y otros animales domésticos. En estos casos, la educación será fundamental para que aprenda a dominarse.

Algunos ejemplares pueden resultar más tímidos, pero, con una adecuada socialización temprana, su talante amistoso les permitirá establecer buenas relaciones con otros animales con los que convivan, con otros perros, y también con otras personas fuera de su círculo de confianza.

Pasear por lugares concurridos y visitar a menudo parques para perros, fomentarán su sociabilidad y una actitud segura hacia los demás.

Aunque el pelaje de la raza va a necesitar una atención más especial que otros aspectos de los cuidados, su mantenimiento general no es para nada complicado.

El pastor de Shetland tiene un manto denso y doble que necesita ser cepillado con regularidad para evitar la formación de nudos y eliminar la suciedad y el pelo muerto. El pelaje de las orejas y de las patas puede enredarse más, y suele ser preciso incidir más en esas zonas.

Se recomienda cepillarlo al menos tres veces por semana, y en los periodos de muda, que pierde bastante pelo, aumentar la frecuencia a un cepillado diario.

Los shelties no suelen necesitar baños frecuentes, son perros limpios que no desprenden mucho olor corporal. El baño se debe realizar sólo cuando sea preciso, cada dos o tres meses, usando un champú específico para perros, que evite posibles irritaciones en la piel.

Es importante tener un cuidado especial con dos cuestiones más. En el aclarado, para que no queden restos de jabón, y en el secado posterior de su pelaje para eliminar muy bien toda la humedad.

Las orejas deben ser revisadas habitualmente para detectar suciedad, signos de enrojecimiento o mal olor, porque pueden ser síntomas de que hay una infección. La limpieza de los oídos tiene que hacerse con un líquido auricular y una gasa o un algodón.

La limpieza de los ojos que elimine restos de polvo, legañas o lágrimas acumuladas, también debe formar parte de la rutina de aseo, para prevenir que se irriten y aparezcan problemas oculares. Se puede realizar limpiando alrededor de los ojos con una solución oftálmica y una gasa o paño suave.

Si la higiene dental no es la correcta, acabará afectando a la salud oral y general del perro. Por eso, el cepillado de los dientes tiene que ser frecuente, al menos dos o tres veces a la semana, utilizando un cepillo y una pasta adecuada para canes.

Las uñas largas siempre son un problema porque pueden causar muchas molestias al caminar o correr. Deben examinarse a menudo y ser cortadas siempre que necesario.

Por las características de su pelaje, siempre que pase tiempo en el exterior, es importante revisarle bien, para detectar la presencia de pulgas, garrapatas u otros parásitos. Como medida de prevención es aconsejable el uso constante de productos antiparasitarios.

Para mantener su temperamento estable, su mente activa y sentirse bien físicamente, los pastores de Shetland van a necesitar canalizar y liberar toda su energía con actividades y una buena dosis de ejercicio diario.

Adoran estar al aire libre, ya sea corriendo en libertad o haciendo caminatas largas o senderismo en un entorno natural junto a sus dueños.

Son grandes deportistas, siempre listos para aprender y entrenar, y son muy aptos para practicar diversas actividades y deportes caninos como el agility, el pastoreo, el rastreo, el flyball o el freestyle.

Por su gran inteligencia también necesitan estimulación mental constante. Los juegos interactivos, los rompecabezas y el entrenamiento de obediencia con el que aprender órdenes básicas, avanzadas y trucos, son perfectos para los shelties.

No es un perro muy sibarita con respecto a la alimentación. Puede sentirse satisfecho comiendo una combinación de pienso seco y alimentos húmedos de alta calidad para razas pequeñas o medianas.

Lo más importante es que la dieta sea equilibrada y esté correctamente adaptada a su edad, tamaño, peso y nivel de actividad. Siendo imprescindible que contenga la correcta proporción de nutrientes que necesita para mantenerse saludable y cubrir su desgaste calórico. Estos deben incluir proteínas de alta calidad, grasas saludables, hidratos de carbono, vitaminas y minerales.

