Desarrollan un nuevo dispositivo para medir el tamaño de las frutas y hortalizas

Esta técnica, basada en un sensor de anillo óptico, permite asignar de forma más fácil mercados y precios diferentes a los productos
Por EROSKI Consumer 3 de noviembre de 2009

El Laboratorio de Propiedades Físicas y Tecnologías Avanzadas en Agroalimentación (LPFTAG), integrado en TAGRALIA-CM de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha desarrollado un dispositivo capaz de medir el tamaño de las frutas y hortalizas, así como de otros objetos de formas irregulares como piezas de pan. Este método, que resulta mucho más simple y versátil que los sistemas convencionales, facilita el manejo de los frutos en la industria alimentaria y permite asignar de forma más sencilla mercados y precios diferentes a los distintos grupos de tamaño.

En este nuevo sistema, que incrementa la automatización en el sector, el producto ha de atravesar, lanzado a una cierta velocidad, un sensor de anillo óptico que consiste en un soporte circular, en el cual van dispuestos un gran número de emisores y receptores de radiación NIR (infrarrojo cercano). Los emisores se activan uno detrás de otro a gran velocidad. Si no hay ningún fruto que atraviesa el anillo, todos los receptores captan la luz proyectada por el emisor activado en ese instante, pero tan pronto como empieza a pasar un fruto, aparece una zona de sombra correspondiente a los receptores tapados por el fruto. Se organiza así un tratamiento geométrico que desemboca en el cálculo del tamaño del fruto.

El sistema resulta muy eficaz para casi todos los productos, sobre todo para los alargados, como zanahorias, pepinos o piezas de pan. De cara al mercado de consumo en fresco el nuevo dispositivo permite la clasificación del producto en grupos de calibre o tamaño homogéneo, operación conocida como calibrado. De esta forma se asignan mercados y precios diferentes a los distintos grupos de tamaño. También permite el empaquetado ordenado en bandejillas alveoladas, lo que consigue aprovechar mejor el volumen del contenedor de transporte y que el producto se encuentre más protegido frente a golpes. Se da el caso también de que en la industria transformadora de la fruta, por ejemplo una fábrica de zumo de cítricos, hay máquinas que necesitan ser alimentadas con frutos de tamaño homogéneo para funcionar de manera correcta.

Otros equipos modernos de calibración de frutas y hortalizas han utilizado hasta este momento la electrónica y la informática. Por un lado, están los que pesan cada fruto y en función de su peso lo envían por una cinta transportadora de salida u otra. En segundo lugar están las máquinas que utilizan videocámaras, las cuales toman una o varias imágenes de cada fruto. Estas imágenes son analizadas después con un ordenador para determinar el tamaño y la forma, así como el color.

El sistema de anillo óptico permite obtener buenos resultados, con errores de medición pequeños, para productos de forma más o menos alargada como el pepino, el calabacín, la zanahoria, el mango o el kiwi, lo que iguala los resultados de los sistemas basados en videocámaras en cuanto a rendimiento horario. En principio este dispositivo también debería dar buenos resultados para productos como aguacate o papaya, así como para la inspección del tamaño y forma de piezas de pan.

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