¿Son fiables los test de antígenos contra la covid-19?

Con las Navidades a la vuelta de la esquina, realizarse un test rápido para saber si estamos contagiados por el virus puede parecer una buena idea, pero no lo es. Te contamos los motivos
Por Ramiro Varea Latorre 29 de noviembre de 2020
test coronavirus
Imagen: lukasmilan

Son rápidos, baratos, poco invasivos y útiles en algunos casos, pero numerosas voces autorizadas ya han advertido de que su efectividad es más que dudosa en determinadas circunstancias, y no todos son iguales. En muy poco tiempo, los test de antígenos para detectar la covid-19 se han popularizado y han comenzado a llegar a la población de forma masiva. En las siguiente líneas te contamos sus ventajas e inconvenientes, con las recomendaciones de diversos expertos, por si te has planteado someterte a una de estas pruebas con el fin de saber si estás contagiado o no de coronavirus de cara a las celebraciones familiares por las Navidades.

 

 

Aprobados por Sanidad en septiembre, la gran ventaja de los test de antígenos, que detectan las proteínas del virus, es la rapidez en conocer el resultado. Basta con introducir un pequeño bastón con algodón por las fosas nasales, tomar una muestra de mucosa y colocarla en una pequeña tarjeta de cartón, donde el reactivo nos confirmará si el resultado es positivo (dos líneas) o negativo (una línea). Un funcionamiento muy parecido al de un test de embarazo. En apenas 15 minutos sabremos si hemos contraído la enfermedad. Un tiempo muy alejado de los dos o incluso tres días de las pruebas PCR, el método más eficaz para diagnosticar si una persona está infectada (o no) por el coronavirus.

Su precio también es muy asequible, apenas 4,5 euros para las administraciones públicas (las PCR cuestan entre 100 y 120 euros). En laboratorios privados y farmacias, los test de antígenos están disponibles por poco más de 30 euros, aunque el importe varía en función de la marca.

Con las Navidades a la vuelta de la esquina, muchos ciudadanos se han animado a comprar y a realizarse estas pruebas para saber si están contagiados o limpios, y poder reunirse con familiares y amigos en las fiestas con cierta seguridad. Una táctica equivocada, porque estas pruebas rápidas y baratas solo tienen sentido en determinadas circunstancias, su eficacia es dudosa en algunos casos y, además, hay que tener especial cuidado con los timos y estafas.

Test de antígenos: las advertencias de la OMS

Los test de antígenos tienen una eficacia muy alta en los pacientes sintomáticos, es decir, en aquellos que presentan síntomas sospechosos del contagio (fiebre, tos, dolores musculares, fatiga…). También están indicados para quienes tienen cinco o menos días de evolución de la enfermedad, y en determinados contactos estrechos, como son convivientes y personas vulnerables.

Esta técnica rápida de detección de antígenos ha demostrado una sensibilidad superior al 93 % y una especificidad superior al 99 %. Esto significa que la prueba es capaz de detectar, en personas con sospecha clínica o epidemiológica, a 93 de cada 100 personas infectadas, mientras que, por cada 100 personas no infectadas, 99 darán un resultado negativo en la prueba. Asimismo, es especialmente fiable en la primera semana desde el inicio de los síntomas.

Pero no todo son ventajas. De hecho, estas pruebas no son tan eficaces ni tan sensibles como las PCR, y su utilidad es más que cuestionable en el caso de los pacientes asintomáticos que no desarrollan señales de la enfermedad. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que no se realicen a los asintomáticos, excepto si la persona ha estado en contacto estrecho con un positivo.

Tampoco es buena idea, dice la OMS, practicar este tipo de test en controles fronterizos, aeropuertos y en poblaciones con poca incidencia. El problema de los cribados masivos es la gran cantidad de falsos negativos que pueden aparecer. También pueden propiciar falsos negativos en el caso de personas contagiadas pero con más de una semana con síntomas. Sí son más eficaces, en cambio, en aquellos lugares en los que existe una elevada transmisión comunitaria o donde se ha detectado un brote y no pueden hacerse pruebas PCR.

mascarilla prevenir covidImagen: Gabriele Lässer

Organizaciones como la Asociación Madrileña de Salud Pública (AMaSaP) ya han advertido de que realizar estos test masivos tiene poco sentido y entraña riesgos. “La idea de hacer cribados poblacionales a gran escala con test de antígenos puede resultar muy atractiva, pero actualmente su viabilidad es cuestionable y existe mucha incertidumbre sobre el balance entre potenciales riesgos y beneficios de una intervención de este tipo”, advierte el doctor Miguel Ángel Royo.

Este experto en salud pública recuerda, además, que el funcionamiento de estas pruebas es óptimo siempre y cuando lo realice personal sanitario preparado y cualificado. De ahí el peligro que supone para los ciudadanos adquirir el test por cuenta propia. “Uno de los motivos principales por los que la gente se quiere hacer el test de manera voluntaria es para poder reunirse con otras personas con cierta seguridad. Pero la posibilidad, nada desdeñable, de obtener un resultado falso negativo representa un riesgo de falsa seguridad que puede conllevar graves consecuencias”, insiste Royo.

De hecho, este médico sostiene que para confirmar los verdaderos positivos en el test de antígenos debería realizarse a continuación una PCR, lo que podría acabar por colapsar los laboratorios. “Se daría la paradoja de que una medida diseñada para ser parte de la solución podría convertirse en un problema. La alternativa, poner en cuarentena a cientos de miles de personas sanas, tampoco parece muy deseable”, añade.

¿Test rápido? ¡Ojo con las estafas!

Los farmacéuticos también han dado la voz de alarma ante la proliferación de webs en las que se venden test de origen desconocido, así como de la existencia de laboratorios sin registro sanitario. Y hay que tener un especial cuidado con las webs clonadas: páginas falsas duplicadas de otras reales, que se quedan el dinero tras la compra del test y no envían el producto, ya que son estafas en toda regla.

Muchos de estos sitios intentan ofrecer más credibilidad incluyendo testimonios que suelen ser anónimos y no pueden ser verificados. Además, incorporan logos de entidades de control que están copiados pero no son idénticos, con diferencias de color o de algún trazo respecto a los auténticos, denuncian los responsables de SaludsinBulos. Asimismo, estos test son productos sanitarios y no está permitida su venta online para particulares, por lo que no se deberían vender cara al público.

“Hasta que no estén autorizados en farmacias, donde podríamos filtrar de dónde salen los test e interpretar los datos, no recomendaría los test rápidos”, afirma la farmacéutica Paula Fernández, autora del blog Farmaadicta. E insiste en que es importante realizárselos en centros sanitarios autorizados, y con un profesional cualificado que los evalúe y manipule con garantías. Aquí las farmacias pueden desempeñar un papel importante, ya que podrían hacer test y ayudar a descongestionar el sistema sanitario. Una medida que ya está sobre la mesa del Ministerio de Sanidad y de algunas comunidades autónomas, que se han comprometido a estudiar su viabilidad.

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