El centro tecnológico Ainia ha desarrollado un sistema piloto de trazabilidad, basado en técnicas de inteligencia artificial e interoperatividad de software, con el objetivo de lograr un mayor control de toda la cadena alimentaria del tomate. Los dispositivos piloto se han implantado en varias empresas con el objetivo de controlar de forma automática todo el proceso, desde las semillas hasta su distribución final.
Ainia ha creado una infraestructura de software inteligente que permite la recogida y el intercambio electrónico de datos e información del producto y del proceso a tiempo real, así como un conjunto de microdispositivos electrónicos como nanosensores y minilaboratorios en un chip de medida que recogerán parámetros como calibre, dureza, color, madurez y posibles defectos del producto.
Las empresas podrán rastrear electrónicamente y de forma instantánea la cadena alimentaria del tomate y disponer, en todo momento, de información sensible de seguridad alimentaria, proporcionando una mayor integración con todos los agentes que intervienen en el proceso de elaboración, comercialización, distribución y uso final del producto, mejorando su cooperación ante posibles incidencias alimentarias, asegura el centro.
«En un futuro, el consumidor podrá disponer, a través de un código y con el mínimo coste adicional, de información de todos y cada uno de los pasos que han seguido los alimentos en la cadena alimentaria», explican desde Ainia.