Para establecer la cantidad de alimento diaria recomendada se pueden seguir las indicaciones del fabricante o consultarlo con un veterinario o nutricionista canino. Especialmente si existe algún problema de salud que condicione las necesidades dietéticas del perro.

Por lo general, los cachorros en crecimiento pueden necesitar comer con más frecuencia, unas tres veces al día. Los adultos, por su parte, pueden sentirse bien con dos comidas diarias, pero algunos ejemplares pueden preferir una sola comida más grande. Lo adecuado es adaptarlas a los gustos individuales y las necesidades específicas de cada sheltie, siempre contando con asesoramiento profesional.

Aunque los shelties tienen una buena esperanza de vida están predispuestos a sufrir algunas enfermedades genéticas.

• Displasia de cadera: enfermedad degenerativa que provoca una malformación en la unión del fémur y la pelvis, que llega a desplazar la cadera. Suele causar dolor, cojera y problemas de movilidad en el perro que la padece.
• Problemas oculares: los ojos son una de las principales debilidades de la raza en lo que a salud se refiere. A menudo sufren problemas hereditarios como la atrofia progresiva de la retina, cataratas y la anomalía del ojo collie o CEA (Collie Eye Anomaly), que afecta a los perros desde que nacen. Puede haber casos leves, que no perjudiquen la vista, o más graves, que lleguen a provocar un desprendimiento de la retina e, incluso, ceguera.
• Sensibilidad a medicamentos: algunos pastores de Shetland tienen una mutación genética llamada «MDR1», que les hace tener reacciones adversas a ciertos medicamentos y algunos anestésicos.
• Enfermedad de von Willebrand (EvW): enfermedad genética de la coagulación de la sangre que puede causar un exceso de hemorragias cuando se produce una lesión o se realiza una cirugía.
• Hipotiroidismo: esta afección se produce por un desequilibrio hormonal causado por un mal funcionamiento de la glándula tiroides. Los síntomas más comunes asociados a ella son el aumento de peso, anemia, letargo, pérdida de pelo y problemas de piel.

En 1909 el Kennel Club inglés reconoció la raza, pero con el nombre Shetland collie. Esta denominación no pareció adecuada a los criadores del collie de pelo largo, y se cambió poco  después por su nombre actual, pastor de Shetland.

Los shelties se criaron en tamaño más pequeño que el collie de pelo largo por conveniencia. En las islas Shetland el clima era bastante adverso y duro, y la comida podía escasear. Los granjeros querían perros que rindieran igual que otros pastores de razas grandes realizando sus tareas en las granjas, pero necesitando comer menos.

El cruce de dos shelties merlé (azul mirlo), el llamado “doble gen merlé”, está totalmente desaconsejado porque puede ocasionar problemas graves como sordera y ceguera en los cachorros de las camadas.

Aunque derrocha energía, es una raza pequeña y muy adaptable que puede vivir tanto en un piso como en una casa más espaciosa que disponga de un jardín o un patio. La única condición es que pueda realizar el ejercicio regular que necesita para mantener su temperamento equilibrado.

El pastor de Shetland es dócil, cariñoso, se desvive por complacer a sus dueños y resulta fácil de educar. Sin embargo, siendo ideal como primer perro, por su alto nivel de actividad, es recomendable para personas y familias que le puedan proporcionar la gran estimulación física y mental que va a requerir. No es apto para hogares con un estilo de vida sedentario.

El sheltie es bastante ladrador. Es fundamental educarle desde cachorro para que aprenda a controlar sus ladridos, sobre todo si se tienen vecinos porque puede llegar a resultar molesto y ruidoso.

El pastor de Shetland es una raza fascinante. Con su personalidad extraordinaria y sus múltiples cualidades y habilidades, brindará felicidad y grandes momentos entrañables a sus seres queridos.