Niveles de arsénico en alimentos

Una nueva evaluación de la EFSA sobre la presencia de arsénico en alimentos indica un descenso de la exposición humana a este contaminante
Por Marta Chavarrías 20 de marzo de 2014
Img arsenico arroz hd

El arsénico es un contaminante fruto de la actividad humana que forma parte del medio ambiente y que tiene capacidad para entrar en la cadena alimentaria. Puede presentarse de dos formas: la orgánica y la inorgánica (la más tóxica). Los principales alimentos afectados, y considerados las principales vías de exposición de los consumidores, son productos elaborados a base de cereales, como pan, trigo o arroz, así como también el agua o la leche. En un nuevo análisis de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), se constata que ha disminuido la exposición alimentaria a la forma inorgánica. El artículo explica los datos sobre la reducción de la exposición a arsénico y de qué manera las bases de datos garantizan un mayor control.

Los análisis sobre la contribución del arsénico inorgánico a la exposición humana a través de los alimentos han sido, y son, frecuentes. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) elabora desde hace años de forma periódica estudios sobre cómo afecta esta sustancia a la salud de las personas, cuáles son los alimentos más implicados y los niveles de exposición. En 2010, como ahora, ya se constató que los niveles detectados de arsénico inorgánico en alimentos habían disminuido, y sirvió también para actualizar los valores máximos de exposición a este contaminante a través de la dieta.

Según la clasificación que establece la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), el arsénico corresponde a la categoría de «cancerígeno para los seres humanos» (Grupo 1). Los efectos suelen aparecer a largo plazo en forma de distintos tipos de cáncer, trastornos neurológicos, problemas cardiovasculares, endocrinos y renales. El arsénico inorgánico no cambia las características organolépticas del alimento, de ahí que la contaminación no se perciba.

Menos exposición a arsénico

El estudio de la exposición a arsénico de vegetarianos y población en general muestra una media de entre 0,10 hasta 0,42 mg/kg de peso corporal por día y de 0,11 a 0,34 mg/kg de peso corporal al día, respectivamente. Según concluye la EFSA, los resultados no destacan diferencias significativas entre los vegetarianos y el resto de consumidores.

El nuevo análisis de la EFSA determina que los niveles detectados de arsénico inorgánico son más bajos que los de 2009

En el caso de bebés y niños pequeños, la principal fuente de contaminación son los productos elaborados a base de cereales, el arroz, leche y productos lácteos, agua potable y alimentos para lactantes y niños. De hecho, los expertos calculan que «tres porciones (90 gramos al día) de alimentos infantiles a base de arroz representan un nivel alto de exposición a arsénico». Atribuyen estos niveles también a que son alimentos de consumo frecuente.

De acuerdo con estos nuevos resultados, la EFSA concluye que los niveles detectados sobre la exposición alimentaria al arsénico inorgánico son más bajos que los registrados en 2009.

A pesar de que no hay niveles máximos recomendados de arsénico inorgánico en la Unión Europea, sí existen directivas nacionales que aplican los distintos países miembros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido un «valor guía» de 10 microgramos por litro para el arsénico presente en el agua potable. En 2009, el Panel de expertos de Contaminantes de la EFSA reconsideraba la ingesta semanal tolerable provisional (ISTP) de 0,015 mg/kg de peso corporal, establecida por el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA).

FoodEx, base de datos para mayor control

FoodEx es un sistema basado en la descripción y clasificación de los alimentos cuyo principal objetivo es facilitar la evaluación de la exposición a través de la dieta a sustancias químicas. Desde 2008 se recogen los datos de 20 Estados miembros para clasificar, de manera armonizada, las cifras de consumo de alimentos. Esta herramienta forma parte de la Unidad de Recolección de Datos (DATEX), encargada de recoger y analizar números sobre el consumo de alimentos y la detección de productos químicos. Las cifras permiten hacer detecciones más rápidas a las exposiciones a sustancias tóxicas dentro de la cadena alimentaria. Los datos se consiguen a través de la realización de encuestas alimentarias divididas en categorías: edad (bebés y adultos), grupo de alimentos (unos 160) y tipo de consumo (regular o elevado).

En 2005 se aprobaba el proyecto REACH, una herramienta legislativa sobre el registro, evaluación y autorización de sustancias químicas. Lo que se pretende con REACH es que no se comercialicen compuestos cuya seguridad no esté demostrada. Se ha convertido en legislación armonizada y común para todos los Estados miembros.

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